El auge del ingreso terrestre de cocaína no tiene límites y como hace muchos años los carteles están atomizando el tráfico con microenvíos humanos.
Esta modalidad tiene dos formas conocidas, las mulas, es decir el que lleva la droga adosada al cuerpo como una carga y los camellos, aquellos que llevan la carga de cocaína en cápsulas en el interior de su estómago, esta última práctica es de gran riesgo para la vida del traficantes según informó El Tribuno.
Así es que Gendarmería Nacional detuvo en un colectivo de larga distancia que había salido de Jujuy con destino a Buenos Aires a una mujer mayor de edad, quien dijo ser ciudadana boliviana.
La joven perdió la serenidad al ser consultada y chequeada por los uniformados.
Al requisarla constataron que tenía entre sus prendas de vestir, a la altura del abdomen y en la espalda, sostenida por una faja 100 cápsulas que al ser sometidas a la prueba de narcotest dio positivo para cocaína con un peso de 1.097 kilos.
La mujer fue comunicada de su detención e inmediatamente y por voluntad propia señaló que el propietario de la sustancia era su presunto novio, quien viajaba a bordo de la misma unidad. Intervinieron el juez y fiscal de Salta, quienes autorizaron la detención de la pareja.
Mucha droga
Las informaciones sobre los últimos secuestros marcan a las claras que los decomisos de estupefacientes crecieron de manera alarmante, por lo que los expertos en el tema aseguran que al crecer los secuestros se estima que también lo hicieron los cargamentos que no pudieron ser interceptados.
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