Después de haber bajado abruptamente su perfil durante la pandemia y de meses de silencio, Luis Barrionuevo reapareció esta semana en la vida interna de la CGT con la intención de despegar a la central sindical de la suerte que pueda correr la gestión de Alberto Fernández, marcada por la crisis inflacionaria y las diferencias internas con Cristina Kirchner.
Su regreso, además, esconde otros objetivos: tallar en la reconstrucción del PJ no kirchnerista para las elecciones de 2023, enviar un mensaje a la dirigencia política para que no prescinda de la corporación sindical y aislar a Pablo Moyano en la nueva etapa que se abrió en la central obrera tras el amago de renuncia del camionero al triunvirato de mando. No fue al voleo, entonces, la frase que lanzó ayer en radio Mitre, al advertir que “en cualquier momento vuelve el ‘que se vayan todos”.
“Yo nunca me fui, siempre estoy”, relativizó Barrionuevo su estratégico ostracismo, durante el cual experimentó un sugestivo acercamiento con el kirchnerismo, sobre todo con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro. Durante 2021, su gremio recibió $7.988.226 en concepto del Programa de Recuperación y Sostenimiento Productivo (Repro), según precisaron fuentes del Ministerio de Trabajo.
Se trata de un auxilio económico que brinda el Estado para pagar las remuneraciones de sectores en crisis. Con esta ayuda, destinada a gastronómicos, hoteleros y al turismo, se beneficiaron 85.880 empleados, muchos de ellos afiliados al gremio de Barrionuevo, que hace ya un tiempo calló sus filosas críticas a Cristina Kirchner y a La Cámpora. “Lo que pensaba del kirchnerismo ya lo dije mil veces, como también lo dijo Alberto Fernández: es la Justicia la que debe actuar ahora.
Mi obligación es con mi gremio. Recuperamos 70.000 empleos de diciembre del año pasado a la actualidad”, justificó en una charla con LA NACION el histórico jefe gastronómico, a cargo de Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) desde 1986.
Después de haber caminado con pies de plomo sobre la dirigencia política (acusó a sus referentes de ser “todos lo mismo”), Barrionuevo explicó cuáles son sus intenciones con el lanzamiento de la Corriente Político-Sindical Peronista, que se hará el 17 de octubre con el aval de los gremios mayoritarios de la CGT y sin el moyanismo.
Se trata de un brazo político con el que la central obrera pretende influir en las candidaturas de 2023 o incidir en la agenda de la campaña electoral del año que viene. Surge ante la pérdida de influencia de las 62 Organizaciones Peronistas, una herramienta en desuso del PJ que está hoy comandada de sindicalistas vinculados al macrismo, como el taxista José Ibarra y Dante Camaño, excuñado de Barrionuevo y su rival en la interna gastronómica.
De Menem a Massa
“Cuando conformé la mesa de Menem presidente puse todo: 13 diputados, a [Jorge] Triaca como ministro de Trabajo y me dieron el organismo que controlaba las obras sociales [Administración Nacional del Seguro de Salud]. Ahora el movimiento obrero no tiene nada. A [Sergio] Palazzo no lo cuento como diputado nuestro”, se jactó Barrionuevo de su influencia y de su nueva jugada. Y agregó, convencido: “Los políticos se van a acercar a nosotros porque tenemos la estructura. Pero cuidado que esta vez no va a suceder como hasta ahora, cuando pasan los candidatos por el sindicato a pedir recursos y cuando llegan no nos dan más bola”.
«Massa está más quemado que el Gordo Valor. Que se encargue con Alberto y Cristina de bajar la inflación»
Luis Barrionuevo
Barrionuevo fue menemista, comulgó con Macri y luego se alió con Sergio Massa. ¿La mesa política de la CGT será para trabajar por la candidatura del ministro de Economía? “No, hoy Massa está más quemado que el Gordo Valor. Que se encargue con Alberto y Cristina de bajar la inflación”, desestimó el gastronómico el alineamiento de la CGT detrás de una eventual candidatura del referente del Frente Renovador.
“Hay 20 candidatos a presidente mientras el país se va a otro lado. Nosotros, en la CGT, no tenemos un candidato”, dijo. Y reforzó sus críticas a la dirigencia política: “Tiene un doble discurso. Cuando te das cuenta de la historia, son todos primos. Los que están en Pro, Cambiemos, el Frente de Todos. Son todos primos, todos han convergido juntos o han dado vuelta en una coctelera. Por eso dije lo de la gente, que está podrida, y que en cualquier momento puede volver el ´que se vayan todos´”. Un Barrionuevo auténtico. Filoso, polémico y también camaelónico.
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