Patricio Ruiz Diaz (45) se escapó del penal de General Güemes, cuyas autoridades fueron desplazadas de sus cargos.
Había logrado ser trasladado desde Devoto con una carta en la que pedía irse a una cárcel del interior para poder estudiar y portarse bien. Su niñez limpiando en un circo, la denuncia de violencia de género de su esposa y el misterio de su escape a meses de salir libre.
«El motivo por el que solicito el traslado al Centro Penitenciario Unidad 35 provincia de Santiago del Estero es porque tengo la firme intención de poder acceder a la mayor cantidad de actividades educativas y laborales, puesto que en mi estado de condenado es mi deceo (sic) desarrollar erramientas (sic) que permitan reinsertarme a la sociedad».
La carta está escrita a mano, en letra mayúscula de imprenta. Tiene tres carillas. A través de ella, Patricio Ruiz Díaz (45), alias «El Señor Fusil», les pidió a los jueces -que lo habían condenado por narcotráfico, tenencia de armas de guerra y lavado de dinero- que lo sacaran de la cárcel de Devoto.
El veredicto del Tribunal Oral Federal 1 de San Martín había sido el 8 de marzo de 2022 y Ruiz Díaz no perdió el tiempo. La carta la entregó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) apenas unos días después, el 22 de marzo. Para reforzar la solicitud, agregó que se le diera participación a la Procuración Penitenciaria, que finalmente intervino para agilizar el trámite, según publicó Clarín.
Muchos piensan que esa carta fue el germen de lo que terminó siendo su escandalosa fuga del penal de Güemes, en Salta, en pleno Año Nuevo de 2024. Y de hecho hay bastantes indicios que apuntalan esta hipótesis.
A la luz de lo que ocurrió el 1° de enero, podría decirse que Ruiz Díaz era un tapado. Un tipo casi sin antecedentes, poco conocido por los medios de difusión y con un legajo penitenciario lleno de elogios.
Pero usaba varias identidades: Cristian Bayo, Cristian Ruiz Díaz, Sergio Gabriel Oscar Silva Luque. A veces utilizaba su nombre de pila verdadero, a veces el apellido de su padre (comerciante), que no lo reconoció legalmente.
Sus informes socio ambientales aportan más datos que ayudan a armar el personaje.
Con siete hermanos, no reconocido legalmente por su padre -con el que sí tuvo siempre relación-, creció en el partido de Escobar en una familia sin antecedentes penales. Su madre era ama de casa y su padre tenía un pool y se dedicaba a la compraventa de autos. Con él trabajó de joven luego de un breve primer empleo como personal de limpieza de un circo.
Tal vez como estrategia judicial, su esposa -actualmente esperando juicio oral en prisión domiciliaria- lo describió como alguien controlador y violento, al punto de dejarla estudiar Derecho solo si la llevaba y la traía de la facultad personalmente.
La ruta de la fuga del “Señor Fusil”
Cuando ella lo conoció (ella con 15 años, él con 30), Ruiz Díaz era camionero, pero luego se relacionó con el mundo de la droga, incluso se hizo adicto. Eso sí, comenzó a ganar dinero, adquirió dos camiones y compró un Audi A1 en efectivo, dato clave en su posterior condena por lavado de dinero
Cinco escalas a la libertad
Detenido el 7 de mayo de 2019, la Policía bonaerense lo bautizó como «Señor Fusil» por el arsenal que se encontró en su casa de Ingeniero Maschwitz que incluía un fusil semiautomático marca Colt AR-15 calibre 5.56, un FAL calibre 7.62, una ametralladora marca Pam calibre 9 milímetros, dos escopetas y cuatro pistolas. Pero en realidad el apodo de Patricio Ruiz Díaz era menos pomposo. Le dicen «El Negro».
Tras su detención -en un operativo en el que se secuestró casi una tonelada de marihuana-, Ruiz Díaz tuvo un breve paso por el Complejo Penitenciario de Ezeiza y también por el de Marcos Paz, donde denunció haber sido golpeado.
Llegó a Devoto el 6 de noviembre del 2020 y allí cosechó informes penitenciarios excelentes, casi demasiado buenos para ser reales. En este penal comenzó la primaria y trabajó en el taller de armado de juegos didácticos. Su conducta siempre fue calificada como «ejemplar 10».
Esos informes -y la carta en la que dice que se alejaría de su familia «en pos de poder demostrar una conducta que a la postre se valore para poder acceder a mi libertad ambulatoria»- le aseguraron un pasaje a la unidad 35 de Santiago del Estero, donde sufrió el calor, pero las posibilidades de escapar eran más concretas.
Esa cárcel es categoría C (seguridad media) al igual que la de General Güemes, de la que se terminó fugando en Año Nuevo por un sector bautizado por los penitenciarios como «tierra de nadie».
El 4 de noviembre de 2022, Ruiz Díaz partió de Devoto para el complejo de Colonia Pinto, en Santiago del Estero, como había solicitado. Era un pesado, pero pocos lo sabían. Había logrado mantener el bajo perfil, y no tener otros antecedentes más que una vieja causa por «homicidio» en Zárate-Campana.
Por este expediente -que tramitó en la Justicia de Menores-, estuvo detenido en Magdalena hasta que fue excarcelado bajo caución juratoria en noviembre de 2004.
Incluso la causa grande contra él, la de 2019, la que le valió el apodo de «Señor Fusil», se había cerrado con una condena bastante pobre, seis años de prisión, luego de la firma de un juicio penal abreviado.
Al parecer, Santiago del Estero no fue tan permeable como esperaba, y «El Negro» pidió ir a la Unidad 19 de Ezeiza (de régimen abierto y semi abierto) para «estar cerca de la familia», dijo. Pero le contestaron que no, por razones de seguridad.
Fue por entonces (marzo de 2023) que a la causa original a cargo del juez federal Adrián González Charvay llegó un anónimo que aseguraba que «El Señor Fusil» estaba planeando escaparse de la Unidad 35 de Colonia Pinto.
Los rumores de fuga derivaron en su traslado al Complejo Penitenciario III, más conocido como la cárcel de Güemes, en Salta, donde ingresó el 12 de junio de 2023.
Luego de cinco escalas (Ezeiza, Marcos Paz, Devoto, Santiago del Estero y Salta), Patricio Ruiz Díaz llegó a un lugar donde pudo concretar su plan: no el de estudiar y hacer buena conducta, como había escrito en su carta a los jueces, sino su verdadero plan, el de huir.
Lo raro es que -aunque no podía salir en libertad condicional porque lo habían condenado por lavado de dinero y la ley impide este beneficio- su condena vencía en mayo de 2025. Y le faltaban unos meses para poder hacer salidas diurnas. Hoy, en cambio, tiene orden de captura nacional e internacional porque la principal hipótesis es que cruzó a Bolivia.
«El Señor del Fusil», detenido como acusado de liderar una banda narco en Ingeniero Maschwitz. El “Señor del Fusil», detenido como acusado de liderar una banda narco en Ingeniero Maschwitz.
Un detalle curioso: el 7 de diciembre pasado, el abogado defensor del «Negro» insistió en que debía permanecer alojado en Salta porque las autoridades de la unidad querían que lo sacaran de allí.
Si los penitenciarios sospechaban algo, no se equivocaban. La realidad es que hoy son investigados por su posible participación en el escape, una fuga en la que el arma clave fue un simple alicate.
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