El Presidente se emocionó con el recibimiento del Sumo Pontífice, que se acercó a saludarlo por fuera del protocolo. La broma sobre el peinado del mandatario.
Javier Milei se retiró emocionado de la Basílica de San Pedro, donde asistió a la ceremonia de canonización de Mama Antula que encabezó el Papa Francisco, con el que mantuvo dos encuentros breves por fuera del protocolo: el último, al cabo de la misa, terminó con un cálido abrazo.
«Fue muy fuerte, un gesto tremendo. No lo puedo creer, se salió de protocolo y me vino a saludar. Es imposible que no me emocione», relató, según pudo reconstruir Clarín de fuentes inobjetables, un todavía conmovido Milei cuando se retiraba de El Vaticano junto a la comitiva oficial.
Milei y el Papa se habían saludado antes de la ceremonia. Al arribar a la basílica, fue invitado por las autoridades a acercarse a un lugar reservado en el que mantuvo unbreve, pero cálido saludo con su anfitrión. Lo acompañaban la canciller Diana Mondino y la secretaria general de Presidencia, su hermana Karina Milei, quien fue vestida ajustada a protocolo.
Quienes presenciaron de cerca ambos encuentros aseguran que hubo «muy buena sintonía», algo que se pudo corroborar más tarde, cuando la señal católica EWTV Vatican difundió imágenes de un momento de distensión y risas que compartieron.
El sumo pontífice también saludó a Guillermo Francos, Jorge Macri y al resto de la comitiva argentina que viajó a El Vaticano.
En la secuencia, con tono jocoso, Francisco le hizo referencia al prolijo look que eligió el Presidente para ir a El Vaticano, luego de una gira en la que se mostró informal. «¿Te cortaste el pelo?», le preguntó el Papa. «Me emprolijé», fue la contestación, cómplice, del mandatario.
Luego se vio una escena por demás afectuosa. «¿Le puedo dar un beso?», consultó Milei. «Sí, hijo, sí», fue la respuesta del Papa, que agrega: «Un gusto verte».
La escena se completa con Milei agradeciéndole «por recibirnos». Francisco contestó con el mismo tono: «Gracias, hijo, por haber venido hasta acá», y destacó el look sobrio del Presidente: «Porque vos sos medio informal».
También se vio un breve diálogo que mantuvo el Papa Karina Milei. La hermana del Presidente le pregunta a Francisco «si lo puede saludar con un beso». El Sumo Pontífice demostró que sigue de cerca el rol que tiene en el Gabinete: «Gracias por apoyarlo a éste (por el Presidente)», le dijo.
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— Oficina del Presidente Javier Milei Parody (@OficinaDelPresi) February 11, 2024
Estos dos encuentros no estaban programados. En el entorno presidencial se conformaban con un saludo de ocasión, a la espera de la audiencia privada que mantendrán este lunes (a las 9 hora local, 5 de la mañana de Argentina), en la que tendrán tiempo para dialogar en profundidad sobre la situación en Argentina y a nivel global. «Va a ser muy fructífero”, creen desde el Gobierno.
Atrás quedó el entredicho que se generó por aquella polémica declaración que realizó Milei en 2020, cuando todavía se paseaba por los canales de televisión como economista y ni siquiera pensaba en ser candidato, y calificó al Papa como «el máximo representante del maligno en la Tierra». Durante el debate por el balotaje, el líder libertario aprovechó que Sergio Massa le recordó el episodio y dio sus disculpas: «Ya he pedido perdón por eso, y lo volvería a hacer, porque no tengo problema cuando me equivoco, y no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso».
Luego, en una conversación telefónica antes de que asumiera, cuando Francisco lo llamó para felicitarlo por su triunfo, Milei le reiteró su pedido de perdón.
Milei siguió la canonización de Mama Antula desde la primera fila de la nave central de la Basílica de San Pedro, que estuvo colmada por unas 5.500 personas, muchos de ellos argentinos. Antes de la ceremonia, aceptó sacarse numerosas selfies con los fieles.
Durante la misa, el Presidente siguió los rituales y se le vieron gestos de emoción, al igual que a buena parte de la comitiva argentina, que completaron los ministros Guillermo Francos (Interior), quien fue alumno de Francisco en el cuarto año del colegio de El Salvador, y Sandra Pettovello (Capital Humano).
Hubo, además, presencia opositora: aunque por su lado, también participaron de la ceremonia el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, acompañado de su esposa, la periodista María Belén Ludueña, entre otros.
En una ceremonia en la que no abundaron alusiones políticas, entre los ruegos leídos por uno de los asistentes del Papa, hubo uno con fuerte contenido político que pareció rozar la actual situación en Argentina, con alta tensión entre el Gobierno y la oposición tras la caída de la Ley Ómnibus.
«Oremos por los jefes de las naciones», comenzó la lectura. Y planteó: «Que Dios, amante de la paz, inspire a nuestros gobernantes la sabiduría del diálogo y la voluntad de contribuir al bien común, superando lo que divide y buscando lo que une».
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