Los candidatos presidenciales Daniel Martínez, por el oficialista Frente Amplio (FA), y Luis Lacalle Pou, por el opositor Partido Ncional (blanco), retomaron hoy sus campañas electorales, el día después del primer debate para el ballottage en la historia de Uruguay , lo que concentró la atención y provocó festejos en ambos comandos partidarios. Fue un debate tenso y con cruce de acusaciones, pero con clima de respeto y saludo cordial al final.
Cuando faltan apenas diez días para la trascendente votación, Lacalle Pou -que lidera una coalición de cinco partidos opositores- está al frente de las preferencias para la segunda vuelta del 24 de noviembre.
En el FA, algunos dirigentes reconocen dificultades para reconquistar votantes «desencantados» con la izquierda, lo que les complica la competencia hacia el ballottage.
Durante el debate, anoche, Lacalle Pou transmitió la imagen de que los uruguayos ya se decidieron a favor de su postulación. «El 27 de octubre la ciudadanía dio un mensaje clarísimo: comenzó la alternancia, una alternancia para conformar mayoría parlamentaria», señaló el candidato blanco, porque «los uruguayos son sabios» y «no la dio a un partido político», sino «a un conjunto de partidos que le dice que quiere una alternancia plural».
El FA gobierna desde 2005 y en los tres períodos tuvo mayoría parlamentaria propia y la oposición se limitó al rol de controlar, con escasa incidencia. Por eso Lacalle Pou remarcó que la gente «quiere diálogo, no quiere más una verdad única».
Martínez buscó contraponer su experiencia en el sector privado, como ingeniero, y en el público, como senador, ministro y jefe de gobierno de Montevideo, a la trayectoria de su adversario, que es abogado pero no ejerció la profesión, y fue diputado y senador.
Pero sobre todo, la estrategia frenteampllista apunta a advertir que la alianza de opositores genera incertidumbre. «El Frente Amplio ha sido el partido de las certezas, no es que no haya tenido errores, que los ha tenido y por más que no se nos ha reconocido lo hemos dicho [.] Es un partido que ante todo, todo lo que hace lo hace pensando no en unos pocos privilegiados sino en la mayoría del pueblo oriental», afirmó.
Ahí está otro acento de campaña del FA, mostrarse como un partido que defiende a los sectores populares, contra partidos que defienden intereses empresariales y de unos pocos.
El politólogo Oscar Bottinelli, director de la encuestadora Factum, dijo que tras el ballottage quedó «un electorado que sufre un vacío» y que es nada menos que «un 42% de los uruguayos que no votó a Lacalle Pou ni a Daniel Martínez», y que ese era el público objetivo del debate. Consideró además que el Frente había apuntado a esa franja con algunos anuncios de la semana pasada sobre un gabinete ministerial que combinaba experiencia -con el expresidente José «Pepe» Mujica y el ministro de Economía Danilo Astori- y renovación, pero que «ese juego apareció diluido» durante el debate.
Partido difícil
La socióloga Mariana Pomies, de la consultora Cifra, dijo que si para el FA «venía el partido difícil, este debate no ha cambiado la situación», y aunque la elección no está definida, «sigue siendo un partido más fácil para el candidato» del cambio.
En la primera vuelta, Martínez logró 39% de los votos, mientras Lacalle Pou tuvo 28,6%, a lo que hay que sumar los socios de éste, el Partido Colorado (12,3%) y Cabildo Abierto (11%). Los partidos Independiente y De la Gente obtuvieron un 1% cada uno.
Las últimas encuestas muestran a Lacalle Pou como favorito: 47% a 42% según Opción, 48% a 42% según Equipos, y 49,6% a 42,5% según Radar.
El candidato frenteamplista almorzó hoy con el presidente electo argentina, Alberto Fernández, que antes fue recibido por el presidente Tabaré Vázquez . Fernández y Martínez integran el Grupo de Puebla, organización de partidos de izquierda que se reunió en Buenos Aires el fin de semana pasado.
Atrás quedó el debate presidencial, el primero desde que en 1999 se inauguró el sistema de ballottage y que es obligatorio por ley, y ahora queda una semana completa de campaña, hasta el silencio electoral previo a la votación del domingo 24.
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