Quizás sea el último gran escándalo de 2020, aunque con este año maldito nunca se sabe. En pleno festejo por la Navidad, La China Suárez y Benjamín Vicuña protagonizaron una tremenda pelea a gritos que provocó, además de una inesperada crisis en la pareja, las quejas y los reclamos de quienes estaban el mismo lugar que ellos, quienes no podían descansar por el barullo que venía de la habitación de los artistas.
Aquellos que conocen la intimidad de la relación dan cuenta, repetidamente, de la «intensidad» con la que ambos transitan el vínculo. La China es celosa y guardiana de «su hombre» (hace unos 10 días le reclamó haberse sacado fotos con Pampita en la fiesta de graduación de unos de sus hijos) y a Benjamín le hace poca gracia, por ejemplo, que ella protagonice escenas con otros hombres.
Para pasar unos días alejados del ruido en esa «semanita rara» que queda entre la Navidad y el año nuevo, la actriz y su pareja decidieron alojarse en un «casco de estancia» super lujoso en la localidad de Ezeiza. Tranquilidad, placer y descanso muy cerquita de la Ciudad de Buenos Aires, donde está el bochinche de todos los días.
El plan parecía ideal. Piscina, aire acondicionado, ricas comidas, sábanas blancas de hilo peruano, colchones confortables, paredes de colores calmos, spa, verde, silencio, olor a pasto, vegetación colorida. Pocos «vecinos». Mejor panorama para pasarla bien, imposible.
Pero -siempre hay uno, aún en estas fechas tan caras a los sentimientos de las personas- algo encendió la discusión. Y según la información brindada por la cuenta «Chusmeteando», una vez que se prendió la mecha resultó difícil apagarla: precisamente, por ese nivel de voracidad del que hablábamos algunos párrafos más arriba. La tensión fue creciendo con el correr de los minutos y todos los esfuerzos de los empleados por evitar que la situación trascendiera resultaron vanos. No hubo forma.
En realidad, lo que era imposible era «hacerse el desentendido» ante la cantidad de gritos y de insultos que venían de la habitación que ocupaban la joven actriz argentina y el galán trasandino. A los pocos minutos, lo que fue evidente fue el enojo de los otros huéspedes por ver interrumpido su descanso de una manera tan abrupta. Según «Chusmeteando», los hijos de la pareja no se encontraban en el lugar.
Más tarde se calmaron. Y ya no escucharon gritos. Lo que empezó a oírse, una vez, es una palabrita que ronda a la pareja cada vez más seguido: crisis. ¿Saldrán de esta?
La estancia tiene 8 habitaciones y se trata de un «alojamiento top», con un nivel de «clientes» que prefieren el silencio a las manifestaciones de ese tipo. Cuetan, además, que mientras ellos se quejaban se seguían escuchando, como música de fondo, recriminaciones y acusaciones de la China y de Vicuña. Los otros huéspedes -de un total de habitaciones- reclamaron ante la administración de la estancia porque no «los gritos y los insultos» que venían de la pieza de la China y Vicuña no les permitían descansar.
2020 fue una año altamente agitado para la pareja. Primero por el embarazo que transitaron en medio de la pandemia de coronavirus, luego por la crisis que los separó aún antes del alumbramiento, más tarde por la reconciliación, después por el nacimiento de Amancio y últimamente por un período que pasaron en Chile y por el lío que le hizo ella a él después de que aparecieran sus fotos junto a Pampita en la grad
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