Su posible participación en el pedido de coimas para la campaña electoral de 2013, el uso de la quinta de Olivos y su departamento en Recoleta serán ejes de las preguntas que le hará Bonadio el 13 de agosto.
El próximo lunes 13 la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volverá a los tribunales federales de Comodoro Py y será indagada por la investigación de los supuestos cuadernos de las coimas.
El juez federal Claudio Bonadio la tendrá cara a cara y formulará preguntas e indicios sobre su presunto rol en la operatoria de recaudación de decenas de millones de dólares que se habrían robado durante una década, según consta en los cuadernos que escribió el exchofer salteño, Oscar Centeno, y que dio a conocer el diario La Nación.
«Una reunión que tuvo el ministro De Vido, Baratta y la Sra Presidenta Cristina F. Kirchner en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales (sic)».
Una de los ejes de la indagatoria será su supuesta participación que habría sido señalada por Centeno quien le adjudica un supuesto rol protagónico luego de la muerte de su marido, Néstor Kirchner. Cristina les habría dado órdenes de recaudar entre las empresas para las elecciones de 2013 al ministro Julio De Vido y a su lugarteniente, Roberto Baratta, con quienes habría conformado una presunta asociación ilícita, según indicó el fiscal Carlos Stornelli.
Centeno confesó haber escrito a puño y letra los cuadernos donde se habría registrado cada paso del robo de fondos del Estado. El devenido colaborador de Baratta indicó en uno de los ocho cuadernos «una reunión que tuvo el ministro De Vido, Baratta y la Sra Presidenta Cristina F. Kirchner en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales (sic)».
La Nación plantea que Centeno se enteró del contenido de esa reunión porque, según surge en los cuadernos que escribió, en ocasiones él mismo presenció algunos diálogos; otras veces, porque Baratta le contó lo conversado y en otras porque escuchaba lo que el ladero de De Vido informaba por teléfono a terceros.
Las sospechas toman peso cuando el primer empresario se quebró y decidió colaborar con la Justicia, el expresidente de Isolux, Juan Carlos de Goycoechea, confirmando la supuesta operatoria. El viernes admitió que pagó sobornos y que le pidieron dinero para la campaña aunque buscó ubicarse en un rol pasivo. Aseguró que lo «apretaron» para que entregue millones.
Bonadio y el fiscal Stornelli también interrogarán a Cristina por el uso de la quinta de Olivos y su departamento de Rcolecta, como escalas neurálgicas en la recolección de sobres, paquetes, cajas, valijas y bolsos llenos de dólares durante años.
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