Por la ley de movilidad, los haberes tendrán el segundo reajuste de este año y acumularán, con la suba otorgada en marzo, un 41,5%%, varios puntos porcentuales por debajo de la inflación estimada para el primer semestre; cómo quedan los montos a percibir.
Las jubilaciones y pensiones del sistema contributivo general de la Anses tendrán en junio un reajuste de 20,92%, según lo anunciado hoy por el ministro de Economía, Sergio Massa y la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta. acuerdo con el dato oficializado esta tarde por el Gobierno. La recomposición, que se otorga en función de lo establecido por la ley de movilidad trimestral, alcanza también a los beneficios no contributivos, como la PUAM, y a las asignaciones por hijo, tanto a la AUH como a las prestaciones que perciben un grupo de asalariados del sector formal y de monotributistas.
A la recomposición por movilidad se adicionará el pago de un nuevo bono para un grupo de jubilados, que reemplazará al que se percibe hasta este mes de mayo, aunque en junio será de igual monto, es decir, de $15.000 para quienes perciben el equivalente hasta una vez el haber mínimo, que será de $70.938, en bruto. En julio el refuerzo para quienes cobren el ingreso básico (o menos, en el caso de pensiones no contributivas) será de $17.000, y en agosto, de $20.000. Esos adicionales implicarán un gasto del Estado de $250.000 millones en el trimestre, según especificó Massa.
En el caso de quienes cobran algo más, Raverta indicó que habrá, tal como ocurre hasta ahora, bonos de diferentes montos si el ingreso supera levemente el haber mínimo, y un refuerzo de $5000 (la misma cifra que entre marzo y el mes actual, pese a la inflación) para quienes tengan un ingreso ubicado en un rango de entre un determinado monto -que indicará la reglamentación- y el equivalente al haber mínimo multiplicado por dos (desde junio, $141.876). Según cómo se fueron instrumentando hasta ahora estos refuerzos, si se repite el esquema quienes tengan un haber bruto superior a los $146.876 no recibirán compensación alguna por la caída de poder adquisitivo que implica la insuficiencia de los resultados de la fórmula de movilidad frente a la creciente inflación.
Menor poder adquisitivo
El de junio es el segundo aumento que se otorga este año en función del resultado del cálculo previsto por la ley 27.609, que aprobó el Congreso a fines de 2020, a propuesta del Poder Ejecutivo. Como en marzo hubo una suba nominal de 17,04%, el reajuste acumulado entre el inicio del año y el sexto mes será de 41,5%, entre 8 y 9 puntos porcentuales por debajo de la inflación estimada para la primera mitad del año, que ronda el 50% si se tienen en cuenta los datos del Indec correspondientes al período enero-marzo y las proyecciones de economistas para los meses de abril a junio (se consideró la estimación promedio para esos meses que arroja el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central). Para quienes no reciben bonos eso significa una caída del valor real de los ingresos de entre 5 y 6% en un semestre.
Así, al igual que ocurrió en 2022, los aumentos nominales resultantes de la fórmula de actualizaciones llevan a que los ingresos pierdan poder adquisitivo. Según Massa y Raverta, el haber mínimo tendrá un incremento interanual, entre junio de 2022 y de este año, de 130%, con una suba real de 7%. Esas cifras (nominalmente el alza es de 129% y en términos reales resta conocer los índices de inflación de abril y mayo) surgen de considerar en la comparación el pago del refuerzo de $15.000 que, en rigor, no se incorpora al ingreso habitual y que, por tanto, podría no ser pagado en el futuro.
Cómo quedan los montos a cobrar
Con la recomposición que se aplicará en junio, que está en línea con lo anticipado un semana atrás por LA NACION, el haber mínimo pasará de $58.665,43 a $70.938 y el máximo, de $394.762,81 a $477.347. Los valores son en bruto.
