Para rematar el chiste de mal gusto de la Municipalidad, al costado de la Glorieta no se puede circular de forma plena y sobre uno de los caminitos de ladrillo picado hay un banco que evita el paso y “tapa” de forma muy precaria un cable de electricidad conectado para llevar luz a la estructura en una plaza que hoy amaneció inundada. Un peligro para los salteños.
“Me parece un espanto que todavía no se haya dado una solución”, lamentó Cecilia, salteña que pasaba por el lugar.
Casi diario la Municipalidad está bajo sospechas por el destino que se dio a los fondos públicos para obras en la plaza central, que día por medio presenta una nueva ruptura o desperfecto, pese a los casi 300 millones de pesos que se le destinaron, y haber sido reinaugurada hace muy pocos días con bombos y platillos.
“Eso habla muy mal de la obra que están haciendo, tendrían que chequear bien qué es lo que se hizo y recién habilitarla. Me parece que es tremendo porque no está en condiciones, saben que es la belleza de nuestra Capital. No le veo ningún cambio veo todo igual”, lamentó Cecilia, una vecina que circulaba por la zona en comunicación con Aries.
La inundación se ocasionó por una bomba de agua rota y el agua se desperdició durante toda la mañana y aunque no tenía competencia, Aguas del Norte prestó servicio para detener el flujo, pero igualmente llegó a dispersarse hasta la calle Mitre, frente a la galería y negocios que se ubican justo al frente de la fuente en cuestión.
Cabe mencionar que los funcionarios de Bettina Romero deberán comparecer el próximo martes frente a la Comisión de Legislación del Concejo Deliberante para explicar que se hizo con los fondos y los planos, porque todavía falta agua en la fuente y en los bebederos, la glorieta sigue igual- es decir con las mismas maderas corroídas por el tiempo y con moho, los carteles están dañados, los aspersores tienen baja presión de agua, la luminaria LED nueva, alrededor de la fuente no está instalada y las rejas negras no están en su totalidad colocadas.
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