Lo confirmó el Pentágono. La Guardia Revolucionaria Iraní se atribuyó la ofensiva, a la que llamó “Mártir Soleimani”.
Según el Pentágono, las bases atacadas se encontraban «en alerta debido a las señales de que el gobierno de Irán planeaba golpear nuestras fuerzas e intereses en la región».
«A medida que evaluamos la situación, tomaremos todas las medidas necesarias para proteger y defender al personal, socios y aliados de Estados Unidos en la región», agregó Hoffman.
En la mañana, el Ejército iraquí dio detalles de los misiles caídos en las bases con personal estadounidense.
«Entre las 1.45 y las 2.15 (hora local), Irak fue bombardeado con 22 misiles -17 contra la base aérea de Ain Al-Asad (…) y cinco contra la ciudad de Erbil- que alcanzaron instalaciones de la coalición» internacional antiyihadista dirigida por Estados Unidos.
En su declaración inicial, el Pentágono había contabilizado «más de una docena de misiles». Los medios estadounidenses indicaron que al menos 10 proyectiles cayeron en la base Al-Asad, mientras que uno golpeó el aeropuerto internacional de Erbil y otro se estrelló unos 30 kilómetros al oeste de esa ciudad.
El comunicado, publicado siete horas después del ataque, aseguró que «no hay ninguna víctima en las filas de las fuerzas iraquíes». Otros países, como Italia, Australia y Noruega, afirmaron que sus soldados se encontraban ilesos. Aún no hubo una confirmación de los Estados Unidos sobre el estado de su personal, aunque de forma extraoficial circuló que no hubo víctimas fatales.
Desde un primer momento, Donald Trump evaluó con sus principales asesores el desarrollo de los acontecimientos. Y por la noche, a través de Twitter, les restó gravedad a los hechos: «¡Todo está bien!». Hará más declaraciones recién este miércoles a la mañana.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, aseguró que su país no busca «una guerra» sino que los sucesos de este miércoles fueron una respuesta «de autodefensa».
Sin embargo, también desde Teherán, el cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán anunció que «la feroz venganza» por la muerte del general Soleimani comenzó con éxito. Aseveró que la operación inicial concluyó y que la base de Al-Assad «quedó completamente destruida».
Irán amenaza con «acciones todavía más devastadoras» si Estados Unidos decide responder. «Si Irán fuera agredido en su territorio —advirtió el principal cuerpo militar—, Dubai, Haifa y Tel Aviv serán asaltados en una tercera incursión de ataques por parte de Irán».
Y también advirtió a Israel: «Creemos que el régimen sionista de ninguna manera se diferencia del régimen criminal estadounidense».
La Guardia Revolucionaria amplió la advertencia a «todos los países aliados de los Estados Unidos en los que el ejército terrorista [sic] tenga alguna base militar, todo territorio donde se origine cualquier acción hostil y agresiva contra Irán».
En la misma sintonía se expresó Mohammad-Javad Azari Jahromi, ministro de Telecomunicaciones. «Váyanse de nuestra región!», escribió en su cuenta de Twitter. El mensaje fue acompañado con banderas de Irán e Irak y con la inscripción «Hard Revenge» (Dura Venganza).
Debido a la escalada de tensión en el área, las autoridades aeronáuticas de los Estados Unidos prohibieron que los aviones civiles de su país operen en el espacio aéreo de Irak e Irán, así como sobre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán.
Otra consecuencia directa fue una fuerte suba en los futuros de la variante WTI del petróleo (+4,16%), mientras que se generalizó una caída en los índices futuros de las principales cotizaciones de Wall Street: S&P (-1,59%): Nasdaq (-1,82%) y Dow (-1,44%).
Esta ofensiva ocurre después de que grupos armados proiraníes en Irak prometieron unir fuerzas para responder al ataque realizado por un dron estadounidense el viernes en Bagdad, que mató al general iraní Qasem Soleimani y el jefe militar iraquí Abú Mahdi al Muhandis.
A fines de 2019, otra base militar de Al Taji, recibió el impacto de cohetes, tiempo después de que las fuerzas norteamericanas bombardearan cinco bases de Hezbolá en Irak y Siria. «Cuatro misiles Katiusha cayeron cerca de la inmensa base militar iraquí de Taji, al norte de Bagdad, que alberga a soldados estadounidenses, sin causar ninguna víctima», indicó en aquel momento un responsable de las fuerzas de seguridad que prefirió no ser citado.
Tras el asesinato del general Qasem Soleimani por un misil disparado desde un drone estadounidense, el parlamento iraní votó una ley que designa como «terroristas» a todas las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
La escalada de tensión es cada vez mayor. Luego de que Donald Trump amenazara con atacar 52 objetivos iraníes, Irán aseguró que analiza hasta 13 escenarios distintos para su venganza por el asesinato de Soleimani, según el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Alí Shamjani, quien advirtió que incluso el más leve supondrá una «pesadilla histórica» para Estados Unidos.
«La operación para vengar la sangre del gran héroe de la nación iraní no será única», expresó Shamjani, según informa la agencia de noticias iraní Tasnim.
En tanto, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, aseguró que Soleimani tenía previsto un ataque en los próximos días. «Creo que lo más correcto es decir días», dijo cuando le preguntaron cuán inminente era la amenaza del comandante de los Guardianes de la Revolución iraní.
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