La Intendenta de Salta cumplió su primer año al frente de la Municipalidad atormentada por las encuestas que muestran una imagen negativa que ronda el 65% tanto de su imagen como de gestión.
Sin resultados que mostrar y con una gestión que la población percibe como nula, Bettina Romero decidió cambiar de lugares a algunos de sus funcionaros y lanzó una agresiva campaña publicitaria que intenta mostrar acción en el gobierno municipal con estadísticas poco probables y que contrastan duramente con la realidad.
Este lunes se conoció que Bernardo Racedo Aragón abandona la Municipalidad y deja el cargo de coordinador de Planificación y Control de Gestión, que Agustina Galle asumirá la Jefatura de Gabinete, que Valeria Capisano será la secretaria de Prensa y Comunicación y Germán Alfredo Humacata se sumará como subsecretario de Coordinación de Hacienda y Finanzas. En tanto, Daniel Nallar estará a cargo de la Secretaría Legal, Técnica y Procuración General en reemplazo de la Coordinación Jurídica y Legal, dentro de lo que se pueden denominar cambios ya que el resto son solo rotaciones de los mismo nombres que la acompañan o una modificación en el nombre de los cargos.
Lo cierto es que Bettina Romero llega a este fin de año herida políticamente por varios y fuertes tropiezos políticos y con una gestión sin resultados, que se percibe como alejada de la realidad e inaugurando un inédito proceso de alejamiento de funcionarios que renuncian al poco tiempo de asumir en desacuerdo con los métodos de la Intendenta.
Las encuestas que se pudieron conocer hasta ahora, algunas de ellas son de las que le acercan a la Intendenta, muestran un enorme descontento de los salteños con una gestión que se percibe por la población como “nula” y en el plano cualitativo las tres ponderaciones que más preocupan a quienes saben y quieren leer con claridad los resultados de las mediciones destacan dos aspectos muy negativos: “soberbia”, inacción y “desilusión”, un combo difícil de revertir solo con campañas publicitarias monstruosas que intentan mostrar acciones que contrastan con la realidad, como la pavimentación de calles o bacheos mientras los salteños sufren el estado calamitoso de cada una de las arterias de la ciudad, o con el slogan “es la hora de los barrios”, justamente en donde no se ven ni conocen a los funcionarios municipales, salvo por esporádicas apariciones de Bettina Romero en alguno de ellos, pero solo para la grabación de algún spot o para tomar imágenes para el Instagram, lo que, huelga decir, no significa ningún cambio ni mejora para los vecinos ni sus barriadas.
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