El presidente argentino participó de la bolsa de Nueva York donde dijo que fue a mostrar “la experiencia del caso argentino” y que cuando asumió “estaba todo dado para el estallido».
El imponente y antiguo edificio del New York Stock Exchange en Wall Street amaneció este lunes decorado con banderas argentinas intercaladas con las estadounidenses, mientras los ejecutivos y financistas apretaban el paso para llegar a sus compañías millonarias. Adentro, una vez traspasadas las medidas de seguridad, asomaban los pisos de mármol de carrera impecablemente blancos las cortinas rojas y más banderas celestes y blancas. En la recepción, un enorme cartel digital daba la bienvenida al presidente Javier Milei, que fue el protagonista del día al inaugurar la sesión bursátil con el tradicional toque de campana, una ceremonia destinada a personalidades políticas y del mundo de los negocios.
El presidente subió al palco del piso donde se hacen las transacciones y segundos antes de las 9.30 en punto, hora local, inicó una arenga eufórica con sus principales funcionarios que lo escoltaban. Allí tocó la campana que dio comienzo a la actividad del día, un rito que ya vivieron otros presidentes argentinos como Carlos Menem y Néstor Kirchner.
Antes de iniciar la jornada en la Bolsa, Milei ofreció una conferencia ante personalidades e inversionistas, en un salón barroco con decoraciones doradas y vitrales en los techos, un sitio dedicado a los visitantes especiales.
De traje azul y camisa celeste, primero dijo que venía “a dar a conocer la experiencia del caso argentino” y empezó por la historia del país que recibió. “Estaba todo dado para el estallido”, dijo, “una verdadera catástrofe”, agregó. Y añadió que en “condiciones normales no habría un presidente liberal y libertario”.
Hubo enormes elogios a su ministro Caputo: “Gracias al extraordinario ministro Toto Caputo se alcanzó el superávit financiero” , afirmó y luego señaló que su funcionario “va ser recordado como el mejor ministro de Economía de la historia porque está haciendo una tarea enorme”.
En un discurso ordenado por temas y de tono mesurado, Milei se mostró un fuerte defensor del equilibrio fiscal. Dijo que para mantenerlo se vio obligado a vetar un “aumento irresponsable” a los jubilados y añadió: “No estamos dispuestos a negociar bajo ningún punto de vista el equilibrio fiscal”.
“Rechazamos la agenda del capitalismo woke”, afirmó el Presidente, y dio un espaldarazo a Mondino al elogiar el discurso que ella pronunció ayer en las Naciones Unidas, en el que dijo que Argentina se “disociaba” de la agenda 2030, que fija objetivos globales a los países del mundo. Sobre Mondino, señaló: “Mi grandiosa canciller dio una verdadera clase de por qué la ONU no debe abandonar su objetivo de alcanzar la paz y por qué debe abandonar esa agenda que conduce al empobrecimiento».
En otra parte de su discurso, Milei dijo con una sonrisa “Muchos me cuestionan la política social. Dicen que no tenemos corazón, yo diría que no tienen cerebro los que hacen ese comentario”. Esto pareció una réplica a los recientes dichos del Papa Francisco quien había criticado la intervención de las fuerzas de seguridad en las marchas contra la reforma jubilatoria y había dicho que «el Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía».
También hubo elogios para Patricia Bullrich, la ministra que toma cada vez más relevancia en la mesa chica de la Rosada. “Llevamos 4 meses sin que haya un piquete”. Y no olvidó al jefe de gabinete Guillermo Francos, por “conseguir tamaños resultados en las reformas”.
Dijo que la que estaba emprendiendo era mucho más grande que la reforma de Carlos Menem. “Hoy la reforma estructural más grande de la historia es la que estamos llevando a cabo y la hicimos en solo seis meses”, señaló Milei.
“Tenemos planeado en ser el país más libre del mundo” y para eso todavía desregular todavía más. Y resaltó a otro “grandioso ministro” como Federico Sturzenegger. “Lo vamos a dar todo para ser el país más libre del mundo”.
“Lo que necesitamos es coraje, y si hay algo que me sobra es coraje”, dijo. Sumó que «quiero decirles que Argentina se esta poniendo de pie, abrazando las ideas de la libertad, estamos comprometidos a hacer el mejor gobierno de la historia, queremos ser un faro de luz para que dejen las idas socialistas”.
Y terminó su discurso con su tradicional alarido: «¡Viva la libertad carajo!».
En primera fila escuchaban el discurso su hermana Karina, Secretaria General de la Presidencia; el ministro de Economía Luis Caputo; la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la canciller Diana Mondino, el embajador en Estados Unidos Gerardo Werthein y el jefe de asesores económicos del presidente, Demian Reidel.
En un salón repleto, escuchaban representantes del mundo financiero y empresarios de compañías como JPMorgan, Deutsche Bank, UBS, mineras como Rio Tinto y Mc Ewan y Newmont, empresas de criptomonedas como Coinbase, Cargill, BASF, Uber, entre otras.
También viajaron desde Washington el dirigente de la Cámara estadounidense de Comercio Neil Herrington y los representantes argentinos del FMI y el BID, Leonardo Madcur y Miguel Braun.
La delegación vino para la Asamblea general de las Naciones Unidas, donde el presidente hablará el martes por la tarde, pero además sumó actividades con inversionistas.
El frente de la Bolsa de Nueva York, con banderas argentinas por la visita de Javier Milei. El frente de la Bolsa de Nueva York, con banderas argentinas por la visita de Javier Milei.
Luego de su jornada en Wall Street, Milei tendrá un encuentro con Elon Musk, el dueño de Tesla, que está muy interesado en el proceso de desregulación que se implementa en Argentina y busca también invertir.
Por la tarde Milei se trasladará hacia el Council on Foreign Relations (CFR), un think tank que tiene como miembros a líderes políticos y empresariales, académicos y expertos en relaciones internacionales y analistas. Allí dará una charla de más de una hora a puertas cerradas ante miembros del directorio de ese centro presidido por Michael Froman, ex representante comercial de EE.UU. en tiempos de Barack Obama.
El martes por la tarde, Milei tendrá su gran día en la ONU. Se estima que el presidente girará su discurso sobre su visión sobre la economía global, similar a su mensaje en el foro de Davos, pero también criticará la agenda 2030 de la ONU, el plan de desarrollo sustentable que adoptaron los líderes mundiales en 2015 y que establece más de un centenar de objetivos a alcanzar para ese año. Se estima que también dará un mensaje a favor de Israel y contra la influencia de China en Latinoamérica.
Fuente: Clarín
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