Luego del golpe que sufrió el Xeneize por la fecha 15 de Liga Profesional, el Consejo de Fútbol optó por no innovar.
“Un clásico nunca se puede pasar por alto, porque siempre deja secuelas”. La frase pertenece a Marcelo Gallardo, instantes después del triunfo de River 1-0 ante Boca por la fecha 15 de la Liga Profesional. Y lo ocurrido en La Ribera le dio la razón, dado que, luego del resultado, el proyecto de Diego Martínez comenzó a correr riesgo.
Es que, tras el derbi, los hinchas manifestaron su descontento con insultos y silbidos, un ambiente que detonó en un tenso enfrentamiento entre Chiquito Romero y la platea, que terminó con una contravención para el guardameta, que luego pidió disculpas.
Después del partido, Juan Román Riquelme, el presidente de la institución, optó por no acudir al hotel Intercontinental, donde estaba concentrado el equipo. Sin embargo, miembros clave del Consejo de Fútbol, como Chicho Serna y Chelo Delgado, se presentaron en el lugar. A pesar de los rumores, no se realizó ningún anuncio oficial respecto al futuro del cuerpo técnico. Y tampoco lo habrá.
Es que Riquelme y compañía decidieron que el ex DT de Tigre y Godoy Cruz siga al frente del plantel, al menos, hasta el sábado, cuando Boca visite a Belgrano por el torneo de Primera División. En consecuencia, el cuerpo técnico ya planificó la semana de entrenamientos. Eso sí, habrá una evaluación permanente de la situación. Un triunfo, seguramente, le dará aire. Una caída, por el contrario, supondrá un golpe que lo llevará nuevamente a quedar bajo la lupa.
“Perdimos la Copa de la Liga, quedamos eliminados en Copa Sudamericana y estamos lejos del campeonato. Pero tengo fuerza, siempre voy a querer lo mejor para Boca. Todo el cuerpo técnico tiene fuerza para seguir en el club, aunque veremos cómo será el futuro”, había manifestado el orientador luego del tropiezo contra la Banda. Es decir, dio a conocer su postura, pero sabiendo que podía haber terminado su ciclo.
Fuente: Infobae
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