En la capital salteña la sanción está atada al precio de la nafta súper, que volvió a subir el viernes. El valor más alto por esta infracción llegaría a los $142 mil.
Tras la última suba en las estaciones de servicio, la multa más baja por conducir con la dosis mínima de alcohol en sangre arrancaría en los $42.615 en la capital salteña (hasta ahora está a $37.875). Es que el cálculo de las sanciones en el municipio está atado al precio del litro de nafta súper en el Automóvil Club Argentino de esta ciudad, que desde el viernes pasado cuesta $284,10.
En la otra punta, el castigo monetario más alto que puede aplicar el Tribunal de Faltas comunal para un conductor alcoholizado ahora llegaría a $142.050 (hasta ahora está a $126.250).
Las multas se establecen mediante las denominadas unidades fijas (UF). Cada una equivale al menor precio de venta al público de medio litro de nafta súper. Así, las sanciones en tránsito en lo que es alcoholemia van desde las 300 a las 1.000 UF. Aún así, de manera excepcional, existe otro castigo más oneroso en la ordenanza que regula estas sanciones (Nº14.395), que está comprendido en el artículo sobre «faltas graves», que prevé una pena de hasta 2.000 UF (es decir $284.100) cuando «la conducción en estado de intoxicación alcohólica, estupefacientes u otra sustancia disminuya las condiciones psicofísicas normales», según establece la normativa.
La sanción por alcoholemia se completa con la retención del carné de conducir del infractor y el secuestro temporario del vehículo en el que se cometió la falta. Está previsto en la normativa, además, la quita de puntos de la licencia de manejo, pero el sistema de «scoring» aún no está operativo.
Por otro lado, si en la infracción por alcoholemia intermedia la Policía Vial bajo la tolerancia cero son desde las 100 UF hasta las 1.000 UF, y a los conductores se les retiene el carné de conducir hasta un año y se les puede retener el vehículo si es que no hay otro conductor (sobrio) de reemplazo.
Tras cada fin de semana, desde la Policía provincial suelen informar los resultados de los operativos de control vehicular, donde los test de alcoholemia son los principales requisitos a los conductores. De acuerdo a esos reportes, la cantidad de alcoholizados al volante detectados se mantienen todas las semanas.
Nueve años
El municipio de Salta fue uno de los pioneros en el país en implementar la tolerancia cero para los conductores alcoholizados. La ordenanza local que sanciona a quienes circulan en vehículos con cualquier grado de alcohol en sangre está vigente desde el 16 de junio de 2014 en la ciudad.
El Gobierno provincial se sumó luego a la medida de la capital en noviembre del mismo año y extendió los controles a las rutas interjurisdiccionales. Asimismo, por un convenio entre la Municipalidad de Salta y Vialidad, los policías provinciales pueden labrar multas en el ejido capitalino, pero son luego tramitadas en el Tribunal de Faltas local.
«Espíritu sancionador»
Según dijo recientemente a Radio Salta el presidente del Tribunal de Faltas capitalino, Justo Herrera, por mes ingresan a las arcas municipales alrededor de $35 millones en concepto de multas, de las cuales el 90% corresponde a infracciones de tránsito.
Aunque la falta más habitual es por mal estacionamiento, cuyo castigo va desde 50 UF ($7.102) a 100 UF ($14.205), el magistrado comunal señaló que hay un número importante de multados por alcoholemia.
«En este tipo de faltas tenemos muchas personas reincidentes», dijo Herrera y alertó que hubo casos con alcoholemia positiva en conductores designados.
Sobre la efectividad de las multas sostuvo que «el espíritu de la comuna es sancionador y no recaudador».
Agregue un Comentario