Luis Caputo anticipó en sus redes el dato de abril. El superávit financiero acumulado llega a 0,2 puntos del PBI. La recaudación volvió a caer, pero fue compensada con el ajuste del gasto.
El Gobierno obtuvo un superávit primario de $264.952 millones en abril, coronando un resultado positivo por cuarto mes consecutivo. Las cuentas públicas cerraron con un saldo favorable al registrar una recaudación superior al nivel de gastos (sin contar los intereses de deuda) gracias a la licuación de las jubilaciones y la poda de fondos a las provincias, entre otros rubros.
Si se tienen en cuenta los intereses de deuda (que sumaron $ 247.000 millones), hubo un superávit financiero de $17.409 millones, un dato que fue anticipado este jueves por el ministro de Economía, Luis Caputo, en sus redes sociales. No obstante, el superávit primario y financiero fue el menor del cuatrimestre. Así, en los primeros cuatro meses, el primero ascendió a 0,7% del PBI y el segundo a 0,2% del PBI.
«Es la primera vez desde 2008 que se alcanzan 4 meses consecutivos de superávit financiero. Este resultado se logró sin haberse aprobado todavía el capítulo fiscal de la Ley de Bases, y reafirma el compromiso del Gobierno con el equilibrio financiero en 2024», señaló Economía en un comunicado.
En abril, la recaudación fue de $ 6,7 billones, lo que significó una caída del 6,5% interanual real. Esto se reflejó en el retroceso de los impuestos ligados a la actividad interna como IVA neto de reintegros, débitos y créditos y en los aportes y contribuciones a la seguridad social. El impulso vino de los derechos de exportación y las rentas de la propiedad, incluidas las inversiones del FGS, con subas por encima de la inflación del mes, que fue del 289%.
En tanto, los gastos primarios alcanzaron en abril los $ 6,5 billones, una baja del 25% interanual real traccionada por las prestaciones sociales. Dentro de ese rubro, el de mayor peso en el presupuesto, las jubilaciones fueron el segundo renglón de mayor caída (-25%) después de las asignaciones familiares (-39,8%), mes en el que se aplicó el cambio de fórmula por decreto, aunque para el cálculo fiscal no se tomó en cuanta el bono de $ 70.000 para el haber mínimo.
Por otra parte, las remuneraciones cayeron un 17,9% en términos reales, pese a las paritarias con los gremios estatales. Las transferencias corrientes al sector público también cayeron con fuerza, destacándose las asistencias financieras a universidades (-27,4%), lo que a fines del mes pasado derivó en una protesta multitudinaria. Y los subsidios económicos cayeron cerca de 12%.
Según Nadin Argañaraz, director del IARAF, el ajuste interanual del gasto resultó ser el mayor en los últimos 30 años para un cuatrimestre. «En abril, 13 de los 16 componentes tuvieron descensos en términos reales. Los que subieron fueron el gasto en asignaciones universales para la protección social (9,3%), prestaciones del PAMI (7%) y programas sociales (3,1%), mientras los más golpeados fueron las transferencias de capital a provincias (-97,7%), transferencias corrientes a provincias (-73,4%) e inversión real directa (-70,2%)», dijo Argañaraz.
El FMI ratificó este jueves que el Gobierno «sobrecumplió» las metas del primer trimestre y acordó para el año un superávit primario del 2% del PBI. «El ajuste fiscal del primer cuatrimestre fue equivalente, en términos anuales, a 5,5 puntos porcentuales del PIB, es decir 1 punto porcentual del PBI mayor al necesario para lograr el equilibrio fiscal», señaló el IARAF.
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