En términos netos (una vez descontado el aporte para el PAMI), quienes tienen el ingreso mínimo recibirán en mano $83.810, considerando el haber propiamente dicho y el extra de $15.000. Y, como se trata del mes de junio, se sumará el aguinaldo, que se calculará sobre el nuevo monto del ingreso habitual. Entonces, al bolsillo llegarán $118.215 (en términos brutos, serán $121.407).
En el caso de cobrar un haber igual a dos veces el mínimo se pasará, con los bonos, de $122.330 (en bruto) y $117.050 (en mano), a $146.876 y $140.492, respectivamente. El mes próximo a a eso se le sumará el aguinaldo, equivalente a la mitad del ingreso ya actualizado.
El pago de bonos mensuales para un grupo de jubilados y pensionados es una medida que tiene continuidad desde septiembre de 2022. Es una decisión que se tomó a causa de que la fórmula para las actualizaciones da resultados que dejan a las subas de las prestaciones previsionales por debajo del avance de los precios. Se trata de una política que genera, en la práctica, aumentos diferenciales según el rango de ingresos, sin que se garantice para todos no perder poder de compra. Y esa diferenciación no es algo previsto por un régimen de movilidad.
La Asignación Universal por Hijo, por su parte, pasará de $11.465 a $13.864 (se cobra cada mes el 80% del monto, en tanto que el 20% queda sujeto a la acreditación anual del cumplimiento de determinadas condiciones).
En el caso de las asignaciones por hijo que perciben algunos asalariados registrados y monotributistas, se actualizarán las cifras a cobrar y los ingresos topes del hogar para estar en cada uno de los tramos que prevén ingresos de montos diferentes. Hay cuatro importes hoy vigentes: el que hasta este mes está en $2410 pasará a $2914; el de $4675, a $5653; la asignación que hoy es de $7732 subirá a $9350 y la actual de $11.465 será de $13.864 (igual que la AUH).
Según lo establecido por ley, hay cuatro reajustes cada año, en marzo, junio, septiembre y diciembre. En el cálculo de la movilidad intervienen la variación interanual que tuvo en un trimestre la recaudación de los impuestos con los que se pagan en parte las prestaciones de la seguridad social, medida por beneficio, y la evolución trimestral de los sueldos según uno de dos índices oficiales: el Ripte o el índice salarial difundido por el Indec (se elige el que haya tenido la mayor suba en el período de referencia que, en este caso -en el que se utilizó el Ripte- es el primer trimestre del año). El mecanismo prevé la eventual aplicación de un tope para el porcentaje a otorgar en el último mes del año, vinculado con la recaudación de los recursos que van a la Anses.
El reajuste alcanzará a 5,63 millones de jubilados y pensionados del sistema contributivo (que son perceptores de alrededor de 6,75 millones de beneficios), 1,8 millones de beneficiarios de prestaciones no contributivas, 4,34 millones de chicos por los que se percibe la AUH, otros 758.000 hijos de quienes cobran prestaciones no contributivas, y 3,27 millones de personas por las que se cobra la asignación por hijo del sistema contributivo (chicos a cargo de asalariados y de monotributistas). Así, el sistema de recomposiciones trimestrales y automáticas que contempla la ley, llega a casi 17 millones de prestaciones, que son percibidas mensualmente por 15,8 millones de personas.
Reajuste de aportes previsionales
Además, por el índice de movilidad se actualizan trimestralmente el piso y el techo de las remuneraciones para el cálculo de los descuentos a la seguridad social y los aportes previsionales de los autónomos. Todos los montos aumentarán en junio un 20,92%.
De esta manera, los aportes de los empleados bajo relación de dependencia se calcularán con una base mínima de $23.892; es decir, si, por hacer un trabajo de tiempo parcial, alguien tiene un salario inferior, los aportes se estimarán sobre esa cifra y serán de $4062. A la vez, el tope para cálculo será de $776.478; esto implica que, para remuneraciones iguales o superiores a ese importe, los descuentos con destino al sistema jubilatorio, a la obra social y al PAMI serán, en conjunto, de $132.001.
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