Con goles de Perillo e Ivo Cháves, Gimnasia y Tiro volvió al triunfo y obtiene un poco de tranquilidad de cara al clásico contra Central Norte en la próxima fecha.
En un túnel oscuro de un viaje que tenía como parada cercana al clásico con Central Norte, Gimnasia y Tiro pudo encontrar, al menos por una semana, un destello de luz que le servirá para mirar con un panorama menos sombrío el futuro inmediato, para descomprimir tensiones tras dos derrotas consecutivas en las primeras fechas del torneo Federal A (categórica goleada ante Douglas Haig en Pergamino incluida) y para mejorar el ánimo grupal de cara al choque que contará con un lógico componente emocional, en lo que será el primer clásico salteño de la temporada, el próximo domingo en el Martearena.
Es por ello que, más allá de las formas que aún no terminan de satisfacer el paladar de un hincha que quedó con su propia vara alta tras el muy buen 2021, el valor numérico y moral del triunfo del albo ayer, por 2 a 0 ante Defensores de Belgrano de Villa Ramallo en el Gigante del Norte, pasa a ser enorme, porque incluso la victoria llevará también a respirar por siete días al DT Ever Demaldé, quien ya comenzaba a ser mirado de reojo, y a sobrevivir hasta el primer clásico oficial.
Y si hablamos de formas que no llegan a saciar, si bien el esquema implementado, con tres hombres en el fondo y un mediocampo repleto de volantes, dio resultados desde la práctica, el albo no convenció en el juego, sobre todo en un primer tiempo errático donde volvieron a ser comunes la imprecisión y la dificultad en el retroceso ante un modesto, joven y renovado elenco bonaerense, que con muy poco hasta llegó a inquietar, pese a que siempre fue el albo el que monopolizó el protagonismo y la tenencia de la pelota.
En el complemento llegó una sustancial mejora del equipo local en cuanto al componente actitudinal y la claridad en los metros finales, sustentada en la recuperación del nivel de un incansable Juan Manuel Perillo, quien por momentos suele ser el termómetro de contagio del equipo cuando llegan las dudas, y quien le agrega al gol compromiso con el equipo.
Y así el “9” apareció a los 7’ de la segunda mitad tras una habilitación larga de Frezzotti a Ignacio Sanabria, este envió un pase fenomenal entre los centrales para que Perillo con viveza se anticipe, encuentre el espacio y defina con un toque sutil ante la salida de Dormisch.
El primer gol le dio aplomo a un Gimnasia que siguió buscando ante un rival de menor jerarquía, con más ímpetu y enjundia que buen juego. El albo se llevaba puesto a Defensores por las ganas y por la frescura de los cambios que llegaban para oxigenar.
Y en esa búsqueda, tras un córner y un remolino de rebotes en el área, quien la empujó para sellar el triunfo, que incluso podría haber sido más amplio (un mano a mano solo con el “1” rival que dilapidó el ingresado Poll), fue Ivo Chaves.
Necesario triunfo albo: arrancó complicado, se acomodó y le terminó saliendo redondo. Ahora respira de cara al clásico, donde el DT tendrá otra prueba.
Con información de El Tribuno
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