El presidente uruguayo se refirió a los dichos de su par de Argentina, quien dijo que «en Montevideo abren la canilla y no sale agua», asegurando que esas declaraciones «pueden ser por dos razones: mala intención, o ignorancia”.
El presidente Luis Lacalle Pou se refirió este lunes a los dichos de su par de Argentina, Alberto Fernández, quien dijo que «en Montevideo abren la canilla y no sale agua», asegurando que esas declaraciones «pueden ser por dos razones: mala intención, que la descarto, o ignorancia» y confirmó que se comunicó con el embajador argentino en Uruguay para aclarar la situación.
La tarde del domingo, Alberto Fernández, en conferencia de prensa, durante la inauguración del gasoducto “Néstor Kirchner”, habló sobre el cambio climático que compete a todas las partes del mundo, pero, especialmente, a América Latina y utilizó como ejemplo lo vivido en el Uruguay. “El tiempo que nos viene por delante nos da enfrenta a muchos desafíos y nos da oportunidades. El gran desafío es el cambio climático, ya está visto. Lo vivimos en la sequía, lo vive Uruguay. En Montevideo abren las canillas y el agua no sale”, dijo el mandatario.
Frente a esto, las reacciones del oficialismo no tardaron en llegar e incluso el mismo presidente declaró que los dichos de Fernández «pueden ser por dos razones», mala intención, aunque remarcó que la descartaba o por ignorancia y remarcó que si su par argentino quiere obtener la información correcta solamente tiene que mirar en internet.
Por otro lado, remarcó que tuvo una conversación con el embajador argentino en Uruguay, Alberto Iribarne, con el cual tiene una muy buena relación, y aclaró que el canciller habló con el presidente argentino para explicarle la real situación que afronta el país.
El presidente aclaró que no se descartó la ayuda ofrecida por el gobierno argentino sino que la dejaron en «stand by», ya que toda ayuda sirve. «Sin desmerecer la ayuda, porque en este momento todo sirve, entre lo que consume Montevideo y parte de la zona metropolitana por día, esta ayuda es ínfima. Todo suma, todo sirve, la agradecemos, la reconocemos, la aceptamos y la respuesta fue un stand by por si en algún momento la necesitamos», explicó Lacalle Pou.
La semana pasada, Argentina realizó un ofrecimiento formal, presentado ante el Ministerio de Relaciones Exteriores por parte de la Embajada argentina en Uruguay en el que planteaba la posibilidad de brindar asistencia para “dar respuesta a las poblaciones vulnerables afectadas por la crisis hídrica”, según constataron medios del país vecino.
En el documento se ofrece poner a disposición una planta potabilizadora móvil con una capacidad de producción de 1.700 sachets de medio litro por hora, así como el desplazamiento de un oficial y tres suboficiales para operar la maquinaria.
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