La directora de la escuela Eva Perón, Luisa Reinaga, que fue separada por el Ministerio de Educación luego de que varios chicos se intoxicaran tras una fumigación en horario escolar, quedó expuesta por otras denuncias por irregularidades y maltratos.
Una madre, que debió sacar a su hija del establecimiento, detalló una serie de desmanejos por parte de la directora y contó que el Ministerio de Educación estuvo al tanto de lo que sucedía, mediante notas, pero nunca se tomaron cartas en los asuntos.
“No fue la primera vez que fumigaron con los chicos adentro, este año lo hicieron en marzo, y el año pasado también. Hablamos con gente del ministerio, con la gente que está con Cánepa (el ministro). Están al tanto de todo, pero nunca hicieron nada”, aseguró María Belén en diálogo con El Tribuno.
“Cuando hicieron la fumigación el año pasado con los chicos adentro, yo primero les avisé a ellos y luego llamé a los medios de prensa”, recordó la mujer. “Y no hicieron nada”.
“Este año pasó lo mismo. Ahora se intoxicaron los pibes y por eso se movieron. Pero las veces anteriores, no pasó nada. Eso es lo que más bronca me da. Si bien yo ya no estoy en la escuela, yo se los advertí junto con otros padres. Es un manejo asqueroso el que tuvieron en la escuela en estos años y no sé por qué nunca hicieron nada”, añadió.
La mujer pasó a detallar los diferentes reclamos que le hicieron llegar a la cartera de Educación. “No había agua potable, las paredes se caen, hay cables sueltos, pelados, era un peligro. Nos cansamos de pedir en el ministerio”.
A colación de la indiferencia por parte del ministro Matías Cánepa y otras autoridades, María Belén recordó otros hechos irregulares en el mismo establecimiento.
“Intervinimos la cooperadora por sospechas de malversación de fondos. Lo denunciamos en el ministerio y nunca nos dieron importancia”.
Según sus palabras, el dinero que ingresaba a la escuela supuestamente se usaba en arreglos que nunca se hicieron. “Tenemos los libros banco, tenemos todas las copias. Y por ejemplo, figura refacción del techo, pero el techo nunca se arregló. O la directora contrataba a un ingeniero que le hacía las facturas pero nunca se realizaban los arreglos. Lo dijimos en el ministerio, pedimos que manden a controlar y nunca fueron”, reiteró.
“Presenté las notas de los fondos de la cooperadora con un resumen y copias de libro banco desde el 2013 al 2019. No hay recibos, no hay facturas, y hay papeles presentados en el ministerio sobre un inventario de cosas que en la institución no están, como estufas y computadoras. O por rifas que se hicieron con ingresos que fueron los mismos que los egresos. Todo está firmado y sellado por la directora”, añadió.
Directora interina y el supervisor
María Belén también aseguró que Reinaga es “directora interina” hace más de diez años. “Ella no está capacitada para ser directora y su sello dice directora interina”.
Dijo que junto al supervisor, Aldo Aranda, hicieron despedir a una docente porque supuestamente maltrataba a los niños, lo cual fue negado por esta madre. “La sacaron a empujones, hay testigos”, aseguró.
Aranda era el supervisor de la escuela Perón y ahora es el Supervisor General de Nivel Primario. “Parece que él la mantiene en el cargo de interinato. Cuando hicimos la reunión de la cooperadora también estuvo él (por Aranda) y también se negaba a dar los libros banco. Él, la directora y la mujer que manejaba la cooperadora”.
Siguiendo con su relato, María Belén pasó a contar que dicha mujer que manejaba la cooperadora “no tenía hijos en la escuela” y esto ya era irregular ya que, según el reglamento, la cooperadora debía conformarse por padres de alumnos de la institución. “Esta mujer la manejó por más de diez años”, denunció.
“Cuando nosotros pedimos el libro banco porque nos hacía mucho ruido el manejo de tanta plata por las rifas, los bonos y un bingo enorme que se había hecho, no nos quisieron rendir cuentas. Fue entonces cuando nos juntamos con otros padres y formamos la cooperadora en 2019”, señaló.
La mujer asegura tener la documentación que avalan las irregularidades de tantos años, y de las cuales tomó conocimiento desde que su hija ingresó al jardín de infantes.
“Cuando nosotros asumimos las refacciones las manejamos nosotros. Cambiamos todas las cañerías de plomo, lo hicimos con un contratista recomendado por el ministerio. Luego no hicimos más nada porque no contábamos con más fondos, la directora no nos dejaba cobrar”, expresó.
Un docente denunciado
Entre tantas denuncias hubo un caso que indignó a madres y padres de dicha comunidad educativa: el supuesto abuso por parte de un docente y una inadecuada o tardía reacción por parte de la directora Reinaga.
“En abril de 2019, unas madres tuvieron un problema con un docente de séptimo grado. Parece que se propasó con una alumna del turno mañana. El padre de la alumna lo golpeó”, contó María. “La directora en lugar de avisar, denunciar o realizar un sumario, pasó al docente al turno tarde. En este turno, las madres de cuarto grado denunciaron que el docente habría tomado bebidas alcohólicas mientras dictaba clases. Y les daba educación sexual explícita a los niños”, relató.
Cuando surgió este tema, las madres se plantaron y amenazaron con no mandar sus hijos a la escuela hasta que desplazaran al docente en cuestión. “Ahí recién lo sacaron, pero no se supo si le hicieron un sumario, si lo denunciaron, no supimos más nada. Desapareció”, recordó la mujer.
Libro de actas en las que se hace mención al mal accionar del docente denunciado.
Libro de actas en las que se hace mención al mal accionar del docente denunciado.
Libro de actas en las que se hace mención al mal accionar del docente denunciado.
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