Opinión

AnálisisLas falacias de Juan Cabandié para justificar su inacción frente a los incendios en Corrientes

Por  Nicolás Wiñazki

El ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, visitó el viernes pasado la provincia de Corrientes. Lo hizo sin avisarle a las autoridades locales. Hace diez días que los acusa de ser responsables del avance voraz de los incendios forestales que, tras más de un mes de iniciados los primeros focos, ya se devoraron alrededor de 800 mil hectáreas de esa provincia.

Una catástrofe ambiental de final y consecuencias aún imposibles de mensurar. El helicóptero de Cabandié bajó en la localidad de San Miguel, donde brigadistas que le responden usan una escuela como base de operaciones. Solo acompañado de funcionarios de su confianza y un equipo de prensa y especialistas en generar material audiovisual, sobrevoló los Esteros del Iberá. Antes del fuego, un paraíso de flora y fauna autóctona. Después del fuego, buena parte de su extensión es tierra yerma, desierto de ceniza.

Documento oficial que revela que el Ministerio de Medio Ambiente de la Nación había sido alertado el 13 de enero de este año de los riesgos de focos de incendio en la provincia producto de la sequía y el calor extremo.Documento oficial que revela que el Ministerio de Medio Ambiente de la Nación había sido alertado el 13 de enero de este año de los riesgos de focos de incendio en la provincia producto de la sequía y el calor extremo.

El gobernador radical Gustavo Valdés se enteró que Cabandié había vuelto a su provincia. A pesar de los enfrentamientos públicos, lo llamó por teléfono. Cabandié le respondió enojado. “Llamalo a Macri para que pare de tuitear en mi contra”, sorprendió al gobernador. “Yo no hablo con Macri”, replicó el mandatario. “Que pare de criticarme”, insistió el ministro.

Alrededor de ambos se profundizaba el mayor desastre ambiental que jamás nunca ocurrió en una provincia nacional, caracterizada por sus bosques, sus campos dedicados a la agricultura, sus animales ahora extraviados, o muertos, por el acecho del calor desconocido.

La conversación fue reconstruía por Clarín en base a testigos que supieron de primera mano qué hablaron estos dos antagonistas. Todos los fuegos, un fuego: la naturaleza verde destruida por las llamas, la política en el medio. Valdés se convenció así que no tenía sentido seguir intentando dialogar con el ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el funcionario que tiene a su cargo el Sistema Nacional del Manejo del Fuego (SNMF).

Documento que revela que ya el año pasado el gobierno de Corrientes le solicitó a la Nación el envío de aviones hidrantes. El pedido no obtuvo respuesta.Documento que revela que ya el año pasado el gobierno de Corrientes le solicitó a la Nación el envío de aviones hidrantes. El pedido no obtuvo respuesta.

En declaraciones a Radio Mitre, el gobernador Valdés cerró así su intento de acercamiento con el funcionario: “La conversación está terminada”.

El inició de los cruces entre el ministro y el gobernador empezaron cuando el funcionario aseguró que Valdés y su Gabinete habían alertado tarde a su organismo de incendios que ahora solo pueden ser frenados por la lluvia, aunque son mitigados por el hombre y sus máquinas.

Hace diez días, en una entrevista con TN, Cabandié afirmó que la gobernación de Corrientes era responsable de no haber pedido ayuda a la Nación por los incendios cuando los focos eran quizás controlables. Lo dijo así: ”El 23 de enero ofrecimos a la provincia medios aéreos y recursos humanos. El pedido de la provincia comenzó el 5 de febrero. El 4 ya teníamos un avion porque lo pidió primero el Parque Nacional Iberá y el 6 ya teníamos brigadistas porque el 5 lo pidió la provincia”.

El ministro repitió esa postura esta última semana.

El gobernador Valdés desmintió al funcionario y lo acusó de hacer mal su trabajo.

La hojarasca de la confrontación política deja paso a los hechos con pruebas irrebatibles al respecto. Clarín accedió a documentación oficial que demuestra que las fechas de pedidos de Corrientes al Ministerio de Medio Ambiente no coinciden con las declaraciones del calendario de Cabandié.

El 25 de febrero del 2021, hace casi un año, el ministro de Producción de Corrientes, Claudio Anselmo, le solicitó de modo formal al Ministerio de Medio Ambiente, al mando de Cabandié, que la Nación envíe a su provincia a cuatro aviones hidrantes. En el texto, que consta como recibido por el organismo nacional, se señalaba que podrían desatarse incendios debido el “déficit hídrico, sumado a las altas temperaturas y períodos ventosos que se dieron a lo largo de todo el año”.

Según consta en un expediente interno de Medio Ambiente, el Gobierno nacional no respondió nunca a ese pedido.

En otros documentos consta que, hasta la llegada al poder del Frente de Todos, la provincia de Corrientes tenía bajo su potestad de administración a 4 aviones hidrantes, que la nueva gestión retiró para usar en otros destinos.

La afirmación más tenaz de Cabandié respecto a que la Gobernación de Valdés retrasó su pedido de ayuda frente a los primeros incendios en el litoral, pierde total consistencia con otro documento oficial.

En otra carta enviada por el ministro Anselmo a Cabandié, fechada el 25 de enero de este año, con los incendios ya avanzando sobre la geografía del litoral, el funcionario correntino le vuelve a solicitar a la Nación aviones hidrantes. La provincia de Corrientes describe en ese texto que la propia administración de Valdés había contratado a tres aviones hidrantes, mientras que la Nación solo había enviado una sola nave para intentar apagar el fuego.

