De cara a noviembre, el ministro de Economía y ganador de las elecciones de ayer anunció un nuevo tipo de cambio diferencial, buscará mejorar los números fiscales y reconstruir la confianza en el mercado financiero.
Luego del triunfo en las elecciones y de cara al ballottage, Sergio Massa presentó medidas para contener al dólar sin sobresaltos y buscará entregar señales para diluir el nerviosismo del mercado. No es una tarea sencilla en el camino que se abre a una segunda vuelta en la que enfrentará a Javier Milei y su dolarización.
En primer lugar, confirmaron a LA NACION, un nuevo desdoblamiento cambiario o tipo de cambio diferencial para todos los bienes y servicios de exportación. Durará 30 días (hasta el 17 de noviembre) y se deberán liquidar las divisas 70% en el mercado único de cambios (oficial) y 30% al contado con liquidación (CCL). Entrarán todas las actividades y productos, o sea, bienes intermedios, terminados, primarios y también servicios. El viernes pasado fue el último día del llamado dólar agro. Se trataría de un tipo de cambio que estaría entre los $520 y $530, según la cotización de CCL.
“Desde mañana, para fortalecer las reservas argentinas, vamos a ampliar el programa de fortalecimiento exportador a todas las actividades, todo el complejo exportador argentino, bienes, intermedios, bienes terminados, productos primarios y servicios, va a tener por los próximos 30 días un régimen de liquidación del 70% ingresado por lo que se denomina el mercado único libre de cambios y 30% ingresado por lo que se denomina sistema de dólares financieros o contado con liquidación”, aseguró el ministro de Economía frente a la prensa extranjera este mediodía. El decreto 549/2023 fue publicado en un suplemento del Boletín Oficial por la noche.
“Los exportadores de las mercaderías comprendidas en la nomenclatura común del Mercosur, alcanzados por el artículo 1º de este decreto, efectuarán el pago de los derechos, tributos y demás conceptos en las condiciones que establece la normativa aplicable, en los plazos que a esos efectos disponga la AFIP (…) no debiendo superar dicha fecha el 31 de diciembre de 2023, inclusive, correspondiendo aplicar la alícuota del Derecho de Exportación (D.E.) respectivo”, aseguró el artículo segundo de la norma, por lo que es probable que la AFIP establezca un adelanto de los pagos de impuestos.
El tercero indica que el Banco Central (BCRA) instrumentará los mecanismos necesarios para que el resultado de toda liquidación de divisas que se concrete en el marco de la presente medida sea, a opción del exportador: i) acreditado en una cuenta especial cuya retribución se determine en función de la evolución del tipo de cambio de referencia de la Comunicación “A” 3500 de la mencionada entidad, pudiendo quedar abiertas sin fecha de vencimiento; o, ii) aplicado a la suscripción directa de Letras Internas del BCRA en dólares liquidables en pesos por el tipo de cambio de referencia de la Comunicación “A” 3500 (Lediv), en los plazos y condiciones que establezca el BCRA.
Con pocos dólares
La idea es sumar dólares a las alicaídas reservas del BCRA, que actualmente están en -US$7500 millones, según el mercado. El Gobierno ya había logrado la semana pasada activar y ampliar el swap (préstamo o intercambio de monedas) chino a US$6500 millones. Son divisas que pueden usarse para intervenir en el mercado, informaron.
“Gracias por la pregunta y por la oportunidad de poder, a través de la pregunta, agradecerle al Banco Popular de China y al gobierno de China la ampliación del swap de monedas que fortalece las reservas del Banco Central argentino, que aumenta la capacidad de intervención, pero, por otra parte, garantiza que las obligaciones comerciales y financieras que la Argentina tiene se puedan afrontar de aquí a fin de año sin mayores dificultades”, dijo Massa hoy.
Desde la semana pasada, el equipo de Massa ya había comenzado a entablar conversaciones con las cerealeras, a la espera de poder establecer un nuevo tipo de cambio diferencial mientras durara la transición al ballottage. El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, había dejado trascender que el tipo de cambio oficial se mantendría hasta el 15 de noviembre fijo en $350 y que, desde entonces, comenzaría el crawling peg (microdevaluaciones) al 3% mensual. Se trata de un atraso que desincentiva la liquidación, salvo -claro está- que aparezca un nuevo “programa de incentivo exportador”.
