Duras críticas sobre todo al canal todo noticias del ente público, que a las 22 de ayer en lugar de abrir su informativo con los resultados del balotaje en Francia, transmitió un festival sobre la identidad italiana.
Al día siguiente de la segunda vuelta de las elecciones en Francia que mantuvieron en vilo a toda Europa, estalló en Italia una nueva polémica en torno a la RAI, la radiotelevisión pública de la península, que fue acusada de haber ocultado la derrota del partido de derecha de Marine Le Pen.
Fue Usigrai, el sindicato interno de la red pública, que denunció que el servicio público ayer a la noche, ni bien se conocieron los primeros sondeos de boca de urna, “no hizo nada para informar en forma tempestiva sobre lo que estaba ocurriendo con un voto que habla directamente sobre el futuro de Europa”. Mientras que los canales de Mediaset (el imperio de Berlusconi) y el canal independiente La 7, “decidieron realizar programas especiales ad hoc para informar enseguida cómo había sido la votación, la RAI no se preocupó en lo más mínimo de las elecciones francesas”, denunció.
El sindicato fue más allá y destacó que cuando los noticieros todo el mundo daban cuenta del fracaso de la derecha en el balotaje francés, “los noticieros de las 20 locales de la RAI casi ni cambiaron sus esquemas”. Y los sucesivos, tampoco: en RAI1, el primer y más importante canal de la red pública, daban un programa de música, en RAI2, una película y en RAI3, una réplica sobre otro tema. Esto hizo que los especiales sobre las elecciones francesas que sí tuvieron otros canales privados tuvieran un enorme rating.
El sindicato criticó sobre todo a RAINews, el canal todo noticias de la RAI que “al contrario de su mandato editorial, decidió abrir a las 22 de ayer no con Francia, sino con un festival sobre la identidad italiana”. El director de RAINews, Paolo Petrecca, cercano a Hermanos de Italia, el partido posfascista de Giorgia Meloni, también fue duramente criticado por el comité de redacción del canal, que denunció la debacle informativa en torno a la cobertura de las elecciones francesas y por el Partido Democrático, el principal de la oposición, que pidió explicaciones. Petrecca, que rechazó esas denuncias, al parecer estaba sentado en la platea de dicho festival, donde, según Dagospia, un sitio de chimentos, actuaba su pareja. Petrecca ya había sido acusado el año pasado por haber cortado algunos informes sobre Leonardo La Russa, hijo de Ignazio La Russa, presidente de la Cámara del Senado y referente de Hermanos de Italia, que fue acusado de haber abusado a una joven.
“Es grave que el servicio público no haya informado a los televidentes de manera tempestiva y exhaustiva sobre lo que estaba ocurriendo en Francia. Desde hace tiempo estamos frente a una significativa reducción de los espacios informativos y a un cambio de narrativa que daña a la RAI y a los ciudadanos”, criticó Usigrai.
No fue la única voz de protesta: “¿Por qué ninguna red de la RAI abrió un espacio para informarles a los ciudadanos sobre las elecciones en Francia? ¿El resultado electoral dejó descontento a algún aliado italiano?”, escribió en X Vittorio Trapani, presidente de la Federación Nacional de la Prensa Italiana.
“¿Denunciar también esta traición del rol del servicio público hará que me merezca sanciones disciplinarias?”, también se preguntó Di Trapani, en medio de una nueva polémica que involucró a la oposición.
Perché nessuna rete generalista Rai ha aperto uno spazio per informare i cittadini delle #elezioniFrancia?
Il risultato elettorale ha scontentato qualche alleato italiano?Denunciare anche questo tradimento del ruolo del Servizio Pubblico meriterà sanzioni disciplinari? pic.twitter.com/iwc98C2zyO
— Vittorio di Trapani (@vditrapani) July 7, 2024
Ya en meses pasado los directivos de la RAI habían estado en el ojo de la tormenta por su presunta sumisión a la línea dictada por el gobierno de derecha de Meloni, basado en una alianza entre su partido, Hermanos de Italia, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia del fallecido expremier, Silvio Berlusconi. Usigrai había denunciado la “falta de autonomía” del servicio público con respecto de la política, que la RAI se había vuelto “el megáfono de los partidos” y en mayo incluso lanzó una huelga en contra del “control asfixiante del gobierno sobre el trabajo periodístico”. Esa protesta fue contrastada por Unirai, el otro sindicato interno del coloso público, que es de derecha, que en esa ocasión evitó que hubiera un apagón informativo porque trabajó igual.
Tildada de “TeleMeloni” por la oposición de centroizquierda, la RAI también estuvo envuelta en polémicas porque varios conductores famosos como Fabio Fazio, Lucia Annunziata y Amadeus, pseudónimo de Amadeo Umberto Rita Sebastiani, pese a sus contratos millonarios decidieron irse de la empresa estatal por su desacuerdo con la línea editorial impuesta por el gobierno de Meloni.
La RAI también fue muy criticada a mediados de abril pasado por censurar “por motivos editoriales” un monólogo de Antonio Scurati, un famoso escritor que criticó a la premier por haber evitado proclamarse “antifascista”.
Meloni, que en su juventud hizo periodismo, siempre negó cualquier intento de censura de su parte y se proclama una firme sostenedora de la libertad de prensa.
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