A raíz de la denuncia que radicó una religiosa en contra del Arzobispo de Salta por violencia de género, se ordenaron medidas cautelares.
Una monja de la Congregación Carmelitas Descalzas, radicó una grave denuncia en contra del Arzobispo de Salta por un presunto hecho sucedido hace dos años atrás. La jueza interviniente habría ordenado las medidas necesarias para resguardar a la víctima.
La denuncia fue a parar directamente en al Juzgado de Violencia Familiar y de Género de tercera nominación, a cargo de la Dra. María Carolina Cáceres. Se desconoce si la misma entró primeramente por comisaría, OVIF, Polo de la Mujer o en la fiscalía pertinente, pero cuando el denunciado es una persona importante, son los jueces quienes se encargan de llevar la causa bajo siete llaves.
Las medidas cautelares que se disponen para todos los casos donde existe violencia de género, son la prohibición de ejercer actos de violencia física, psíquica y prohibición de acercamiento entre el denunciado y la víctima. De esta manera, Cargnello no podría acercarse al convento de calle Caseros donde está la religiosa que tomó valor y rompió el silencio.
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