El candidato a presidente y ganador de la primera vuelta en la elecciones presidenciales, Sergio Massa, llega para dar una conferencia de prensa en el Ministerio de economía, hoy en Buenos AiresEnrique García Medina – EFE
Por otra parte, según dijeron en el Palacio de Hacienda a LA NACION, se están estudiando mecanismos para devolver la confianza al mercado de bonos argentino, que hoy -luego de las elecciones- mostró señales de alarma. Cerca del candidato de Unión por la Patria y titular del Palacio de Hacienda indicaron que trabajan en un “aumento en cupones por nuevas suscripciones y en un programa de adelanto parcial de vencimientos”.
Massa adelantó parte de esta estrategia en una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda que brindó hoy a corresponsales de medios extranjeros en el país. Aprovechó allí para criticar la reestructuración de la deuda que hizo uno de sus antecesores en el cargo, el exministro de Economía, Martín Guzmán, en 2020. “Fue pésimo”, dijo el funcionario a los periodistas. “Es el único canje tras el cual, al día siguiente que se cerró, cayó el valor de los bonos en lugar de subir”, agregó.
Además, el ministro de Economía afirmó que el mercado de bonos soberanos requiere de una “mirada y un análisis”, porque actualmente sufre “la falta de incentivos” y el financiamiento requiere que tenga mayor “profundidad”.
Massa señaló, por otra parte, que buscará tener un presupuesto para 2024 con un superávit fiscal de 1% del PBI. Actualmente, en el mercado creen que el déficit podría extenderse hasta un 3% del producto, pese a que el Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, según las siglas en inglés) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un rojo de 1,9% del PBI.
La propuesta del ministro de Economía no es una novedad. Ya la había planteado al presentar el presupuesto en septiembre último. También lo había hecho Rubinstein en un encuentro en la Universidad Di Tella (UTDT). La mejora en las cuentas públicas se haría a través de la decisión del Congreso, y no del Ejecutivo, con una “separata” (un documento anexo) que suma beneficios tributarios por 4,8% del producto. Como ejemplo, el ministro mencionó ante los periodistas extranjeros que quien tiene un auto y una casa, paga Bienes Personales, “pero quien tiene un campo en el exterior no”.
La “separata” son gastos previstos por $16,5 billones e incluye exenciones de Ganancias de jueces, aquella sobre Bienes Personales a depósitos de argentinos en el país, el régimen de promoción de Tierra del Fuego, las reducciones de IVA sobre honorarios, las alícuotas internas sobre bebidas sin alcohol y jarabes, el impuesto al cheque en el sector salud o los diferenciales en el impuesto a los combustibles. Pero también hay “beneficios”, por ejemplo, por el impuesto PAIS para las plataformas digitales, el no diferimiento por el ajuste por inflación o el reintegro de IVA a exportadores, entre otros focalizados al comercio exterior. Además, se propuso, “siguiendo las conclusiones a las que arribara el Pilar II de la Solución Global de la OCDE, que se asegure que las grandes empresas estén sujetas a un tipo impositivo mínimo del 15%”.
“Vamos a intentar que el Estado de aquí al 10 de diciembre, que es cuando termina esta etapa, y obviamente desde el 10 de diciembre en adelante, tenga mayores signos de austeridad, porque es muy importante”, dijo Massa.
Las perspectivas para 2024
Massa dijo que el año que viene la economía argentina va a crecer y aseguró que las exportaciones van a expandirse. Anticipó que será un crecimiento “sideral” sin el impacto de la sequía y con mayores ventas energéticas.
“Eso nos va a dar mucha libertad para ir eliminando restricciones que son distorsivas, pero que son parte de las resoluciones que hay que tomar centralmente, porque la economía argentina tiene, como dije al principio, dos temas estructurales que resolver. Uno de este año, la sequía; y otro de mediano y largo plazo, que es encontrar mecanismos que garanticen [poder] pagarle al Fondo sin que ello suponga un programa que provoque inflación en la Argentina”, explicó, y luego criticó el endeudamiento “criminal” con ese organismo.
Respecto del equilibrio del gasto y los subsidios añadió: “Nosotros lo que venimos haciendo es quitarles los subsidios a quienes no lo necesitan, pero protegérselos a quienes sí los necesitan”. Y cerró con críticas a la oposición: “Ellos proponen quitarlo, yo propongo protegerlo, porque es una forma de salario diferido, de salario indirecto. Y, de alguna manera, porque los jubilados y los trabajadores argentinos, hasta que no recuperen ingreso, no están en capacidad de pagar esos costos”.
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