El cuerpo de la víctima fue hallado este martes por la tarde en Hipólito Yrigoyen con las manos atadas en la espalda.
El hallazgo de un cuerpo conmovió a los habitantes del municipio salteño de Hipólito Yrigoyen: un hombre fue hallado sin vida, dentro de su hogar; un familiar entró y lo vio con las manos atadas en la espalda. La policía llegó al lugar y empezó a investigar el caso como homicidio.
Ahora se conocieron más detalles del caso. El hombre hallado muerto era Juan Carlos Torres y quien lo encontró es José Luis Taritolay, que dijo que había ido a visitar a su suegro de 74 años en barrio Estación y lo encontró así: atado, con una mancha sanguinolenta en el cuerpo.
Llamó a la policía a las 15.30. El móvil 1205 llegó a la vivienda y constató que lo relatado por teléfono era verdad: había un hombre muerto.
Junto a Taritolay estaba Daniel Álvarez. Ambos declararon que habían ido a darle el almuerzo al puestero Juan Carlos Torres. Cuando llegaron, según declararon, la puerta estaba abierta. Entraron y vieron a Torres contra el piso, boca abajo, atado de manos hacia atrás, sin signos vitales, con la cabeza tapada con una toalla y en el sector lateral izquierdo observaron manchas sanguinolentas, como así en el piso y en las prendas de vestir.
La policía señaló que la cuerda que se utilizó en la atadura tiene semejanza con otras encontradas en el armario del inmueble.
En el peritaje, los investigadores observaron una huella de pie calzado completa y otra parcial.
Algo llamativo del caso: la puerta de ingreso no tiene signos de violencia. Otra cuestión importante: en el lugar se encuentra un cargador de celular no así el aparato.
Asimismo, los efectivos registran dos sectores de ingreso y egreso al predio por la parte posterior.
En el lugar se incautaron dos machetes.
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