Por Carlos Saravia Day
Insfrán avanza en su propósito de volver a reformar la Constitución de Formosa, después de 30 años en el poder.
Resulta verificable que el tema de la reelección se anuncia cuando el periodo se agota y es ejercido por un partido hegemónico bajo el liderazgo de Perón y el predominio del peronismo.
Oigamos la opinión de Perón al respecto en su discurso ante la asamblea legislativa: “Mi opinión es contraria a tal reforma y que la prohibición constitucional es una de las clausulas más sabias y prudente de cuanto establece la Constitución Nacional”.
En primer lugar, Perón decía en su discurso: “La reelección reforzaría la tradición personalista que trato de anular, sería peligroso para nuestro movimiento y para la salud de la República”. La cláusula de reelección fue aprobada no obstante por una asamblea constituyente donde había de todo: Juristas, rábulas y obsecuentes sin límite de tiempo, es decir, “ad aeternum”.
Hoy su hijuela de Formosa, Gildo Insfrán, sin necesidad de mentir como su líder, evita el pecado de contradicción y obtiene el mismo resultado.
Cada vez más uno está convencido de la fecundidad de la mentira y de la aridez de la verdad en el uso del poder.
Quizás por eso el pueblo griego, el más creador de la antigüedad, era el más mentiroso de todos. Con sus mitos llegó a hacer la mejor mitología de la historia.
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