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"Todo halago cuesta el doble"Lionel Scaloni admitió preocupación con miras a la final por la Copa América: “En lo físico estamos ahí”

Lionel Scaloni. Foto: CARL DE SOUZA / AFP.

Sin la emoción del pasado, pero con la intensidad de siempre: así vivió Lionel Scaloni la semifinal de la Copa América contra Canadá; el domingo afrontará contra el ganador de Uruguay vs. Colombia la cuarta final desde que asumió como entrenador de la selección.

Un abrazo y varias sonrisas antes del partido con el seleccionador Jesse Marsch, el que en el estreno de la Copa América se había quejado de que la Argentina había salido a jugar el segundo tiempo sin haber respetado una regla de la FIFA (sobre demora en el descanso), reflejaron la calma que envolvió a Lionel Scaloni durante un triunfo que nunca estuvo en peligro. Los sofocones que la selección había soportado ante Ecuador, en los cuartos de final, se repitieron en los últimos compases frente a Canadá, un rival que incomodó recién cuando el equipo ensayó cambios para oxigenarse y preservar a algunas piezas que estaban advertidas con tarjetas amarillas. Entonces asomaron pequeños síntomas de nerviosismo en el Gringo, algún gesto y las clásicas órdenes para que la actitud y la concentración no decayeran.

El 2-0 en la semifinal no se alteraría, pero el deseo de que la valla invicta volviera a cero, como lo había estado en tres de los cuatro partidos, era un plus para la misión. Y la misión se cumplió: jugar la cuarta final del ciclo, después de las conquistas en la Copa América de Brasil (2021), la Finalissima (2022) y el Mundial Qatar 2022. “Lo vivo de la misma manera, con mucha intensidad mientras está el partido. Llevo eso dentro y no cambiará por más finales que juguemos. Estoy un poco más tranquilo, no se me ve emocionado. Estoy bien, contento. Por el hecho de que nos queda un partido tiene que ser medido el festejo. Lo vivo de modo increíble porque jugadores y cuerpo técnico sabemos todo lo que nos costó la Copa América: lo disfrutamos el doble”, manifestó Scaloni sobre las sensaciones de ser protagonista de una nueva definición.


“Es como para estar orgulloso y agradecido a ellos [los jugadores], porque a lo mejor ayer [por el lunes] me preguntaba si tendemos a normalizar, y no sé si fui claro: es dificilísimo llegar a otra final. Sobre todo, por cómo venimos: todo halago, éxito, y eso cuesta el doble. Los que estamos dentro sabemos cuánto cuesta llegar. Es sensación de felicidad, pero también es preocupación porque todo cuesta mucho más. La vara está muy alta, y todos pensaban que era un camino de rosas y que era fácil. Pero Canadá fue un rival difícil, que se multiplica. Que la gente disfrute. Nosotros vamos a disfrutar este partido y pensar que va a ser dificilísimo lo que viene, a un paso de ganar la copa. Vamos paso a paso, tranquilos. Nos quedan unos días para descansar. En una situación privilegiada, porque tendremos un día más, pero en lo físico estamos ahí”, advirtió el entrenador.

El estadio MetLife y una camiseta roja enfrente. El escenario se repitió, pero el contrincante era Canadá, aquel contra el que se inició el camino y que ahora precedió la última función. Las pequeñas charlas individuales para corregir movimientos tuvieron a varios interlocutores: Enzo Fernández, Cuti Romero, Ángel Di María, Rodrigo De Paul se acercaron al lateral para escuchar al seleccionador, que cuando fue designado para el amistoso con Guatemala en Los Ángeles, en 2018, recibió fuertes críticas, pero las hizo desaparecer en el camino con los títulos de campeón, la larga serie invicta, la renovación que ensayó sin que le temblara el pulso.

“Trabajamos en el rival, en por dónde podíamos entrarle y por dónde podía entrarnos. Tener un partido anterior con ellos ayudó un poco a saber por dónde podía ir éste. A los otros los cancelamos, los borramos, y a pensar en lo que viene”, comentó el DT acerca de la preparación para el encuentro con la selección que fue sorpresa y la mejor de la cuatro de Concacaf (participaron también México, Jamaica, Costa Rica, Panamá y el local, Estados Unidos).

