Son cinco funcionarios con sus familias que se marcharán. Partirán mañana a Lisboa y desde allí volverán el sábado a la Argentina vía Madrid. Siguen las negociaciones por los seis refugiados. Estados Unidos exigió que se les otorgue un salvoconducto
Cinco diplomáticos argentinos y sus familias tienen previsto salir mañana de las dependencias de la Embajada en Caracas, a horas del cumplimiento del ultimátum de 72 horas impuesto por la dictadura de Nicolás Maduro, según pudo saber Infobae. Hasta las 17, hora local, todavía no se pudo confirmar cuál será el destino de los dirigentes opositores que están asilados y que el régimen se niega a brindar el salvoconducto para ser recibidos por otro país.
De acuerdo con la información que trascendió esta tarde, los diplomáticos y sus familias tienen previsto salir con destino a Portugal en horario de la mañana. En total son 14, e irán en dos grupos. Está previsto que puedan retornar al aeropuerto internacional de Ezeiza en la madrugada del sábado, desde Madrid. Las fuentes evitaron dar precisiones sobre el medio aéreo que se utilizará, habida cuenta que Venezuela cerró su espacio aéreo para vuelos provenientes de Argentina.
Las fuentes indicaron que todo el operativo para cerrar la representación diplomática había concluido, pero quedaba pendiente que se defina la situación de los seis asilados, a quienes el régimen se niega a darle un salvoconducto. Por estas horas, se atravesaban horas decisivas y en el ámbito diplomático había tensión, pero cierto optimismo de que se pueda encontrar una solución. La misión que encabeza el Encargado de Negocios, Andrés Mangiarotti, estuvo los últimos meses asistiendo a los refugiados que fueron alojados en la Embajada.
Lo cierto es que el gobierno de Estados Unidos reclamó de manera enfática, mediante un comunicado de su embajada en Caracas, que el régimen de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello otorguen el correspondiente salvoconducto para que puedan abandonar la residencia del embajador argentino sin el peligro de ser detenidos.
La dictadura chavista expulsó del país el lunes a todos los diplomáticos argentinos bajo el argumento de una injerencia en los asuntos internos. “En virtud de las injerencistas acciones y declaraciones de su gobierno de desconocer los resultados electorales de los comicios presidenciales efectuados el domingo (…) ha decidido solicitar el retiro de nuestro país de los funcionarios diplomáticos y consulares argentinos en el plazo máximo de 72 horas a partir de la presente fecha”, estableció la nota formal que envió la Cancillería venezolana.
En esa carta, se aclaró de manera especial que sólo los argentinos podrían salir del país y que no estaban autorizados los seis dirigentes del equipo de la líder opositora María Corina Machado que están refugiados porque pesa sobre ellos una polémica orden de detención. En ese sentido, la nota aclaró que el permiso, sólo “atañe sólo al personal argentino, quienes contarán con todas las garantías para su retiro inmediato del territorio nacional, y no posee vinculación alguna con la presencia de ciudadanos venezolanos asilados en esa misión diplomática desde el 20 de marzo de 2024″.
Las personas que están refugiadas son Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Mottola y Magalí Meda.
El gobierno argentino buscó hacer valer el artículo 19 de la Convención de Asilo -que ironías de la historia se firmó en Caracas en el año 1954- que establece que en caso de ruptura de relaciones, las personas que cuenten con asilo tienen la misma protección que los diplomáticos. “Si por causa de ruptura de relaciones el representante diplomático que ha otorgado el asilo debe abandonar el Estado territorial, saldrá aquel con los asilados. Si lo establecido en el inciso anterior no fuere posible por motivos ajenos a la voluntad de los asilados o del agente diplomático, deberá éste entregarlos a la representación de un tercer Estado Parte en esta Convención, con las garantías establecidas en ella. Si esto último tampoco fuere posible, deberá entregarlos a un Estado que no sea Parte y que convenga en mantener el asilo. El Estado territorial deberá respetar dicho asilo”, es el artículo en cuestión que la dictadura de Maduro no reconoce.
Ante esta negativa, desde el mismo lunes, apenas se conoció la orden de expulsión, se abrieron canales de negociación informales y discretos con varios países de la región para que puedan recibir a los refugiados. La intención fue establecer contactos con países que tengan comunicación con Caracas, para que se les permita dejar la representación diplomática sin terminar presos.
Ante este peligro, la embajada de Estados Unidos en Caracas emitió una fuerte declaración: “Las amenazas y persecución en contra de los miembros de la oposición democrática resguardados en la embajada de Argentina en Caracas deben detenerse”, planteó el gobierno de los Estados Unidos a través de un mensaje difundido por su Embajada en Venezuela. “Hacemos un llamado para la aprobación inmediata de su salvoconducto”, agregó.
Esta mañana se vivieron momentos de tensión cuando desde la cuenta de X del Comando Nacional de Campaña posteó esta mañana temprano: “Atención. Fuerzas policiales del régimen rodean la embajada argentina en Venezuela. Un llamado a los vecinos a impedirlo. Alertamos al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela”. Más allá que desde el interior de la residencia se aclaró que en realidad se trató de un control de rutina, la tensión que se vive allí se acreciente hora a hora.
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