La nueva ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Kismer de Olmos tiene 70 años y militó siempre en el Partido Justicialista (PJ) de la Ciudad de Buenos Aires. En esa travesía partidaria conoció a Alberto Fernández, quien hoy sorprendió al designarla como ministra en reemplazo de Claudio Moroni.
En una entrevista radial luego de que se conociera su elección, Kelly Olmos dejó en claro que su prioridad pasa por “recuperar el salario” y que así se lo manifestó el propio Fernández. “El Presidente me dijo que mi responsabilidad es cuidar el trabajo y el salario de los argentinos”, señaló. Luego de hacer hincapié en la necesidad de “fortalecer” los sueldos, apuntó a una arista que excede al Ministerio de Trabajo. “La mejor manera de trabajar por el salario de los argentinos es combatir la inflación”, sostuvo. Hacia el final del diálogo con El Destape Radio, insistió: ”Nuestra obligación es recuperar el salario”.
“Es economista, actual vicepresidenta del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), fue concejala y legisladora de la Ciudad de Buenos Aires. Fue Secretaria de Asuntos Municipales de la Nación (2007-2009)”, informó la Casa Rosada a las 14.25, en un comunicado con el que enterró un sinfín de especulaciones sobre el relevo de Moroni, que deja su cargo cuestionado por el kirchnerismo y con una inflación proyectada en 100 por ciento, lo que impacta negativamente en los salarios.
“Está claro que la CGT no fue consultada ni tenida en cuenta para cubrir el Ministerio de Trabajo”, se lamentó ante LA NACION un jerárquico de la central obrera. Desde la dos principales vertientes de la CGT habían sugerido como candidatos a Marta Pujadas, abogada de la Uocra, o a Gustavo Ciampa, abogado laboralista ligado a Héctor Recalde.
Sin embargo, el Presidente sorprendió con Olmos, quien durante el gobierno de Néstor Kirchner se ocupó de políticas destinadas a impulsar a las Pymes. “Kelly no es de Recalde ni de Víctor Santa María, en todo caso, responde más a Daniel Scioli que a ellos. Trabajó hasta hace poco con Javier Mouriño”, dijo otra voz de peso de la CGT. Mouriño llevó a Olmos a la agrupación peronista Guardia de Hierro, durante los años 70, y en los 90 ambos fueron menemistas. Olmos fue secretaria de Carlos Corach. Incluso, compartió largas charlas de peronismo con Julio Bárbaro, un dirigente histórico que lleva años criticando sin filtro al kirchnerismo.
En 2003, Olmos lanzó su precandidatura a jefa de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acompañando a Carlos Menem, pero finalmente no llegó a la instancia de las urnas. En cambio, compartió una lista legislativa con Gerardo Sofovich.
En los sindicatos observan con desconfianza la designación de Olmos, a quien no le conocen pergaminos relacionados al derecho laboral. “No debe conocer ni siquiera el artículo 1° de la ley de contrato de trabajo”, se quejó un referente de la CTA Autónoma. La sorpresa tomó hoy por asalto a los dirigentes gremiales que intercambiaron mensajes y llamados entre diferentes tribus para decodificar políticamente la designación del Presidente. “Resolvió encerrado en Olivos, con su círculo. No tuvo en cuenta lo que le dijimos desde la CGT”, se molestó un sindicalista no kirchnerista con Alberto Fernández.
El primer gran desafío de Olmos será oficiar de mediadora en la paritaria del Sindicato de Camioneros. Pablo Moyano abrió la reapertura de las negociaciones con un pedido de 131% de aumento anual. El miércoles próximo será la segunda audiencia y el sindicato ya advirtió eventuales medidas de fuerza si es que no hay acuerdo.
La flamante ministra asumirá el jueves y en principio mantendría la estructura que hereda de Moroni. Es decir, Marcelo Bellotti continuaría como secretario de Trabajo, un virtual número dos. Olmos será la tercera mujer en la historia contemporánea en ocupar la cartera laboral. Pasaron por el organismo Patricia Bullrich, durante el gobierno de la Alianza, y Graciela Camaño, entre 2002 y 2003, durante la presidencia de Eduardo Duhalde.
Olmos es militante feminista y el fin de semana asistió en San Luis al Encuentro Nacional de Mujeres. Allí coincidió con Victoria Tolosa Paz y Ayelén Mazzina, las otras caras que se suman al gabinete en Desarrollo Social y el Ministerio de Mujeres.
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