Reclaman que se cumpla la vieja promesa de un puente por Salta. El camino oficial a Iruya sigue siendo por Jujuy, pero esa vía no les sirve a decenas de parajes.
Funcionarios de la Secretaría de Políticas Sociales realizó un recorrido por parajes y por el pueblo de Iruya junto a autoridades municipales, para verificar el impacto del evento climatológico ocurrido hace una semana, y articular el refuerzo de la asistencia.
Son 18 comunidades que siguen aisladas por falta de camino. Recién ayer se habilitó con un tablón de madera el paso de la gente al pueblo y «la espera y el pedido de un puente ya es tema viejo, la promesa del puente también es tema viejo. El único camino conocido y posible hacia Iruya es por Humahuaca, en Jujuy, pero hay 18 comunidades que usan el camino salteño arruinado ahora, que las mantiene aisladas», dijo el sacerdote del pueblo, Miguel Dedyn.
El Gobierno salteño informó que continúa ampliando la contención social para dar respuesta a las consecuencias generadas por los eventos climatológicos. En el caso de Iruya, la secretaria de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social, Jorgelina Bellagamba, realizó un recorrido por diversos puntos del municipio para detectar las necesidades surgidas del alud de agua y barro conocido por los lugareños como «volcán», provocado por las intensas lluvias que sucedieron en los sectores más altos del municipio.
Junto al intendente Eugenio Herrera analizaron los impactos del evento estival, tanto en caminos como en situaciones sociales, y recorrieron distintos puntos de Iruya. En este sentido, la información recabada permitió articular acciones con diversas áreas del Gobierno, además de brindar respuesta desde su área.
Bellagamba señaló que «trabajamos bajo la directiva del gobernador Gustavo Sáenz, de estar cerca de la gente y trabajar para ellos. Así lo hacemos todos los funcionarios, desde el gobernador, pasando por la ministra de Desarrollo Social, hasta los secretarios, estamos al servicio de los salteños».
Al respecto se coordinó la entrega de un refuerzo de elementos de primera necesidad para el albergue municipal.
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