Archivos clasificados de la inteligencia venezolana dan cuenta de un plan para proteger a los guerrilleros y realizar acciones militares en objetivos estratégicos colombianos
En Venezuela no solo se refugian tropas del ELN, disidencias de las FARC, el EPL y la «nueva guerrilla» anunciada Iván Márquez, sino que estas cuentan con protección del Ejército, entrenamiento militar y abastecimiento de armas por órdenes de Nicolás Maduro. Así lo revelan documentos clasificados de la inteligencia militar venezolana dados a conocer este domingo por la revista Semana.
Se trata de documentos reservados del Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebín) y del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que revelan además un plan para trazar operaciones militares conjuntas en puntos de interés estratégico del territorio colombiano de las que tendrían participación las guerrillas y las fuerzas armadas venezolanas.
La información es conocida tan solo dos semanas después de que Iván Márquez, ex número dos de las FARC, anunciara el rearme de una facción de esa guerrilla, que estaría comandada por él y otros reconocidos cabecillas del desmovilizado grupo insurgente como Jesús Santrich, El Paisa y Romaña. Y una semana después de que Maduro enviara a tropas del Ejército venezolano a hacer ejercicios de entrenamiento militar en la frontera con Colombia, que implican la movilización de armamento.
Uno de los documentos conocidos por Semana está fechado 9 de agosto y es un memorando del almirante Remigio Ceballos, comandante estratégico operacional de las Fuerzas Armadas venezolanas y va dirigido a «generales comandantes del Ejército Bolivariano, de la Guardia Nacional Bolivariana y la Milicia Bolivariana. Todas las unidades subordinadas, REDIS, SODIS y ADIS».
Dice explícitamente en dicha comunicación que «por orden del presidente Nicolás Maduro Moros, deberán evitar entablar enfrentamiento con personal de los grupos rojos en las zonas de entrenamiento y abastecimiento» desde el 10 de agosto a las 6 de la mañana y hasta nueva orden.
Más adelante, en un espacio denominado «instrucciones especiales» reitera: «Remito coordenadas de centros de entrenamiento para el cumplimiento de la orden. Garantizar los derechos humanos y satisfacer necesidades básicas de higiene y alimentos».
«Grupos rojos», es el nombre código de la inteligencia militar venezolana para los grupos guerrilleros colombianos que hacen presencia en el vecino país. Así mismo, «centros de entrenamiento», se refiere a los campamentos que estos grupos tienen en Venezuela.
Según la ONG venezolana FundaRedes, para mayo del 2019 había ocho frentes del ELN, seis grupos disidentes de FARC y cuatro frentes del EPL en territorio venezolano. De acuerdo con International Crisis Group el ELN hace presencia en por lo menos 13 de los 24 estados del vecino país.
La inteligencia colombiana calcula que la cifra de guerrilleros en Venezuela ronda los 2.000 hombres, siendo por lo menos unos 600 parte de grupos disidentes de FARC. Entre el 15% y 20% del número total serían nacionales venezolanos recién reclutados.
Lo grave del comunicado es que confirma que el régimen de Maduro no solo tiene conocimiento de la presencia de guerrilleros en su suelo, sino que les ofrece protección y asistencia humanitaria. La orden de no atacar a los insurgentes colombianos es la prueba reina de una situación que el Ejército venezolano siempre ha negado, su colaboración con las guerrillas.
Otro de los documentos revelados por Semana da cuenta de un mapa detallado que muestra la ubicación exacta de los campamentos del ELN en Venezuela. Es un memorando confidencial remitido por la Dirección de Bases Territoriales de Contrainteligencia al director de Contrainteligencia del Sebín.
Información y operaciones conjuntas
En contraprestación por la protección y ayuda que les brinda el régimen, las guerrillas colombianas ofrecen información estratégica y entrenamiento en guerra de guerrillas a las milicias bolivarianas.
Así lo muestra otro de los documentos revelados por Semana, un informe de 15 páginas enviado el pasado 4 de julio por el director del Sebín al Comando Estratégico Operacional del Ministerio de Defensa venezolano. En el se describen posibles operaciones conjuntas entre el Ejército venezolano y las guerrillas colombianas en puntos ya prestablecidos y que son descritos con coordenadas e interés estratégico para Colombia. Dichos puntos van desde «blancos de interés aéreos, terrestres y navales» hasta una «tabla de objetivos estratégicos» y «elementos orgánicos para el funcionamiento del país».
«Respuestas a requerimiento 0197 emanada del ciudadano presidente Nicolás Maduro Moros y socializada mediante requerimiento en mención relacionado con la recolección de información sobre el blanco país verde con los miembros de grupo rojo que hacen vida en los diferentes estados del país», dice el primer párrafo de ese documento, en el que se nombra a Colombia bajo el código «país verde».
Otro aparte del informe agrega: «Cumplo con informarles que funcionarios adscritos a esta dirección junto con personal de contrainteligencia de la DGCIM (dirección general de contrainteligencia militar) y analistas de la división de inteligencia exterior del Sebín han recolectado información sobre los posibles puntos de ataque aéreos, terrestres y navales del blanco Verde mediante trabajo de campo y entrevistas a los miembros del grupo rojo quienes han suministrado información sobre los movimientos de tropas, personal de las fuerzas del país verde…»
Más adelante detalla blancos de infraestructura en Colombia: «Destruir, capturar o neutralizar unidades, medios o instalaciones de las FF.MM. con la capacidad de neutralizar nuestras acciones ofensivas estratégicas y a la vez efectuar acciones ofensivas estratégicas contra la RBV (República Bolivariana de Venezuela)».
En dicho documento se menciona además que, ante una posible invasión de tropas estadounidenses a suelo venezolano por intermedio de Colombia, las Fuerzas Armadas bolivarianas contarían con la guerrilla colombiana como aliadas en la defensa de su suelo.
Los documentos conocidos son de una peligrosidad alta para la seguridad nacional colombiana, todavía el régimen de Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre estos hechos.
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