Una serie de mensajes recuperados exponen la trama de las visitas al jefe narco y al sicario Díaz. Los vínculos de Cruz y su colaborador quedaron registrados en Whatssap.
Benjamín Cruz, el exsecretario de Seguridad que semanas atrás quedó imputado por tráfico de influencias en la causa abierta por la visita irregular de Darío Monges al sicario Oscar Díaz en la cárcel de Orán, no solo está complicado por las pruebas documentales que obran en ese expediente de la Justicia provincial. Mensajes que se recuperaron de la cuenta de Whatsapp de Monges son tan perturbadores como el video que se conoció en el marco del juicio federal seguido por el crimen de su colaborador, asesinado con cinco tiros en la cabeza, en septiembre de 2022.
Tres meses antes, Monges se había reunido en Orán con Cristian «Gringo» Palavecino y Diego «Carioca» Aquino, un interlocutor directo con bandas narcocriminales de la línea caliente de Aguas Blancas. En uno de esos encuentros, que estremecieron al país con las evidencias fílmicas que Gendarmería recuperó de un teléfono del propio Palavecino, el «patrón» consultó a Monges sobre «el saldito» que adeudaba por favores a narcos y sicarios del norte salteño.
Sobre los registros recuperados con la clonación del chip del celular de Darío Monges, el fiscal Eduardo Villalba remarcó días atrás que «lo que está en la nube no se puede modificar».
Curiosamente, a ese «saldito», que habría sido de 16.700 dólares según constancias fílmicas, refiere uno de los mensajes que Monges recibió el 5 de enero de 2022 -a las 20.41- de un contacto que tenía agendado en su Whatsapp como «Secretario de Seguridad» con una foto de Benjamín Cruz en el perfil. El teléfono de Monges nunca se encontró, pero expertos auxiliares de la Justicia lograron recuperar los mensajes de su cuenta en la red social con un clonado del chip.
Benjamin Cruz: «No te olvides amigo que quedó un saldito pendiente de la gente del Norte. Yo cumplí y más de lo que me pidieron».
Cinco minutos después, a las 20.46 del 5 de enero de 2022, Monges respondió: «Eso quedate tranquilo amigo que sin falta yo te lo cumplo. Te doy mi palabra hermano querido».
Secretario de Seguridad: «Lo sé.. Sí sabes que confío en vos».
Monges: «Gracias hermano, yo ahora aislado con covid. Hoy me dieron el resultado».
Secretario de Seguridad: «Cuidate y pronta recuperación hermano. Lo que necesites solo avisá. A pesar que no estoy, pero mando gente».
El 31 de mayo de 2022 -entre las 12.46 y las 13.02- ambos cruzaron mensajes relacionados con la situación de Oscar «Cabezón» Díaz en la cárcel de Orán, en los siguientes términos:
Secretario de Seguridad: «Se estableció como día y horario de visita para el citado interno los días Viernes desde hs 14.00 a 18.00 por el término de una hora solo de familiares directos. Los días Miércoles puede recibir víveres como el resto de los internos a partir de 9 a 12.00 horas. En fecha, Viernes 27/05/22, Díaz Oscar Alberto recibió la visita de su madre la Sra. Zenteno Patricia Alejandra por el término de una hora en el horario de 17.00 a 18.00».
Monges: «Amigo la van a recibir a las 15 hs porque les dije que fueran a verlo». A esa pregunta, formulada sin los correspondientes signos de interrogación, Monges agregó: «Ahí leí bien jajajajaj. Gracias amigo».
Secretario de Seguridad: Sí, ya está autorizado. Pero no pueden llevar víveres hoy».
Monges: «Ok amigo».
A las 20.41 del 31 de mayo de 2022, tras un encuentro que ambos mantuvieron esa noche, Monges le envió por Whatsapp su nombre completo y DNI: «Darío Esteban Monges 28887367».
Al día siguiente, 1 de junio de 2022, Monges esperaba reunirse con Díaz en la cárcel de Orán, pero encontró objeciones en la guardia de ingreso. A las 12.50, tras informar de la situación al contacto agendado como Secretario de Seguridad, le escribió: «Están esperando tu comunicación para dejarme entrar».
Esa noche, a las 23.21, el contacto puso a Monges al tanto de comentarios que habían empezado a levantar polvareda sobre la irregular entrevista con Díaz en la cárcel de Orán.
Monges: «Y ahora ….», preguntó, otra vez sin poner los correspondientes signos de interrogación.
Secretario de Seguridad: «Complicado!! A Mario le comentaste??».
Monges: No. Nada. A nadie».
Secretario de Seguridad: «Mañana te mensajeo y te digo adónde nos juntamos».
Monges: «Ok».
El siguiente mensaje quedó registrado en la nube de whatsapp el 3 de junio a las 17.32.
Monges: «Amigo a qué hora podría verte?
El contacto agendado como Secretario de Seguridad clavó el visto pero no le respondió.
Tres días después, el 6 de junio, a las 11.10, Monges volvió a escribirle: «Amigo esta tarde nos juntamos con Mario y Daniel Moreno, a qué hora te parece mejor?»
Una vez más, el contacto clavó el visto pero no respondió el mensaje.
Al día siguiente, 7 de junio, a las 15.24, Monges insistió: «Amigo a qué hora nos juntamos con Mario y Daniel?». Este mensaje tampoco fue respondido.
Fuente: El Tribuno
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