Horas antes de asumir su cargo en Casa Rosada, el canciller designado pidió la dimisión por escrito de secretarios y subsecretarios; evaluarán caso por caso quién continúa.
“Puede ser que siga, o tal vez me echen mañana”. La frase, salida de boca de un alto funcionario de la Cancillería, reflejaba, en la noche del domingo, la incertidumbre que reinaba en el Palacio San Martín, días después de la abrupta salida de Diana Mondino y a la espera de los primeros pasos de Gerardo Werthein, quien luego de reunirse con el presidente Javier Milei asume como nuevo canciller hoy, a las 18.30, en la Casa Rosada.
En una jornada plagada de rumores de cambios –muchos funcionarios llegaron bien temprano a sus lugares de trabajo, por las dudas–, Werthein llegó a la Cancillería y comenzó a trazar la estrategia prevista. Uno por uno, los secretarios y subsecretarios fueron recibiendo el llamado desde la dirección de personal, desde donde se efectivizó el pedido para que presenten sus renuncias, que serán evaluadas por la conducción de la política exterior.
La lista incluye a recién llegados como el secretario de Culto, Nahuel Sotelo, y el vicecanciller Eduardo Bustamante, por lo cual resulta improbable que el recambio sea total. Pese a lo comunicado originalmente por el Gobierno, Werthein regresó al país, dejó la embajada argentina en Washington y asume como canciller un día antes de las elecciones en Estados Unidos.
“Va a ser un canciller fuerte”, definió otro diplomático, que tampoco sabe cuál será su destino. “Habla directo con Milei, cosa que Mondino no hacía en los últimos tiempos”, definió otro diplomático al tanto de los movimientos internos de la Cancillería y que compara a Werthein con otras gestiones que dejaron huella, como las de Domingo Cavallo o Guido Di Tella, ambos cancilleres durante las gestiones presidenciales de Carlos Menem.
Además de reunirse ayer con el Presidente, el empresario y ya exembajador ya había derivado, durante el fin de semana y en dos de sus excolaboradores de la embajada norteamericana, la tarea de contactarse con los diplomáticos en funciones y así iniciar la transición.
Por el momento se desconoce qué pasará con las cabezas de dos secretarías clave: la de Relaciones Económicas Internacionales, a cargo de Marcelo Cima, y la de Malvinas, encabezada por Paola Di Chiaro. La primera tiene a su cargo el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, que podría anunciarse en la próxima reunión del G20, el 18 del mes en curso en Brasil, o el 6 de diciembre, cuando se reúnan los presidentes del Mercosur, dos de los próximos eventos que también estarán en la agenda del próximo canciller. La secretaría de Di Chiaro es considerada “estratégica”, aunque la próxima votación del comité de descolonización de la ONU, que todos los años vota en favor de “negociaciones directas” entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las islas, se llevará a cabo recién en junio próximo. El jefe de gabinete, Caspar Sprüngli, respondía de modo directo a Mondino, por lo cual también corren versiones sobre su eventual salida.
Antes de la llegada de Werthein, se preveía que Bustamante designara, en breve, dos subsecretarios en reemplazo de Mariano Vergara (Asuntos Americanos) y Marcia Levaggi (Política Exterior). El primero tendría una salida elegante, y ocuparía un asiento en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), con un guiño de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el secretario de Culto Sotelo y la experta en familia Ursula Basset, quienes conformaron una virtual “intervención informal”, influyendo de modo decisivo en las decisiones de Mondino.
Ese trío, al que se suma el asesor todoterreno Santiago Caputo, impulsa la “auditoría” sobre lo ocurrido en torno a la votación en la ONU en favor de Cuba, el “imperdonable error” que, según dijo este lunes el Presidente, le costó el puesto a Mondino “en treinta minutos”. También promueven “entrevistas” con el personal diplomático, a fin de detectar diferencias de criterio en torno a la línea de política exterior que baja el Poder Ejecutivo, tal como lo afirmara el propio Milei en su ultimátum por carta al cuerpo diplomático.
Si bien aún no circulan nombres de eventuales reemplazos, en la Cancillería también dan por hecho que habrá cambios en varias embajadas importantes. Por lo pronto, el nombre de Francisco Tropepi, exnúmero 2 de Werthein en Washington y actual embajador ante la ONU en reemplazo de Ricardo Lagorio, es mencionado como posible sucesor del ahora canciller ante el nuevo gobierno norteamericano. Regresarían, además, algunos embajadores hoy con destinos en el exterior.
Después de reencontrarse con parte de su familia en Buenos Aires, Werthein ya define sus próximos pasos. Además del G20 y la cumbre del Mercosur, están en carpeta dos citas a las que Mondino había prometido asistir. La primera de ellas era la cumbre Iberoamericana, el próximo jueves 14 en Cuenca, Ecuador, cita en la que quedaría plasmada la reconciliación con España luego de no pocos cortocircuitos con ese país. Diez días después, el 25 de este mes, está planeado, además, un encuentro con el papa Francisco en el Vaticano, al que asistirá también el canciller chileno Alberto van Klaveren, con motivo del aniversario número 40 del tratado de paz y amistad entre la Argentina y Chile.
Fuente: La Nación
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