La atleta respondió a las acusaciones que recibió tras su participación en París; dijo que no le importa la opinión de los demás y que, Dios mediante, se quedará con la medalla de oro.
Este lunes por la mañana, la boxeadora olímpica argelina Imane Khelif decidió dar respuesta a la ola de cuestionamientos que circularon en los últimos días respecto de su género. En declaraciones a SNTV, un aliado de contenido visual deportivo de The Associated Press, insistió en que comentarios como los hechos por su aparición en los Juegos Olímpicos “dañan la dignidad humana”, y pidió poner fin al acoso luego de verse sumamente afectada por la reacción internacional en su contra.
“Envío un mensaje a todas las personas en el mundo a respetar los principios olímpicos y la Carta Olímpica, para que se abstengan de acosar a todos los atletas, porque esto tiene efectos, grandes efectos. Puede destruir personas, puede matar pensamientos de la gente, espíritu y mente. Puede dividir personas”, lamentó.
Las victorias de Khelif y de su colega pugilista Lin Yu-Ting, de Taiwán, en el ring de París se han convertido en una de las más grandes historias de los Juegos de París. Ambas mujeres aseguraron sus primeras medallas olímpicas pese a que tuvieron que afrontar agresiones sin fundamentos acerca de su género, llevándolas a una división más amplia sobre el cambio de actitudes hacia la identidad de género y las regulaciones en el deporte.
La hostilidad surge de las afirmaciones de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que fue excluida permanentemente de los Juegos Olímpicos, de que ambas fracasaron en pruebas de elegibilidad no especificadas para la competición femenina en el pasado campeonato mundial. Khelif declinó responder al ser consultada sobre si se había realizado otras pruebas además de las de dopaje, indicando que no quería y tampoco estaba dispuesta a hablar al respecto.
Algerian boxer Imane Khelif called for an end to bullying athletes after she faced a wave of online abuse over misconceptions about her gender during the Paris Olympics. pic.twitter.com/Pl1sc5j181
— AP Sports (@AP_Sports) August 5, 2024
Expresó su gratitud hacia el Comité Olímpico Internacional (COI) y su presidente, Thomas Bach, por apoyarla: “Sé que el Comité Olímpico hizo justicia conmigo, y estoy contenta con este remedio porque muestra la verdad”. También recibió apoyo enorme en combates, provocando aplausos al ingresar a la arena y multitudes ondeando banderas argelinas coreando su primer nombre. Khalif volverá a pelear el martes por la tarde -a las 17.30 de la Argentina- contra Janjaem Suwannapheng por semifinales.
La boxeadora de África del Norte dejó en claro de manera repetida que no permitirá que las acusaciones o rumores la desvíen de su intento de conquistar la primera medalla de oro para Argelia en el boxeo olímpico femenino. “No me importa la opinión de los demás”, dijo un día después de vencer a Anna Luca Hamori, de Hungría. “Vine aquí por una medalla, y para competir por una medalla. Ciertamente competiré para mejorar y ser mejor, y Dios mediante, mejoraré,” completó.
Aunque está al tanto de la discusión a nivel mundial sobre ella, reconoció que permanece lejos del foco de conflicto. “Honestamente, no sigo las redes sociales. Hay un equipo de salud mental que no nos los permite. Estoy aquí para competir y alcanzar un buen resultado”, indicó para cerrar.
La pelea que desató la polémica y convirtió a Imane Khelif en un blanco de ataques
La argelina inició su carrera olímpica el jueves pasado con un triunfo sobre la italiana Angela Carini, quien abandonó el pleito después de 46 segundos. Carini más adelante dijo estar arrepentida por su decisión y deseaba disculparse con Khelif. Ese final inusual desató los murmullos acerca de Khelif hasta convertirse en un alboroto, atrayendo comentarios de personas como el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la escritora de “Harry Potter”, J.K. Rowling, y otros.
El COI reiteradas veces declaró que ella y Lin clasificaron para participar en los Juegos Olímpicos, denunció los turbios estándares de pruebas y la gobernanza de la IBA, que fue vetada por completo de los Juegos Olímpicos el año pasado en un castigo sin precedentes para un organismo rector.
Khelif ciertamente sintió sobre ella el peso del escrutinio mundial, y su victoria sobre Hamori el sábado pareció ser catártica. Luego que el réferi levantara su brazo como ganadora, se dirigió al centro del entarimado, saludó a los aficionados, se arrodilló y le pegó a la lona. Rápidamente, su sonrisa se transformó en lágrimas.
“No pude controlar mis nervios”, sostuvo durante la entrevista con SNTV. “Porque luego del frenesí mediático tras la victoria, hubo una mezcla de júbilo y, al mismo tiempo, estaba enormemente afectada porque realmente no era una situación fácil de llevar. Era algo que hace daño a la dignidad humana”, admitió.
Durante varios años compitió sin problemas en distintos eventos de IBA hasta que fue abruptamente suspendida de las competiciones mundiales el año pasado. El organismo dominado por Rusia “que tuvo por años disputas con el COI” rechazó brindar más información acerca de las pruebas.
Khelif proviene del rural noroeste de Argelia, y creció jugando al fútbol hasta que se enamoró del boxeo. Superando las principales objeciones de su padre, viajó 10 kilómetros en bus para entrenar de cara a combates en un pueblo cercano. “La población árabe me conoce desde hace años por mi habilidad dentro de este rubro deportivo. Me vio incluso boxear en la IBA, que terminó por actuar de mala manera hacia mí. Me trató de manera injusta, pero Dios está de mi lado”, concluyó.
Agregue un Comentario