La situación de una vecina de barrio Alto La Loma refleja el lamentable estado en que se encuentran las calles de la zona. Además reclaman por varios hechos de inseguridad.
Una historia que se repite en varias zonas de la ciudad de Salta no es ajena a lo que sucede en barrio Alto La Loma.
Situado en la zona oeste se empezó a poblar hace diez años aproximadamente y a pesar del crecimiento urbano, comercial y de infraestructuras que benefició a la zona, aún quedan obras por realizarse. Esto es lo que manifiestan vecinos del barrio, como Mercedes Sierra, que vive hace ocho años en una de las calles que están en peores condiciones: la Juan Moreira. Esta arteria atraviesa el barrio y conecta la avenida Perón con la Avenida Arenales, el problema es que ambos accesos al lugar son casi imposibles de transitar.
Carolina Agüero es una de las vecinas más afectadas, ya que tiene en la puerta de su casa un inmensa laguna de agua, que no solo impide el paso de vehículos, sino que también hace que su casa se llene de mosquitos.
La vecina no puede dirigirse a su casa de forma directa en vehículo ya que ingresar al barrio por la calle Juan Moreira es verdaderamente complicado. “Pedimos que aunque sea pase una maquina por acá”, explica la mujer , y acepta que “pedir que asfalten es muy difícil”, según informó La Gaceta de Salta.
Teresa Gerban vive hace siete años en el barrio y cuenta que ni siquiera tienen cordón cuneta y que a pesar de que juntaron firmas de vecinos hace un tiempo, nadie atiende sus reclamos.
Por otro lado, las vecinas relatan que desde la Municipalidad les dijeron que no pueden asfaltar las calles de su barrio mientras las del barrio de abajo (La Loma) no estén totalmente asfaltadas.
“Hasta el año pasado al menos nos mandaban una máquina que de vez en cuando nivelaba las calles, pero este año ni siquiera eso”, afirma Carolina, quien pasó el último verano con la laguna al frente de su casa.
Tres asaltos en los últimos meses
“Esto parece un barrio de nadie”, concluye Mercedes luego de comentar que en los últimos tres meses hubo tres asaltos a mano armada. La modalidad en los casos que relatan las vecinas es la misma: amenaza con arma blanca.
Otra de las vecinas cuenta que la policía no circula por la zona, lo que da rienda suelta al delito.
Es por este motiva, que los vecinos piden una garita o una patrulla que recorra las calles ya que “a veces vivimos con miedo” según afirma Agüero.
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