Los vecinos de villa Juanita y La Fama llamaron la atención sobre la contaminación.
Bolsas de plástico, botellas, insectos, agua estancada y acumulación de malezas a lo largo del canal Tinkunaku generan el malestar de los que habitan en los distintos barrios que rodean este ducto.
En villa Juanita y La Fama los vecinos alertaron sobre la problemática con la que conviven a diario y pidieron que alguien los escuche, según publicó El Tribuno.
Las lluvias, las altas temperaturas, el descuido y los malos hábitos de los que arrojan residuos tóxicos generan múltiples consecuencias, como los problemas con el agua y el mal olor.
Además, las familias están preocupadas por la reproducción del mosquito transmisor del dengue que se puede dar en estas condiciones. Opinaron que las tareas de descacharrado que se hicieron en las casas hace un tiempo no sirven si el canal sigue en estas condiciones.
«No vimos gente de la Municipalidad de Salta realizando tareas de limpieza ni de mantenimiento», aseguraron a este medio varios de los habitantes de estas barriadas.
También se quejaron porque en el canal no hay barandas y, además, está a cielo abierto. Esto hace que se torne peligroso transitar por la zona.
La gente está preocupada por la contaminación ambiental que se genera en el canal, donde se mezclan todo tipo de restos orgánicos con plásticos, vidrios, cartones y envases de tetrabrik.
Los vecinos pidieron tareas de limpieza antes de que el calor de verano agudice los riesgos para la salud de los que están conviviendo por la falta de higiene.
Sin agua
«En el verano nunca tenemos agua», dijo una vecina de villa Juanita, angustiada, a El Tribuno. «A partir de las nueve de la mañana empiezan los cortes y el servicio se normaliza recién a las nueve o diez de la noche», relató.
«Esta problemática nos afecta todos los años. Cada vez que hago el reclamo a Aguas del Norte me dicen que ya van a enviar al personal para que nos den una solución, pero nunca se hacen presente», afirmó indignada la mujer.
«Mi familia está integrada por ocho personas. Es muy difícil juntar agua en baldes, botellas o en cualquier otro recipiente para tomar o higienizarnos, porque nunca es suficiente. Hace diez años que vivo aquí y no veo ningún progreso, siempre es la misma situación, año tras año», aseguró, molesto, un vecino del barrio La Fama.
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