Ana Simón mantiene la inocencia de sus hijos, y dijo que con la prueba de ADN buscan apuntar principalmente contra Javier “el chino”. Sin embargo, la mujer insiste en que hubo un error y solicita una contraprueba para demostrarlo.
El 27 de enero de 2017, encontraron a Jimena Salas asesinada en su casa de Vaqueros, con 47 puñaladas en su cuerpo. Seis años después, aunque ya hay sospechosos y avanzan las investigaciones, el caso sigue sin resolución, y los plazos parecen alargarse cada vez más.
En este sentido, a fines de 2022, mediante un cotejo de ADN se logró identificar que había material genético en el lugar de los hechos, del principal implicado y sospechoso, Javier “chino” Saavedra. Sin embargo, su madre, Ana Simón, aseguró que el ADN no pudo ser compatible y está totalmente convencida que hubo un error.
Además, la mujer afirmó que “no hay pruebas fehacientes” que incriminen a sus hijos, y que por el contrario, tiene “miles de pruebas” que explicarían su inocencia. En tanto, se negó a aceptar el lazo del perro como prueba, ya que manifestó que los perros de esa raza son “todos iguales”.
Por tales motivos, insiste en la inocencia de sus hijos y solicitó una contraprueba de ADN, y dijo enojada que el pedido “ya pasó por cuatro juzgados, y aun no lo autorizan, porque se les cae todo”.
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