Estuvo al frente de la compañía durante 43 años y era uno de los argentinos más ricos del país. Fue procesado por su rol en la última dictadura.
El empresario azucarero Carlos Pedro Blaquier, dueño del grupo Ledesma, murió este lunes a los 95 años tras permanecer internado en estado delicado los últimos 20 días en una clínica de Buenos Aires. Fue el hombre que transformó y diversificó a la compañía tras presidirla durante 43 años.
En su largo historial al frente del imperio azucarero, Blaquier fue investigado y estaba procesado por secuestros y desapariciones durante la última dictadura militar en las inmediaciones del ingenio Ledesma, poco después del golpe de 1976. En 2012, la Justicia Federal lo procesó por ese motivo.
La causa estuvo demorada hasta que en 2021, la Corte Suprema anuló un fallo de la Cámara Federal de Casación que revocó el procesamiento. Igualmente, un Tribunal Oral de Jujuy lo separó del proceso al considerar que Blaquier no estaba en condiciones, por su edad avanzada, de afrontar el juicio por presuntos delitos de lesa humanidad.
Carlos Blaquier era considerado uno de los empresarios argentinos más importantes del país. Se casó con Nelly Arrieta Wollman -fallecida en 2020-, nieta del broker francés que hace más de un siglo compró las primeras 10 mil hectáreas del ingenio jujeño. En 1970 tomó el timón de la compañía (fue su presidente), hasta que dejó el cargo hace casi 10 años.
En su larga gestión, Ledesma se diversificó y pasó a liderar en el negocio del azúcar y en la producción de papel. Tiene entre 6.000 y 6.200 empleados (un poco más en la temporada de la zafra), y es el principal productor de naranjas del país y es reconocido por ser un importante exportador de cítricos (naranjas, pomelos y limón). Ledesma pisa fuerte en los negocios agropecuarios: tiene 51.000 hectáreas repartidas entre Buenos Aires y Entre Ríos.
La compañía es pionera en la integración del ingenio para aprovechar el 100% de toda la producción de la caña. De allí obtiene azúcar, papel y derivados del alcohol, que se destina para la producción de perfumes, licores y bioetanol, el biocombustible sustituto de la nafta.
La familia Blaquier se ubica entre las 50 familias más ricas de la Argentina, con una fortuna que roza los US$ 500 millones, según el último ranking de la revista Forbes. Tiene una de las grandes colecciones de arte en sus residencias y fue muy innovador con los Aberdeen Angus desde su estancia La Biznaga.
Tras su alejamiento de la compañía, su hijo Carlos Herminio pasó a conducirla. El resto de sus hermanos y uno de sus nietos ocupan puestos clave en el directorio.
Entre otros títulos, Blaquier era miembro titular vitalicio de la Sociedad Argentina de Historiadores, académico titular de la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa, académico de número de la Academia Argentina de la Historia y también del Consejo Argentino de Estudios Económicos, Jurídicos y Sociales.
Su esposa Nelly Arrieta fue una destacada personalidad del arte. Era reconocida por auspiciar artistas. Participó en la Academia Nacional de Bellas Artes, la Fundación Teatro Colón y la Fundación Fondo para el Patrimonio Argentino. Y junto con Blaquier, construyó desde mediados del siglo pasado una de las colecciones de arte más importantes de América latina.
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