Pero el párrafo más relevante de ese otro escrito sellado y recibido por Medio Ambiente, es el que detalla que el 13 de enero pasado, Anselmo había mantenido una reunión presencial con la jefa de Gabinete de Ambiente, María Soledad Cantero, “en la que se le planteó” la situación que sufría Corrientes “al igual que la necesidad de contar con un equipamiento específico para el combate de incendios rurales para las brigadas terrestres y dotaciones de los cuarteles de los Bomberos Voluntarios de la Pcia. de Corrientes”.

Es decir que, al contrario de lo que Cabandié declaró en público, una de las más altas autoridades de su ministerio estaba al tanto de los pedidos de asistencia que realizó la gobernación de Valdés. Eso pasó el 13 de enero. Según el funcionario, “el pedido de la provincia empezó el 5 de febrero”.

Dos opciones.

Primera: Cabandié acusó adrede a Corrientes de ser responsable de un retraso que generó consecuencias ambientales que continúan cada día más destruyendo la tierra de la provincia para despegarse él de cualquier costo que podría generarle este problema mayúsculo.

Segunda: Cabandié habló desconociendo por completo lo que sabía su jefa de Gabinete, a lo que se suman los pedios de aviones hidrantes solicitados por Corrientes ya el año pasado.

¿Puede la política haber importado más que la naturaleza, y hasta la pérdida de vidas humanas, y animales, y el fin de bosques forestales y de los Esteros del Iberá?

Cabandié es un funcionario sin ninguna experiencia previa en cuestiones de Medio Ambiente, criado en la militancia radicalizada de la agrupación juvenil La Cámpora, a la que dejó de pertenecer por peleas con su cúpula, es decir, con Máximo Kirchner.

Ese estilo de hacer política, eligiendo un enemigo para la coyuntura, creando un relato favorable a sus intereses, podría ser la causa de más declaraciones que generaron indignación ya entre los bomberos que trabajan contra los fuegos imparables del litoral.

El 30 de enero pasado, el funcionario nacional aseguró de modo asombroso que en Corrientes “los únicos que están combatiendo el fuego son brigadistas de la Nación”.

Esa declaración, difundida por la agencia Télam, cae por su propia candidez o cinismo.

El 11 de enero de este año, el bombero voluntario José Luis Mombaj murió en un accidente ocurrido mientras intentaba ayudar a apagar los incendios en la localidad de Yapeyú. Ahí mismo donde nació el héroe de la patria José de San Martin.

La polémica entre Cabandié y el gobernador Valdés no continuaría en los próximos días.

El gobernador no tiene interés en seguir polemizando cuando el fuego sigue llevándose por delante a más del 10 por ciento de su provincia.

El ministro, a pesar de todo, sigue buscando otros responsables de esta tragedia del litoral. El viernes pasado, volvió a acusar a los productores rurales de Corrientes de haber iniciado el desastre.

Ese día, en la para él más calma Misiones, con el gobernador amigable Oscar Herrera Ahuad a su lado, anunció que su ministerio financiaría con 26 millones de pesos la instalación de una brigada nacional de lucha contra el fuego en la ciudad de Apóstoles.

Más tarde, difundió a través de la prensa que presentará una demanda en la Justicia para que se investigue “si fueron ruralistas los quemaron sus campos para acelerar la producción agropecuaria, provocando que las llamas se desmadren”.

Más allá de la polémica con Cabandié, Corrientes se transformó en un centro en el que giró la política nacional durante la última semana.

Valdés habló y recibió ayudas para combatir al fuego de parte del gobernador Sergio Uñac, de San Juan; de Gerardo Zamora, de Santiago del Estero; de Gustavo Sáenz, de Salta. Son mandatarios que integran, como Cabandié, la “familia” cada vez más disfuncional que es la coalición de gobierno conocida como “Frente de Todos”.

Entre los gobernadores oficialistas que ayudaron a Corrientes, quien más sorprendió a Valdés fue el bonaerense Axel Kicillof. El ministro de Seguridad, Sergio Berni,viajó a Corrientes con un equipo de brigadistas y naves que asombraron al mandatario por su eficacia.

Fuera de micrófono, y más allá de que se filmó volando en helicóptero como un aventurero, Berni es muy elogiado por la gobernación correntina.

Por supuesto, Valdés también se comunicó y consiguió apoyos de sus de sus pares del radicalismo, como el jujeño Gerardo Morales.

Ayer, el gobernador recorrió varios de los peores focos de los incendios. Se estremeció cuando descubrió entre las cenizas a pezuñas de búfalos que murieron quemados.

Su ministro de Gobierno, Carlos Vignolo, es veterinario. Según él, los animales filmados escapando del fuego, como yacarés, o distintas clases de monos, o aves, siempre que hayan sobrevivido a su travesía, volverán a su lugar de origen si es que la lluvia vuelve a caer sobre Corrientes. Con el agua del cielo, los Esteros del Iberá, por ejemplo, podrían recuperar su ecosistema en poco tiempo. En otras geografías el desastre durará décadas.

Un última intriga altera a la gestión correntina aunque no será aceptada en público por los funcionarios: ¿por qué las siete entradas a los Esteros del Iberá se prendieron fuego de noche? ¿Por qué el Parque Industrial de la ciudad de la que es oriundo Valdés, Mercedes,se incendió cuatro veces seguidas? ¿Como es posible que cuando el jefe porteño, Horacio Rodríguez Larreta, visitó un sitio de conservación de aves se desató el fuego de golpe frente al lugar? ¿Puede haber quemas intencionales pero generadas por la política y no por ruralistas?

Una sola noticia se transformó en plegaria en la provincia rodeada de ríos y lacerada por el fuego. Según pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional, este domingo podría ocurrir lo natural que ahora es extraordinario. Que el agua caiga del cielo y ayuda a mitigar las llamas. En Corrientes se espera como nunca antes, nada más, ni nada menos, que llueva.

 

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