El cardenal alemán admitió el encubrimiento clerical. Hoy el Papa hablará en el cierre de la histórica cumbre.
La Iglesia Católica destruyó archivos sobre los autores de abusos sexuales, reconoció ayer el influyente cardenal alemán Reinhard Marx durante la histórica cumbre en el Vaticano sobre la lucha contra la pederastia.
«Los archivos que hubieran podido documentar estos actos terribles e indicar el nombre de los responsables fueron destruidos o incluso no se llegaron a crear», declaró el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.
La dura denuncia del purpurado generó la inmediata reacción de una de las organizaciones de defensa de las víctimas de curas pederastas.
«Eso es ilegal», comentó indignado el estadounidense Peter Isely, fundador de ECA (End Clergy Abuse) mientras participaba en una marcha ayer en el corazón de Roma para exigir medidas inmediatas.
Hoy serán de especial relevancia las palabras del Papa tras la misa con la que cerrará esta cumbre.
Abuso de poder
«El abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en una parte no insignificante, al abuso de poder de la administración», aseguró el purpurado alemán, ante los asistentes a la cumbre, entre ellos 114 presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo convocados para hablar también del silencio y el encubrimiento de la pederastia por parte de la jerarquía eclesiástica.
«En lugar de castigar a los culpables, fueron las víctimas las que fueron reprendidas y silenciadas», lamentó.
«Los procedimientos y trámites fijados para perseguir esos delitos fueron deliberadamente ignorados, e incluso borrados o anulados», insistió.
«De hecho, los derechos de las víctimas fueron pisoteados y dejados al libre albedrío de individuos», denunció.
El arzobispo de Múnich y Frisinga, pidió una mayor transparencia sobre los juicios que lleva a cabo la Iglesia y exigió que se divulguen el número de casos examinados por los tribunales eclesiásticos.
Dos testimonios
Los debates continuaron con dos intervenciones de mujeres, la superiora general de la Sociedad del Santo Niño Jesús, Verónica Openibo y la periodista mexicana Valentina Alazraki, quien cubre el Vaticano desde hace casi 40 años.
La periodista recordó que la Santa Sede ocultó por más de 60 años la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, uno de los escándalos más graves. E instó a los obispos para que colaboren con la prensa facilitando toda la información porque «la falta de comunicación es otro abuso».
La última jornada de labores concluyó con el desgarrador relato de un joven violinista chileno y quien tocó al final una pieza de Bach.
«Cuando se experimenta el abuso, se querría poner fin a todo. Pero no es posible. Se querría escapar, así sucede que uno deja de ser uno mismo. Se querría huir tratando de escapar de uno mismo. Así es que, con el tiempo, uno se queda completamente solo. Estás solo, porque te has retirado a otra parte y no puedes, o no quieres, volver a ti mismo», contó con la voz entrecortada.
Evalúan sacar el secreto pontificio
La eliminación sería para dar transparencia al abordaje de abusos.
Víctimas de sacerdotes realizaron ayer una marcha
La necesidad de transparencia para abordar los casos de abusos por parte del clero resonó ayer con fuerza en la cumbre vaticana sobre protección de menores organizada por el Papa y en la que surgió la propuesta de eliminar el secreto pontificio, una de las medidas que piden urgentemente las víctimas.
Dirigiéndose a los 190 líderes de la Iglesia, entre ellos 114 representantes de las Conferencias Episcopales, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx, indicó ayer que “cualquier objeción basada en el secreto pontificio sería relevante solo si es posible indicar razones convincentes” pero que “tal y como están las cosas, no conozco estas razones”.
“En la era de las redes sociales, donde es posible que todos y cada uno establezcan contacto casi inmediatamente e intercambien información a través de Facebook, Twitter… es necesario redefinir la confidencialidad y el secreto, y hacer una distinción con respecto a la protección de los datos”, agregó.
La eliminación del secreto pontifico, que las víctimas de abusos por parte del clero han pedido en numerosas ocasiones al considerar que protege a los agresores, es una de las propuestas que más se ha oído desde que comenzó la reunión.
También el presidente de la Comisión para la protección de menores, el cardenal estadounidense Sean Patrick O’Malley, afirmó que “es importante revisar todo el concepto de secreto pontificio” para estos casos.
La experta en Derecho Canónico Linda Ghisoni había insistido el viernes en ello.
Reclamo de acciones
Tras tres días de ponencias y debates, ayer llegó el momento de preguntarse qué sucede a partir de ahora.
En este sentido, el cardenal Marx reconoció que las víctimas acusan a la Iglesia de que “se habla mucho y estas cosas no se traducen a la práctica”.
“Este encuentro es una etapa de un camino, no hemos llegado al objetivo, tenemos que tomar decisiones, y ver cuáles son las repercusiones. El tema de los abusos no se cierra aquí, con ayuda de la Santa Sede, tenemos que encontrar un punto, un camino para traducirlos en decisiones concretas”, agregó.
El arzobispo de Malta y subsecretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna, adelantó que ya se está realizando un vademécum formado de preguntas y respuestas para que sean de ayuda a los obispos a la hora de gestionar estos casos.
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