El empresario del portal El Destape advirtió que el mandatario “se convirtió en un meme”. Y el dueño de El Cohete a la Luna habló de que “todo va a saltar dentro de un mes”.
La interna que vive el Frente de Todos sigue en carne viva. Luego del voto negativo del ultra kirchnerismo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las diferencias entre el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Kirchner se vuelven cada vez más visibles.
Con ese telón de fondo, las voces se multiplican entre los que piden al Presidente que rompa con la vice y quienes tratan de recomponer algo de unidad para llegar a 2023. Esa discusión también cruza a los medios kirchneristas, entre ellos los de dos periodistas que se convirtieron en empresarios, con sus propios portales web: El Destape -de Roberto Navarro- y El Cohete a la Luna -de Horacio Verbitsky.
Navarro, en una dura editorial, les pidió al Presidente y la vicepresidenta que tengan «humildad» para preservar la unidad.
Antes, comenzó cargando duramente contra la llamada «guerra a la inflación» que anunció el jefe de Estado para el pasado viernes y finalmente quedó en un par de anuncios.
«(Alberto) filtró una suba de retenciones, anuncio el inicio de una pretendida guerra contra la inflación para el viernes y el viernes no dijo nada. Y dijo que gracias al Fondo íbamos a poder pelear contra la inflación. Agradecerle fue too much. En esos días, los precios aumentaron un 30 por ciento. No fue buena idea anunciar que iba a anunciar», arremetió en el comienzo de su programa en El Destape Radio.
«El presidente se convirtió en un meme anunciando una guerra con fecha y hora para que el enemigo se apreste a la batalla y para colmo no atacó», diagnosticó. En ese sentido, Navarro pidió al presidente que vaya por la «renta extraordinaria» que tiene el complejo agrario como consecuencia de la guerra en Ucrania.
«Alberto tiene la obligación de evitar que guerra sea ganancia para pocos y hambre para muchos. Somos un país que debería estar viviendo mejor por la guerra, y estamos avanzando a una miseria desesperante. El conflicto nos puede llevar rapidamente a un 50% de pobreza y productores se vuelvan con ganancias de jeques árabes», vaticinó.
En otro pasaje opinó que el Gobierno «ha sido bastante moderado en su redistribución del ingreso» y alertó por el aumento de la miseria. «Cuando se elige no confrontar en momentos que aumenta la misera solo se elige otro conflicto, el social, que puede estallar en cualquier momento», sostuvo.
El pedido de unidad
En medio de la interna, el empresario afirmó que Cristina Kirchner «no puede» sostener que no se negocie con el Fondo, al afirmar que es una postura que «ya no apoyan muchos de los politicos kirchneristas».
«El Presidente no pude hacer política sin los votos de Cristina. Y Cristina no puede, como condición para la unidad, sostener posiciones como no refinanciar la deuda que ya no apoyan muchos de los politicos kirchneristas que han resistido al macrismo cuando no convenía defenderla a ella».
«Creer que esas diferencias no tienen correlato en la sociedad, que estos dos años de cogobierno van a ser ignorados no va a ocurrir. No se está rompiendo solo el Frente de Todos, se está rompiendo el kirchnerismo», sostuvo.
«Estamos en un pais con diez millones de personas comiendo en comedores y Banco Central sin reservas. La respuesta de un gobierno popular no puede ser no pagarle al Fondo, quedarnos sin dólares e ir a una hiper, ni emitir billetes que no valen nada cuando llegan a las manos de los trabajadores», opinó Navarro.
Y agregó: «Si unos ganan como jeques árabes y otros cartonean, hay que sacarle a los ricos para darle a los pobres y para eso hace falta unidad y para que haya unidad hace falta humildad».
Además volvió a cuestionar la falta de audacia presidencial: «(Cristina) no eligió al Che Guevara (por Alberto), eligió a un tipo que se fue del gobierno para no pelearse con el campo y con Clarín, y que después se fue con (Sergio) Massa y (Florencio) Randazzo. Ahora no puede sorprenderse y ofenderse de que no sea Camilo Cienfuegos».
«Ahora hay más miseria y la solución de Alberto y Cristina es romper. Ella guarda su legado para 2027 y él se aleja de la mancha venenosa de Cristina para cuando vuelva al llano. mientras, el pais se llena de cartoneros y entramos en un 2001 crónico», cerró.
«¿En serio Alberto cree que puede llegar a 2023 sin Cristina? ¿En serio Cristina cree que puede ser vice y jefa de la oposición a la vez? Ambos ponen al pueblo en peligro de que el pueblo vuelva a sufrir a (Mauricio) Macri», cerró Navarro.
Verbitsky, por su parte, publicó una nota el domingo titulada «Nada Personal», en la que cita un diálogo entre «un colaborador de Cristina» y un legislador «que había anticipado su voto positivo» para el acuerdo del gobierno con el FMI.
«-No quiero ser responsable de que todo salte por los aires dentro de cinco meses— argumentó el diputado», escribió el propietario de El Cohete a la Luna, quien también dice que la respuesta del colaborador de la vice fue «con el Fondo o sin el Fondo, todo va a saltar dentro de un mes».
Según transmitió Verbitsky, Cristina Kirchner «cree que la victoria electoral no depende de la unidad de los dirigentes sino de cómo le va al pueblo». Cerca de la vicepresidenta «confían en el arraigo popular de sus planteos, que podrán acrecentarse si se cumplen sus pronósticos sobre los efectos de lo que despectivamente llaman Pacto», escribió.
La vicepresidente también envió otro mensaje a través de la nota de Verbitsky, «Cristina supone que si sus vaticinios son certeros, Martín Guzmán volverá a la academia, Matías Kulfas encontrará empleo en una consultora, Miguel Pesce irá a un banco privado, Vilma Ibarra a un estudio jurídico o al departamento legal de una empresa, Alberto a su cátedra y los paneles de televisión, mientras que todas las furias del liberalismo reciclado o del fascismo neo en auge se dirigirán en contra de ella y de su familia, esos oscuros objetos de deseo», escribió el periodista, que recuperó protagonismo público durante la pandemia, cuando consiguió ser incluido en la lista del Vacunatorio VIP y aplicarse las dosis de Sputnik antes de lo que le correspondía, en una maniobra que también benefició a otros empresarios de medios amigos del Gobierno, funcionarios y legisladores kirchneristas.
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