Se conoció la carta en que una veintena de dirigentes K, gremialistas y ex embajadores fueron llamados por el régimen venezolano. El líder chavista impidió a cuatro ex presidentes llegar a Caracas desde Panamá.
Dirigentes kirchneristas invitados por el régimen de Nicolás Maduro a participar como sus “acompañantes internacionales” en las elecciones presidenciales de este domingo en Venezuela mostraron la carta por la que fueron notificados del convite de manera formal, según publicó Clarín.
Además, hicieron pasar la figura de “acompañantes” como parte del Consejo Nacional Electoral, que es de dominio absoluto chavista. La carta que recibieron inclusive pasó por embajada argentina en Caracas, donde la Cancillería mantiene bajo cuidados y con asilo a seis colaboradores de María Corina Machado.
Entre los invitados exclusivos del chavismo están los combativos gremialistas Roberto Baradel, Hugo Yasky, “Cachorro” Godoy y los ex embajadores del kirchnerismo y La Cámpora en el Exterior Oscar Laborde (ex Caracas), Ariel Basteiro (Bolivia), Carlos Raimundi (OEA), Pablo Vila (Honduras), entre otras figuras amigas de la dictadura de Maduro conocidas, como Mario Secco (intendente de Ensenada), el politólogo Atilio Borón, Eduardo Sigal, la periodista Stella Calloni.
También la oposición invitó a dirigentes liberales argentinos, algunos del gobierno de Javier Milei, que no están siendo admitidos por el régimen como el diputado Alejandro Bongiovanni, el senador Francisco Paoltroni, el legislador Ramiro Marra, el presidente de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni y la abogada penalista María Eugenia Talerico. El Gobierno se mantiene en alerta por lo que les pueda pasar. Varios, como Alejandro Boniovanni y Paoltroni, fueron deportados el viernes a la tarde.
“El ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, Despacho del Viceministro para América Latina, saluda muy atentamente a la Honorable Embajada de la República Argentina acreditada ante el Gobierno Nacional, en la Oportunidad de cursar invitaciones suscritas por el Canciller de la República Bolivariana de Venezuela Yvan Gil Pinto”, empieza diciendo la invitación del chavismo. “Las mismas tienen a bien informar la realización de las elecciones presidenciales de Venezuela pautadas para el 28 de julio del corriente año, así como, extender una cordial invitación a distinguidas personalidades a fin de contar con su participación en calidad de acompañante internacional en este proceso democrático y participativo”.
Antes de indicar la lista de más de veinte nombres le pide al ahora ex encargado de negocios de la Argentina en Venezuela, Gabriel Volpi, que transmita la carta que igual recibieron los propios dirigentes K. La embajada en Venezuela hoy está sin embajador por decisión de Milei al igual que las de Cuba y Nicaragua. Pero sólo el dictador Daniel Ortega retiró a su embajador. En Caracas ahora, la Argentina mantiene como encargado de negocios, al diplomático Andrés Mangiarotti.
Entre tanto, el Gobierno de Javier Milei se prepara para los dos escenarios posibles que se plantean en Venezuela y la región desde este domingo 28: primero apuesta a que el chavismo sea derrotado tras un régimen dictatorial que lleva 25 años en el poder.
Por su parte, María Corina Machado, cuyo nombre está detrás de la candidatura del politólogo y ex embajador Edmundo González, informó por X (ex Twitter) este viernes su llamado telefónico con Javier Milei, que estuvo en Francia con Emmanuel Macron. «Tuve una grata conversación hoy con @JMilei, Presidente de Argentina🇦🇷 a quien agradecí por el apoyo y compromiso de su gobierno y del equipo político de la Cancillería durante estos meses tan difíciles para los venezolanos y para nuestra gente en los comandos de campaña», escribió Machado.
“La Argentina ha liderado la defensa de los valores democráticos y de la libertad para todos los venezolanos, hemos abierto las puertas de nuestra residencia oficial en Caracas para proteger a los perseguidos políticos del régimen y hemos sido el único país que se plantó frente al gobierno de Venezuela y puso límites a la persecución política de opositores”, dijo en consulta de Clarín el vicecanciller Leopoldo Sahores, quien lleva hoy los asuntos políticos en el ministerio y los llevó durante el gobierno de Mauricio Macri como subsecretario de Asuntos Americanos, cargo que hoy ejerce el también diplomático Mariano Vergara. Sahores es el contacto en Cancillería desde hace años con Corina Machado.
Mientras que efectivamente los gobiernos de Brasil y Colombia no se pronunciaban al principio contra la intención de Maduro de perpetuarse en una reelección y arremeter contra la oposición, el gobierno de Milei se puso a la cabeza de una reconfiguración de la posición argentina frente a Venezuela en Naciones Unidas y la OEA, donde el gobierno de Alberto Fernandez evitó condenar las violaciones a los derechos humanos en el pais caribeño. Ahora Fernandez fue des invitado por el régimen como veedor internacional por sostener que si pierde Maduro debe entregar el poder y por sostener que se iba a reunir con la oposición, lo que no hizo antes.
Desde diciembre, el gobierno argentino se puso al frente de los comunicados que salieron desde la región -a veces en conjunto con Uruguay y Paraguay; asiló a los colaboradores de Machado y reclamos a Venezuela que cumpliera cumplir con la Convención de Asilo Diplomático de Caracas de 1954, y dejara salir a los refugiados -lo que no fue así- . También levantó la vos en la ONU, de Ginebra, Nueva York y OEA, a través de los embajadores acreditados allí. Más recientemente, el gobierno de Milei, cuya posición sobre Venezuela puede compararse con la que tuvo Mauricio Macri, decidió que Argentina volviera a participar de la denuncia por crímenes de lesa humanidad contra Maduro y su núcleo de poder ante las cortes internacionales de La Haya, de la que se había retirado Fernández.
En el ambiente diplomático local sostienen que se pueden observar al menos dos escenarios para este domingo: que en caso de que se imponga una voluntad popular de cambio en toda Venezuela, el Gobierno la acepte y se inicie un periodo de transición pacífica hacia el recambio de autoridades. “Para eso va a ser fundamental la presión internacional de todos aquellos países que, más allá de sus ideologías políticas, se comprometan firmemente con el respeto de los valores democráticos, y por sobre todas las cosas, de la voluntad del pueblo en las urnas”, afirman. Hay casi ocho millones de venezolanos en el exterior que no van a poder votar.
En segundo lugar, observan que el régimen no respete la voluntad popular, adulterando los resultados, y en ese caso, se inicie un proceso de repudio por parte de la sociedad -y de la comunidad internacional- de consecuencias impredecibles.
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