Así lo indican los datos publicados por el Indec. El registrado privado creció 5,1, y el estatal y el no registrado, 4,6%, mientras que el índice de precios al consumidor aumentó 5,3%; en el acumulado del año la pérdida de poder adquisitivo es mayor.
Los salarios vuelven a perder contra la inflación en el acumulado anual, ya que tuvieron un aumento en conjunto de 34,3% en el primer semestre del año, mientras que el índice de precios al consumidor se incrementó en igual período un 36,2%, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Si se observa cada componente del índice de salarios que publica el organismo estadístico oficial cada mes, se puede ver que las tres categorías que lo integran perdieron contra la inflación en el acumulado del año, aunque los que más poder adquisitivo resignaron fueron los informales, puesto que el salario registrado privado creció en ese período 36%; el registrado estatal, 35,2%, y el no registrado 27,9%.
El mapa se hace más heterogéneo aún si se pone la lupa sobre la variación interanual y la intermensual, donde incluso hay sectores que sí le ganan a la inflación. En el primer caso, los salarios registrados privados aumentaron 68,3%; los públicos, 72,6%, y los no registrados, 58%; mientras que en la segunda comparación, las variaciones de esos sectores fueron en junio, respecto de mayo, de 5,1%, 4,6% y 4,6%, respectivamente.
Matías de Luca, economista de la consultora LCG, remarcó que los salarios en junio aumentaron por debajo de la inflación y advirtió que esta tendencia podría acentuarse en lo que queda de 2022. “Lo más relevante es que a partir de julio la economía cambió su comportamiento, con expectativas más deterioradas y una mayor aceleración de la inflación, por lo que las paritarias firmadas en el orden del 60-65% ya quedan atrasadas”, explicó.
Basado en la foto actual, De Luca espera una caída del salario real tanto en el promedio anual como a fin de año (punta a punta), siendo mucho más sensible hacia el final. “Al día de hoy, respecto del techo de salario real de 2017, los asalariados privados informales acumulan un 35% de caída real vs. un 18% los formales privados”, indicó el economista.
En tanto, Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), prefirió poner el énfasis sobre el vaso medio lleno. “El fenómeno saliente es que en la primera mitad de 2022 se observa una aceleración en el crecimiento de los tres tipos de salarios [el privado registrado, el público y el privado no registrado]. El privado registrado y el público vienen creciendo en promedio entre los dos al 70% interanual, que sería la inflación a julio”, señaló el especialista.
De todos modos, Colina opinó que el que está muy complicado es el salario de los no registrados. “Creció 58% interanual a junio, cuando ya en ese mes la inflación estaba en 64%. Esto implica que la pobreza no va a ceder, porque los pobres viven del trabajo informal”, concluyó.
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