Tras la sorprendente elección de 2019, en estas primarias tocó un piso. Sólo en Buenos Aires cayó casi 20 puntos.
La historia puede contarse desde el principio o el final, pero la conclusión es la misma: cuando se comparan los resultados del Frente de Todos en estas PASO 2021 contra el último parámetro electoral, los comicios generales de 2019, el choque resulta furibundo. Aun cuando el Gobierno busque matizarlo confrontando este domingo negro con otras primarias legislativas intermedias, como las de 2017, la debacle en los votos es profunda.
Clarín analizó los resultados de las 24 provincias y en 23 el oficialismo tuvo una baja porcentual. Sólo zafó en La Rioja, donde mejoró unos 5 puntos: de 47% a 52%. La provincia que se hizo (más) famosa con Carlos Menem, termina siendo la excepción a la regla para el Frente de Todos también por otras razones más: fue una de las seis donde ganó y una de las tres donde pasó los 50 puntos.
¿De dónde partía el oficialismo? Los 48,24 puntos de la presidencial de hace menos de dos años, se había sostenido en números excelentes:
– El Frente de Todos había ganado en 19 de 24 provincias. Todas menos CABA, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Entre Ríos; pero incluso en estas dos últimas había caído por menos de un punto.
– Ahora el Frente de Todos prevaleció en sólo 7 distritos: además de La Rioja, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, San Juan, Formosa y Catamarca.
– Pero el problema no es sólo cuantitativo: entre esas provincias apenas superan el 13% del electorado de todo el país. Tucumán es la más grande, con el 3,6%. En la otra punta, La Rioja y Catamarca no llegan al 1%.
– Visto desde otro lado, salvo en Tucumán, el Frente de Todos perdió en el resto de las 11 provincias con más votantes: las dos Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Salta, Chaco, Misiones y Corrientes. Entre las 10 suman cerca del 80% de los electores de la Nación.
– También sufrió derrotas emblemáticas como Santa Cruz, la provincia a la que fue a votar este domingo la vicepresidenta y donde hasta se permitió bailar cuando la votación recién despuntaba. En tierra K, la caída fue por más de 10 puntos.
Porcentajes desinflados y el golpe en Buenos Aires
Otra vez, cuando se repasan los números de la presidencial de 2019, las cifras impactan. En octubre de ese año, el Frente de Todos pasó los 50 puntos en 14 provincias, en dos superó los 60 y en una (Santiago del Estero), los 70. En las PASO 2021, además de la mencionada La Rioja, sólo quebró la barrera de los 50 en Catamarca y en Santiago. Ni siquiera lo pudo hacer en la fiel Formosa, donde hace menos de dos años había llegado al 65%.
En la mitad de los distritos, el oficialismo ni siquiera alcanzó los 30 puntos en estas primarias. Y en tres, estuvo abajo de 20. Fueron Córdoba, Misiones y Neuquén, donde en las legislativas se presentaron fuerzas provinciales (Hacemos por Córdoba, Frente de la Concordia y Movimiento Popular Neuquino), que relegaron al partido del Gobierno al tercer lugar. También figuró tercero en Río Negro, aunque en ese caso orilló los 25 puntos.
El caso más preocupante para la Rosada, sin dudas, es Córdoba, el segundo distrito con más votantes del país (cerca del 8,7%). El kirchnerismo reavivó allí sus peores fantasmas, como durante la crisis con el campo en 2009. Este domingo apenas superaba los 10 puntos con la boleta que encabezaba para el Senado Carlos Caserio. Es casi un hecho que este dirigente no podrá renovar su banca cuando se haga la elección de noviembre.
En la presidencial, aún perdiendo, los Fernández habían conseguido en Córdoba casi 30%. Es decir, en menos de dos años perdió 20 puntos. Parecido en porcentaje a lo que le ocurrió en provincia de Buenos Aires, donde bajó de 52,2% a poco más de 33%.
Este caso es más grave todavía: no sólo por el tamaño del territorio bonaerense (37% del total país), sino porque no apareció ninguna fuerza provincial afín al peronismo de la dimensión de Hacemos por Córdoba. Florencio Randazzo no llegó ni a los 4 puntos. La caída del Frente de Todos desinfló la grieta y sus votos se dispersaron en varias fuerzas.
Otro ejemplo llamativo de la debacle es Corrientes. En octubre de 2019, Alberto F. y Cristina ganaban por 17 puntos. Este domingo, sus candidatos a legisladores nacionales perdían por la misma diferencia. Con un plus (en contra): allí se renuevan senadores y, como en Córdoba, el Frente de Todos ya se prepara para una sangría.
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