“El equipo en todos los partidos hizo cosas buenas; de mi boca nunca salió que estuviera disconforme. Imposible estar disconforme. Ninguna chance de que el cuerpo técnico esté disconforme por cómo se brindan. El fútbol es esto: intentarlo, aunque no salga. Se puede jugar bien o mal, pero no es que no se intenta. En todos estuvimos a la altura. El rival a veces no deja desplegar lo que queremos”, comentó acerca de cómo fue el recorrido el pujatense, que está a la espera de que algunos familiares se sumen para acompañarlo en la final del domingo.

Ir a mirar un par de veces la imagen de la revisión del gol de Messi, con el que mantuvo pequeños diálogos –siempre con las bocas tapadas, para que no les leyeran los labios–, y la posibilidad de que Leo empezara a discontinuar su presencia –Di María jugará su último partido el domingo– fueron otros temas abordados por Scaloni. “Yo soy partidario de esperar y no retirarlo antes de la selección. Él se pone melancólico, la familia, los hinchas… Después ya veremos si lo convencemos o no. Tiene que estar acá y disfrutar el momento”, apuntó sobre el número 11. “A Leo y a Ángel hay que dejarlos. Nosotros no seremos los que les cierren la puerta. Leo puede estar hasta cuando quiera y que decida lo que quiera. Podría llevármelo a otro lado. Sería de gran ayuda”, comentó entre risas sobre el futuro de Messi.

Mantener el apetito de gloria no desenfoca al director técnico. “Acostumbramos a la gente a estar en la final. Más allá de ganar o no, la gente está identificada con el equipo. Nosotros intentamos que el equipo siempre juegue bien. La clave es borrar lo que pasó. No soy fanático de la estadística; hay que seguir. Ellos están hechos, de chiquitos, para competir, competir, competir. No puedo decirles «se ganó» y no se compite más, porque va en contra de los que ellos quieren. No es difícil que ellos lo entiendan. Y en lo personal, como jugador de las juveniles y parte del anterior cuerpo técnico nunca vi a un jugador que no sintiera como lo sienten éstos. Después, se gana y se magnifica que se siente más. Vi vestuarios muy tristes por no ganar y esa sensación siempre estuvo. Ahora parece que los que ganan son diferentes a los otros. Pero es algo que siempre llevamos adentro”, aludió al amor de los futbolistas argentinos por el seleccionado.

Lionel Scaloni conversa con Lionel Messi en una interrupción del partido con Canadá; "Nosotros no seremos los que le cerremos la puerta", dijo sobre la continuidad del capitán y también de Ángel Di María en el grupo
Lionel Scaloni, Lionel Messi.

El futuro fue un tema importante entre los abordados por el seleccionador: el inmediato, la final, y también lo que vendrá más adelante. Por un lado habló sobre Uruguay y Colombia, los protagonistas de la otra semifinal, la de este miércoles a las 21 de Buenos Aires en Charlotte. “Son dos rivales top. Sería imprudente decir que prefiero a uno u otro: uno ya nos ganó y contra Colombia todavía no jugamos con este entrenador”. Y por otro, sobre el mediano plazo: “No estoy pensando a diez años sino ahora, en lo que viene, y en seguir en las eliminatorias. El legado es este camino; el futbolista argentino siempre va a brindarse de esta manera. Con el auto en la autopista y algunas veces en que ayude la suerte, con éstos y con los que vengan, el camino va a estar bien”.

Desde 2018 Scaloni dirigió en 61 partidos a la selección y perdió apenas dos. “Como DT estoy contento de que el entrenador rival sea argentino”, aludió a Marcelo Bielsa y Néstor Lorenzo, los preparadores de los uruguayos y los colombianos, respectivamente. “A los dos los aprecio y los conozco. Para nosotros es positivo que las selecciones se fijen en entrenadores de nuestro país”, valoró.

 

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