Fue durante la segunda audiencia del juicio seguido contra Víctor Jesús de Ola Castro, Roberto Durnelli y Víctor César Dagum por el delito de incumplimiento a los deberes de funcionario público.
Hoy declaró Valeria Soledad Montenegro, querellante y pareja de una de las víctimas, en el juicio que busca determinas responsabilidades por la muerte de brigadistas en Guachipas. Dio testimonio del cambio de vida que tuvo desde que falleció su esposo, tanto psicológico como económico. Manifestó que su esposo había hecho cursos para tratar con el fuego, pero que no llegaban a ser capacitaciones, y que ni siquiera cuenta con certificados de los mismos, por cuanto nunca se los dieron. Que él comenzó desmalezando, y que no estaba capacitado para ir a los incendios.
Luego declaró Rosana del Valle Chávez, madre de uno de los fallecidos. El día del hecho, recuerda, se enteró por los medios de comunicación que había cuatro bomberos desaparecidos, aunque no los nombraban como brigadistas. Dijo que “de Defensa Civil me dijeron que me tenía que presentar urgente, y se me vino el mundo abajo”. Manifestó que su hijo estaba de descanso ese día, pero lo llamaron para que se presente en Defensa Civil. Era común que lo llamen cuando estaba de descanso para cubrir a algún compañero.
Explicó que su hijo, que tenía 22 años recién cumplidos, estaba contratado dentro de la menor categoría. Recuerda que le hicieron hacer un curso para apagar incendios chicos. Dijo que a su hijo lo hacían ir a la casa de Dagum y otro más, para desmalezar.
También se escuchó la declaración de Pablo Daniel Arce, Sergio Ricardo Ayon y Manuel Collado Fortunato, que a la fecha del hecho se desempeñaban como personal contratado para la Oficina de Recuperación y Espacios Públicos. Por su parte, Chávez y Montenegro, además de ser familiares de los Brigadistas fallecidos, se presentaron como querellantes en la causa.
Las audiencias se extenderán hasta el 31 de octubre.
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