Junto a 18 gobernadores, el Presidente encabezó la firma del acta de 10 puntos con la que busca trazar un horizonte de reformas que permitan al país encontrar un sendero de desarrollo.
Apostó por un discurso de tono conciliador, aunque criticó duramente a los sectores políticos y sindicales que se negaron a acompañar el entendimiento.
En una ceremonia con el tono fundacional que busca imprimir a su administración, Javier Milei encabezó la firma del Acta de Mayo, con la presencia de 18 gobernadores y legisladores de distintas bancadas pero con la ausencia de la Corte y de la CGT, con la que busca trazar un horizonte de reformas que permitan al país encontrar un camino de desarrollo sustentable. Si bien en su discurso expuso un llamativo tono conciliador, la emprendió contra los dirigentes ausentes que, a su entender, no comparten la nueva «acta fundacional» por sus «anteojeras ideológicas” y la “obstinación en no querer ceder los privilegios”, en elíptica referencia a Cristina Kirchner y Axel Kicillof, por caso.
Una noche fría hizo tiritar a muchos de los invitados que aguardaban frente a la histórica Casa de Tucumán y por eso se repartieron vasos con café caliente para atemperar los 5 grados de la noche tucumana. Luego que sonaran las estrofas del himno nacional, a las 23.58 ingresó Milei, enfundado con la banda y el bastón de mando. Luego el Presidente, acompañado por los mandatarios provinciales y su hermana Karina, ingresaron a la casona y rubricaron con sus firmas el compromiso para respaldar las diez políticas de Estado.
Tras la foto de familia, llegó el momento del discurso de Milei. «Quiero agradecer a los 18 gobernadores, a dirigentes y diputados de distintos partidos, a los ex presidentes y representantes de los distintos sectores de la economía presentes», manifestó el jefe de Estado en un discurso que tuvo un tono conciliador pero que lo mostró un tanto incómodo en su lectura.
Al respecto, el jefe de Estado sostuvo que «lo único que tiene que hacer la política es discutir ideas y llevarlas a la realidad, no impugnar al adversario por cuestiones personales, perseguirlo por pensar distinto y vivir en una inquisición permanente”. Y agregó: «No vinimos acá a construir un relato, sino a construir una nación». Insistió allí con la idea de que el acta de Mayo se inscribe en el escenario de «un cambio de época».
El Presidente había arribado a Tucumán pasadas las 23 a bordo del ARG 11 (Learget 60). Estuvo acompañado por su hermana Karina y el vocero Manuel Adorni. Fue recibido en el aeropuerto por el gobernador anfitrión, Osvaldo Jaldo, que antes había hecho lo propio con Mauricio Macri. El mandatario peronista estuvo a cargo de la organización del cónclave e hizo emplazar en el acceso al parque 9 de julio un cartel con la leyenda: «Bienvenido Presidente Milei».
En dos vuelos previos charteados por la Fuerza Aérea, en tanto, viajaron los integrantes del gabinete, la mayor parte de los diputados oficialistas y personal de Casa Militar y Ceremonial. No todos los integrantes de LLA optaron por esta vía ya que el regreso estaba previsto a las 3 de la madrugada y, por ende, algunos optaron por regresar a la Ciudad el martes por la mañana.
Los asistentes al encuentro se sentaron en varias filas de butacas apostadas frente a la histórica casona. Sin embargo, decenas de sillas de plástico permanecieron vacías, ubicadas a unos 20 metros y detrás de un vallado. El operativo de seguridad fue impresionante y cortó los accesos por el centro de la capital tucumana. Numerosos efectivos de la Policía tucumana y de Gendarmería custodiaron los alrededores de la plaza Independencia, donde pasadas las 21 se desconcentró una muchedumbre que presenció el festival organizado por la Gobernación.
Mientras los 18 mandatarios provinciales se sentaron junto al portón de la Casa Histórica -hubo un silencio incómodo en la larga espera del inicio del acto-, en la primera fila se ubicaron los integrantes del gabinete y los expresidentes, Mauricio Macri y Adolfo Rodríguez Sáa. Al líder del PRO se lo vio conversar animadamente con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. En cambio, intercambió un frío saludo con Patricia Bullrich en medio de la dura disputa que protagonizan en la interna del PRO.
El atardecer, previo al arribo de Milei, el hotel Sheraton, ubicado en el centro de la capital provincial, fue el punto de encuentro de los gobernadores de Juntos por el Cambio y de partidos provinciales que aceptaron la convocatoria del líder libertario. Antes de las 19 se apersonó Jaldo, que le dio la bienvenida a cada uno de los mandatarios con quienes intercambió distintos presentes. Pasadas las 21 el octavo piso, donde se encuentra la suite presidencial, fue escenario de reuniones «por bloques» de los mandatarios, donde compartieron las distintas problemáticas jurisdiccionales.
Macri también eligió esa torre para poder entrevistarse con los mandatarios de JxC; llegó acompañado por su primo Jorge, por el ascendente Martín Yeza y los diputados María Eugenia Vidal y Diego Santilli.
Hubo dos ausencias sorpresivas: la de Victoria Villarruel y la del gobernador santacruceño Claudio Vidal. La Vice argumentó su faltazo a raíz de un cuadro grupal y el patagónico se vio impedido de movilizarse por el feroz temporal de nieve que afecta a su provincia.
Pero la ausencia que más ruido hizo fue la de la Vice: un mandatario presente en el hotel céntrico tucumano ironizó que «dijo que estaba enfermita y debe ser cierto pero seguro no se pierde el desfile (militar) de mañana», al hacer referencia a la fluida relación de Villarruel con los integrantes de las FFAA. «Veremos cómo se despierta mañana (por el martes)», alegaron cerca de la ex diputada.
Rubricaron el Acta dentro de la Casa de Tucumán los siguientes mandatarios: – Raúl Jalil (Catamarca), Leandro Zdero (Chaco), Ignacio Torres (Chubut), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés(Corrientes) -negó a Clarin que haya su estado en duda su participación por el caso Loan-, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y el tucumano Jaldo.
Entre los referentes de la oposición «dialoguista» había un mix de sensaciones respecto al acto: algunos consideraban que serviría al Gobierno para «regenerar expectativas» y otros se mostraron menos optimistas respecto al resultado final de la iniciativa a la que Milei había convocado el 1° de marzo.
Desde hace días, en cambio, se sabe cinco gobernadores fuertemente alineados con Cristina Kirchner rechazaron el convite. Se trata del bonaerense Axel Kicillof, el riojano Ricardo Quintela, el pampeano Sergio Ziliotto, el formoseño Gildo Insfrán y el fueguino Gustavo Melella.
Los diez puntos del Acta de Mayo
-La inviolabilidad de la propiedad privada
-El equilibrio fiscal innegociable
-La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno
-Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar
-Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos promueva el comercio
-La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias
-El compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país
Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal
Una reforma previsional que le dé sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron
La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global.
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