El peronista Alejandro “Topo” Rodríguez sólo volverá para la firma del dictamen; Juntos por el Cambio, por ahora, asistirá para evitar arbitrariedades del oficialismo con los testigos.La posibilidad de que la oposición deje al Frente de Todos en soledad en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, donde se sustancia el proceso a los cuatro jueces de la Corte Suprema, volvió a cobrar fuerza en los últimos días luego de que el oficialismo aplicara en repetidas oportunidades su mayoría automática para rechazar todas las propuestas que no lleven la impronta del kirchnerismo.
El primero en dar un paso al frente fue el peronista Alejandro “Topo” Rodríguez (Interbloque Federal-Buenos Aires), quien le confirmó a LA NACION que tiene decidido participar sólo en las reuniones clave de la comisión.
“Voy a terminar de decidir con mi interbloque, pero lo más probable es que asegure mi presencia en la etapa resolutiva y cuando haya que votar; voy a tener una presencia selectiva en algunas reuniones”, afirmó Rodríguez, quien tomó esta determinación enojado con el rechazo sistemático que aplica el oficialismo, que tiene 16 de los 31 miembros de la comisión, a las propuestas de los diputados opositores.
La medida es también analizada en Juntos por el Cambio, aunque en el principal conglomerado opositor, que tiene 14 representantes en la comisión, existen algunas dudas sobre la idea de dejarle el control absoluto del escenario al oficialismo.
“Siempre fue una posibilidad, incluso desde antes de que comiencen las reuniones de la comisión”, le dijo a este diario el vicepresidente de la Comisión de Juicio Político, Juan Manuel López (Coalición Cívica-Buenos Ares).
En la misma línea se expresó Omar De Marchi (Pro-Mendoza). “Siempre estuvo presente esa posibilidad, pero decidimos asistir porque hemos querido ser respetuosos de la institucionalidad, además de no regalarle un micrófono abierto al oficialismo”, aseguró.
Sin embargo, De Marchi no descartó que esa postura pueda cambiar en un futuro. “La verdad es que empieza a observarse que el juego de ellos no es mantener una investigación seria, sino que es montar un circo”, opinó.
López comparte las críticas al manejo del proceso que hace el oficialismo, pero sostiene la necesidad de que la oposición siga asistiendo a la reuniones para garantizar un mínimo de respeto a las formas.
Denunciar arbitrariedades
“Soy más partidario de quedarse, con bajo perfil, pero dispuestos a denunciar cualquier arbitrariedad que pueda cometer el kirchnerismo”, explicó el líder de la Coalición Cívica en la Cámara baja. “Más en esta etapa, en la que citarán a testigos a los que quieren hostigar”, agregó.
Uno de los temas que impulsan a Juntos por el Cambio a seguir participando de los debates es la posibilidad de que el kirchnerismo quiera aplicar el uso de la fuerza pública para obligar a comparecer a los testigos que no quieran participar sin que medie una orden judicial.
En ese sentido, López prefirió mostrarse cauto. “Me parece que todavía no hay que tomar una decisión, no estoy seguro de que sea una buena idea por ahora”, aseguró.
“Yo soy partidario de que no hay que ser parte de esta puesta en escena del Gobierno, el país tiene problemas muy graves, que son centrales, y distraernos en este asunto es alimentar esta estrategia ficticia. Pero hemos decidido participar y vamos a respetarlo”, opinó, por su parte, De Marchi.
Por su parte, Rodríguez justificó su decisión de darle la espalda a parte del proceso. “Empezamos una larga etapa de desfile de testigos sin votación ni resolución de ningún tipo. Dado que rechazamos in limine las 14 acusaciones es coherente que pueda prescindir de presenciar todos los testimonios”, explicó, antes de destacar las diferentes posturas del principal bloque opositor.
“Tengo bien claro que Juntos por el Cambio tiene un informe de admisibilidad en el que impulsa dos expedientes”, precisó, en alusión a que la Coalición Cívica apoyó, aunque con argumentos propios y diferenciados, el juicio político contra Ricardo Lorenzetti. “Nosotros no tenemos ninguna contradicción”, destacó Rodríguez, presidente del interbloque Federal.
Por lo pronto, el juicio político continuará este jueves con la comparecencia de nueve testigos, entre los que se destacan los jueces federales Sebastián Ramos (Comodoro Py) y Alejo Ramos Padilla (La Plata). Estarán en el cierre de la jornada y sus testimonios fueron pedidos por el oficialismo ante la diferencia de criterio de los magistrados en cuanto al uso de los chats privados entre Sergio Robles, secretario del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, actualmente de licencia.
Antes, desfilarán algunos funcionarios y exfuncionarios del tribunal, como Cristian Abritta, que tuvo a su cargo la ya desaparecida Secretaría Judicial 5; Sergio Rubén Romero, subdirector de Gestión Interna y Habilitación; Silenio Rómulo Cárdenas Ponce Ruiz, de la Secretaría Judicial 2; y Alejandro Rodríguez, de la Secretaría de Juicios Originarios. También están convocados Roberto Saggese y Adriana Valinotti, dos secretarios de Rosatti, y el exsenador radical Mario Cimadevilla, aunque éste último no asistiría por encontrarse de viaje.
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