La ausencia de algunos senadores del bloque de Unión por la Patria frustraron el intento de rechazar el decreto presidencial. El oficialismo tampoco pudo juntar los senadores para aprobar la Boleta Única de Papel que reclaman desde la Casa Rosada.
La oposición fracasó en su intento por voltear el DNU que Javier Milei firmó otorgando a la SIDE más de $ 100 mil millones para gastos reservados, decreto que ya fue rechazado por la Cámara de Diputados, y de esta manera le dio una semana más al Presidente.
Sin embargo, el oficialismo también postergó su intención de avanzar con el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), que reclama el Gobierno junto a la eliminación de las PASO, como parte de una reforma electoral que espera poder aplicar en las elecciones legislativas de 2025.
Desde La Libertad Avanza y los dialoguistas más cercanos a la Casa Rosada aseguraron tener los consensos para la boleta única, pero ante la amenaza de la oposición de avanzar con el DNU, Victoria Villarruel decidió no convocar para este jueves como se había anunciado tras la aprobación de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria.
En el bloque de Unión por la Patria (UxP), que comanda José Mayans, hubo hermetismo en las últimas horas y sólo trascendió que esta semana no iban a pedir la sesión para rechazar el decreto presidencial que otorga un millonario presupuesto para la Secretaría de Inteligencia, que quedó bajo la órbita del asesor estrella de Milei, Santiago Caputo.
El libertario apuntó contra el senador radical, que lidera la bicameral de Inteligencia, por el rechazo al DNU de fondos millonarios para la SIDE.
El argumento que dieron desde el kirchnerismo era que hay senadores que no podían viajar para estar en Buenos Aires esta semana.
En la previa de la sesión en que se aprobó la nueva fórmula jubilatoria, la oposición había deslizado su intención de pedir cuanto antes una sesión para tratar el DNU 656/24 que otorgó $100 mil millones a la SIDE, de los cuales ya ejecutó el 80 % de acuerdo a lo denunciado por el diputado de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro.
Sin embargo, ahora, el peronismo disminuyó su urgencia por tratar el controvertido decreto presidencial y evitaron confirmar para qué fecha pedirán la sesión a la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En medio de este clima de tensión se reunió la comisión bicameral de Inteligencia, que preside Martín Lousteau en sociedad con el kirchnerismo, y resolvió convocar al titular de la SIDE, Sergio Neiffert, quien deberá responder sobre el plan de inteligencia de la administración de Javier Milei, es decir el DNU 614/24, que también disolvió la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Por ahora, la comisión parlamentaria no tiene previsto discutir en lo inmediato el decreto que otorgó fondos millonarios a la SIDE.
El Gobierno tampoco junta los votos para Boleta Única
Mientras la oposición fracasaba en su intento por juntar los senadores para voltear el DNU, Victoria Villarruel acordaba con funcionarios del Gobierno y jefes de bloques dialoguistas postergar hasta la semana que viene el tratamiento de la ley de Boleta Única de Papel.
Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y a cargo del armado nacional de La Libertad Avanza, reclama un rápido tratamiento de esa iniciativa para que esté vigente ya en las elecciones del año que viene.
Pero desde la Presidencia del Senado le bajaron el pulgar a las ambiciones de la Casa Rosada. «Estuvieron 8 meses sin hacer nada y ahora están apurados por aprobarla. No vamos a abrir el recinto para otra derrota», reflexionó un operador de la vice. Es que el proyecto de BUP tiene dictamen de enero de este año cuando se introdujo durante el período de extraordinarias.
La propuesta no prosperó porque frente a la media sanción de Diputados, la rionegrina Mónica Silva fue con un dictamen propio y consiguió el apoyo del kirchnerismo que se opone a la implementación de la Boleta Única de Papel. De esta manera, el tema quedó en un virtual empate si la iniciativa era llevada al recinto. Por tratarse de una reforma electoral se requiere de mayoría absoluta (37 senadores) y no puede ser definido por el voto de la vicepresidenta.
José Rolandi, el número dos de Guillermo Francos, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, estuvieron este martes en el Senado para forzar la sesión.
Se reunieron con el secretario parlamentario, Agustín Giustinian; que mantiene informada a Victoria Villarruel; y los jefes de los bloques de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche; y del PRO, Luis Juez.
La vicepresidenta trató de bajar la ansiedad del Gobierno y advirtió que no estaban asegurados los 37 votos para el jueves. Hubo avances importantes en los últimos días sobre el proyecto, pero dejó en claro que su intención era llegar con un texto de consenso. «Estamos más cerca», dijeron desde el oficialismo.
Con números tan justos, el oficialismo corre el riesgo de que la ley no consiga la aprobación. En caso de rechazo, no podría ser tratada hasta 2026. «No hay margen de error», dijeron cerca de Villarruel.
El Gobierno quiere que el nuevo sistema de votación se empiece a aplicar desde las elecciones legislativas de 2025. Por eso, la urgencia para que sea tratado lo más pronto posible, ya que volverá a Diputados porque se modifica la media sanción.
En la nueva versión que llegó al Senado se plantea una ampliación de los plazos para la presentación de las listas y se adelanta al primer domingo de agosto la convocatoria de las PASO, cuando la ley que instauró las primarias establece que sean convocadas para el segundo domingo de ese mes. Además define las condiciones para las ubicaciones en la BUP.
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