Hacen falta medidas urgentes porque de lo contrario la inercia acelerará la inflación de 8,4% a 10% más temprano que tarde.
Esto no implica necesariamente que la economía enfrentará una hiperinflación, pero al coquetear con esa posibilidad podría concretarse.
Si el gabinete económico se digna a establecer un objetivo inflacionario realista, es posible que pase de tener un rol de amplificador de incertidumbre a uno estabilizador. Si lo primero es asumir la posibilidad de que la inflación se siga yendo de control, lo segundo es empezar a construir credibilidad. En algún momento hay que empezar con esta tarea y anunciar que el BCRA utilizará las herramientas a disposición para frenar la inflación. Es decir, dejar de mirar a la Secretaría de Comercio y empezar a mirar al BCRA para que de explicaciones acerca de los datos de inflación.
La emisión este año posiblemente supere la meta establecida por el FMI, son datos que el BCRA no anuncia. La transparencia se volvió un elemento central a la hora de llevar una política monetaria estándar en cualquier país normal, no sólo en los que funcionan bajo regímenes de metas de inflación.
En tercer lugar, y vinculado a la credibilidad, está la discusión poco abordada acerca de cómo son las decisiones del directorio del BCRA. La recomendación natural es que esté integrado por profesionales independientes, o al menos que representen distintas miradas respecto al curso de la economía. Algo en lo que nuestra autoridad monetaria aún está lejos de alcanzar.
Estas primeras medidas no descartan la posibilidad de ser acompañadas de medidas heterodoxas como tener un monitoreo acerca de aumentos de precios, o bien incluso de tratar de abordar mesas de discusión de establecimiento de pactos de precios y salarios. Pero definitivamente estas deben funcionar como medidas de segundo orden que estén tras la disciplina fiscal y monetaria. Algo que además de cumplirlas, hay que anunciarlas y respetarlas dando la mayor rendición de cuentas posible ante la sociedad.
(*) El autor es economista y Director Ejecutivo de la consultora LCG
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