El presidente de la Federación Española de Fútbol había afirmado que el beso fue «espontáneo, mutuo, eufórico y consentido».
Tras el escandaloso beso que Rubiales le dio a Jenni Hermoso, Futbro lanzó un comunicado que está firmado por cerca de 80 futbolistas y exfutbolistas, entre las que se encuentran las 23 campeonas del mundo.
Jenni Hermoso, futbolista campeona del mundo con la selección española, desmintió la versión ofrecida por el presidente de la c (RFEF), Luis Rubiales, en la Asamblea Extraordinaria, y afirmó en un comunicado que «en ningún momento» consintió el beso que recibió en la boca.
Junto al resto de jugadoras internacionales pidieron «cambios reales, tanto deportivos como estructurales» en la RFEF y renunciaron a la selección mientras siga la actual dirigencia.
«Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho», asegura Jenni Hermoso en un comunicado que lleva la firma de un total de 81 jugadoras, incluyendo las 23 que ganaron la Copa la semana pasada en el Mundial de Australia- Nueva Zelanda. Esa lista estaba abierta y fue sumando firmas en las últimas horas.
Las jugadoras respaldaron a Hermoso y manifestaron su «rotunda condena ante conductas que atentaron contra la dignidad de las mujeres».
Luis Rubiales, que ya había estado envuelto en varias polémicas, le sujetó el rostro a Jenni Hermoso y la besó en la boca.
«Desde nuestro sindicato queremos remarcar que ninguna mujer debería verse en la necesidad de contestar ante las contundentes imágenes que todo el mundo ha visto y por supuesto, no se deberían ver involucradas en actitudes no consentidas», escribieron, mientras pidieron «respuestas contundentes» para que «no queden impunes» las acciones de Rubiales.
«Queremos acabar este comunicado, pidiendo cambios estructurales reales, que ayuden a la Selección Absoluta a seguir creciendo, para poder trasladar este gran éxito a generaciones posteriores. Nos llena de tristeza que un hecho tan inaceptable esté logrando empañar el mayor éxito deportivo del fútbol femenino español», resaltaron.
A la renuncia de las jugadoras del seleccionado femenino se sumaron algunos jugadores del masculino, como el delantero del Betis Borja Iglesias, que afirmó que no volvería a vestir la camiseta de La Roja en apoyo a Hermoso. También otros jugadores y ex jugadores mostraron su rechazo, como David De Gea e Iker Casillas.
La renuncia de Rubiales había sido solicitada incluso por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien rechazó las disculpas que pidió tras el beso no consentido. El Consejo Superior del Deporte (CSD), dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte español, adelantó que irán con los mecanismos para pedir su salida.
Incluso el Real Madrid emitió un comunicado donde apoya «con total rotundidad» la medida del CSD para denunciar al mandatario.
«No renuncio», la polémica frase de Rubiales
Rubiales había asegurado este viernes que no renunciaría a su cargo, una salida con la que se había especulado toda la semana en la prensa española por el escándalo que se desató por el beso no consentido en la final. Fue en una polémica presentación, en la que se victimizó, cargó contra «el feminismo», los medios de comunicación y dijo que lo querían «matar» socialmente.
Sobre el beso, Rubiales aseguró: «Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración», juró durante su intervención.
Rubiales relató como la futbolista le levantó del suelo. «Y casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (…) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti y me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? y ella dijo vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo».
En un primer momento tras la polémica, Rubiales había hecho trascender en la prensa una serie de declaraciones que serían de Hermoso, donde dice que fue consentido el beso. Esas habían sido falsas. La jugadora también se negó a grabar un video de disculpas con el mandatario.
«El beso, el pico. Es más un pico que un beso. Quien vea el vídeo, ante millones de personas, el deseo en ese beso es el mismo que ante una de mis hijas. No hay deseo ni dominio. Lo que se está vendiendo en los medios del señor Javier Tebas (presidente de La Liga de España) y el feminismo», cargó el mandatario.
Es que el dirigente además denunció que hubo una campaña en su contra. «Aquí no se está tratando de hacer justicia. Se está haciendo un asesinato social. Se me está tratando de matar. Y más allá de mi situación personal, como español tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos».
A esa escena se la habían sumado otros escándalos, como una serie de gestos obscenos en el palco de la FIFA, cuando se tomó los genitales en saludo al director técnico del seleccionado, Jorge Vilda, quien también es cuestionado por las jugadoras.
«Quiero pedir perdón sin paliativos por un hecho que ocurrió en el palco cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo mirando a Jorge Vilda. Hemos pasado mucho junto a Jorge. Te han querido hacer lo mismo a ti que ahora me hacen a mí. Hemos sufrido mucho, hemos tragado mucho, pero hemos estado juntos», empezó Rubiales.
Agregue un Comentario