En el Gobierno admiten las maniobras judiciales reveladas por LA NACION, pero niegan que sean una persecución; cerca del expresidente dicen que Neiffert le pidió disculpas.La información publicada por LA NACION sobre la consulta por parte de funcionarios de la SIDE en causas que involucran al expresidente Mauricio Macri se tradujo en un fuerte torbellino político que creció en las últimas horas.
Todo sucedió incluso horas después de que el exmandatario y el actual, Javier Milei, cenaran por cuarta vez en menos de un mes en la Quinta de Olivos, tras la tensión de la última semana en la que el Pro formó parte de los tres reveses que sufrió el oficialismo en el Congreso: el aumento en las jubilaciones, el rechazo al DNU que elevó en $100.000 millones los gastos reservados de la SIDE y la presidencia de la Comisión Bicameral de Inteligencia, que quedó para el radical Martín Lousteau.
La consulta de abogados de los servicios de inteligencia en los tribunales se conoció por primera vez este sábado, poco después de la sesión convocada en la Cámara de Diputados para tratar el DNU que aumentó los fondos reservados de la SIDE. Fue en la causa por el espionaje ilegal a exfuncionarios de Macri, jueces, periodistas, allegados y familiares. Ocurrió en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi. El periodista Joaquín Morales Solá amplió el martes que las consultas fueron en cuatro causas en distintos juzgados. En todos los casos los magistrados impidieron el acceso.
En la Casa Rosada, este miércoles, admitieron los contactos, pero se mantuvieron firmes en su posición respecto de que la consulta en expedientes que involucran al expresidente no tenía que ver particularmente con él, sino que “eran parte de un movimiento que incluyó consultas en todos los juzgados del país en los que se tramitan causas que tienen participación de agentes de inteligencia y con el objetivo de poder conocer más sobre cómo funcionan”, detallaban. Apuntaban a una eventual purga de agentes con esos datos en manos. “Es una de las formas de conocer sobre los agentes”, insistían, en busca de relativizar cualquier objetivo político.
En las filas libertarias hay malestar con Macri, pese a la buena sintonía que el expresidente sostiene con Milei, pero rechazaron de plano cualquier animosidad en las consultas que se hicieron en tribunales. Es más, lo presentaron como una “operación” que buscaba echar tierra sobre el asesor Santiago Caputo.
Macri exhibió su enojo en la intimidad, cuando se enteró de los sospechosos movimientos del abogado Ignacio Damián González, quien se presentó como apoderado de la SIDE en los juzgados donde se instruyen causas vinculadas a supuesto espionaje ilegal durante la gestión de Cambiemos.
Con la mira en Caputo, Macri autorizó a Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro, para que motorizara un pedido de informes en la comisión bicameral de inteligencia para que el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, brinde explicaciones y envíe documentación, dada la “gravedad de los hechos trascendidos”, para esclarecer el tema. ”¿Quién le encomendó la presentación en el expediente? ¿Y en qué carácter fue que se presentó? ¿Qué pidió respecto del expediente? ¿Con qué fundamento?”, inquirieron los legisladores de Pro a través de un escrito. La nota lleva las firmas de Ritondo, Martín Yeza, Álvaro González, María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, entre otros.
Fuentes cercanas al expresidente señalan que recibió un mensaje de Neiffert, a través de un intermediario, en el que le decía que lamentaba la situación y que las personas involucradas serían desplazadas. Otras fuentes del Pro indicaron que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se comunicó en las últimas horas con Ritondo para transmitirle que el Poder Ejecutivo había decidido desplazar a esos agentes de la SIDE.
Pero en Casa Rosada aseguraban con vehemencia que eso no había sido así. Cerca de Francos iban más allá y sostenían que esos supuestos despidos eran “completamente falsos”, que “no ocurrieron” y que, de hecho, el ministro coordinador “no habló de los agentes involucrados”.
“Que Mauricio se quede tranquilo; ya los sacamos”, fue el mensaje que llegó a la cúpula de Pro. Allegados a Macri relatan que los funcionarios del Gobierno les dieron la explicación formal sobre el extraño movimiento de los supuestos emisarios de la SIDE. Les dijeron que eran un procedimiento formal y habitual para conocer el estado de las causas donde presuntamente hay personal de inteligencia que está involucrado. Sin embargo, los asesores de Macri en materia judicial desconfiaron de los argumentos. “Eso se pide de otra manera. Solicitaban acceder al expediente como si fueran parte; excede el interés específico. Es raro”, argumentan.
Macri desconfía de Caputo, pero tiene llegada a un alto funcionario en la nueva organización de la SIDE. Se trata del comisario retirado Alejandro Cecati, quien quedó a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional. Cecati fue el jefe de la custodia presidencial durante el gobierno de Macri. Los intercambios entre el Gobierno y el expresidente se intensificaron en las últimas horas. De hecho, cerca de Macri reconocen que la última aclaración de los funcionarios de Milei y la presunta decisión de correr a los agentes de la SIDE involucrados en la sospechosa maniobra sirvió para aplacar los ánimos. “El tema quedó saldado, se aceptó la explicación”, afirmó un interlocutor habitual de Macri.
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