El diputado nacional se encuentra en China con una Comisión de legisladores de la Cámara baja nacional y no desaprovechó la oportunidad de hacer referencia al caro papelón municipal.
Javier David utilizó su cuenta de Twitter para publicar un “hallazgo” en tierras orientales. Fotografió un camión que tenía recubierta la zona del tablero con pasto sintético y le agregó: “Idea del intendente @GustavoSaenzOK llegó a China! Este le puso pasto sintético arriba del tablero del auto! Se ve que se usa para todo”.
La ironía del diputado nacional se suma a la catarata de críticas que recibió el Intendente Gustavo Sáenz quien decidió “consultar” a los vecinos sobre el pasto sintético “pero recién después” de cómprarlo y colocarlo.
El carísimo invento duró apenas una semana, luego de que explotaran las redes sociales con una avalancha de burlas y críticas al Intendente Sáenz por la “idea”.
Tras pocos días de colocado, operarios municipales se ocuparon de dar por terminada la aventura verde de Sáenz y quitaron la carísima alfombra colocada entre Junín y Siria.
En pocos minutos desapareció el “espacio verde” ideado por el Intendente salteño. Los hombres tomaron las puntas y arrancaron la alfombra de césped sintético que la Municipalidad de Salta había colocado en la platabanda de la avenida Entre Ríos.
“La consulta popular”
A contramano del espíritu de cualquier referéndum o plebiscito del mundo que buscan referencias de la opinión pública antes de tomar una medida, Sáenz decidió consultar al pueblo de Salta qué opinaba sobre el césped sintético que “ya había comprado y colocado”, o sea, después de haber producido el superfluo y enorme gasto y de haber consumado la colocación del adefesio.
Gustavo Sáenz generó esa llamativa iniciativa de consulta el 20 de mayo a través de su cuenta de Facebook “Gustavo Sáenz y la gente”, preguntando por el polémico césped que ya estaba colocado: “Me gustaría saber con absoluta sinceridad qué opinan”, había posteado el jefe comunal en la popular red social.
Los salteños no tardaron en dar rienda suelta a su veredicto y Sáenz tuvo una catarata de críticas y bromas irónicas que en número cercano a los 1.500 llenaron su perfil de opiniones lapidarias.
Los vecinos se quejaron por el gasto y señalaron que la ciudad tiene otras prioridades en las que deberían ocuparse los funcionarios y los recursos. Claro que no estuvieron ausentes los comentarios sobre el mal gusto de Sáenz y su gente por el adefesio colocado.
Lo que el Intendente no se animó a hacer público a través de su cuenta de Facebook es el costo que tuvo para los salteños la “aventura verde” como tampoco explicó porque no consultó antes de embarcarse en el carísimo y de tan mal gusto experimento.
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