Por Policarpo Mendeleiev
Por una deuda que pagar,
Y para evitar males mayores,
Un nuevo crédito a tomar,
Aprobaron diputados y senadores.
Esta deuda en su orfandad,
Es criatura mostrenca,
Que tras arrebato carnal,
devino en hipoteca.
Mientras se endilgan paternidad,
Esta deuda que madre exige,
madre encuentra en viperina entidad,
Que ayer fue ex y hoy es vice.
La administración pública es puesta en tapete,
Como ingente mole que ineficaz acamala,
A una burocracia estéril que promete,
Que constipa y que propala.
Así grafican en el Gasto público,
la razón de tantos males,
señalando el vicio impúdico,
De sus monarcas estatales.
Y tras infundados dicterios,
Entre alocuciones de opinantes,
quienes negocian el crédito,
se quedaron sin votantes…
Allí viene la oposición responsable,
Y acude al confuso entuerto,
Para librarnos de un tal “Domacle” con su sable,
Burdo legado del finado tuerto.
Tras el apoyo prestado,
A un líder sin cofradía,
A este presidente apunado,
Aún lo constriñe la arpía.
Mientras tanto el flamante canciller,
Que discurre en un idioma que aun ignoro,
Deja al tartajear sin entender,
A una comitiva de moros.
Y triste termina esta historia,
Por que triste vuelve a empezar,
Es la terquedad de la noria,
Que más militantes en Pami se apresta a nombrar…
De nuevo la chancha al trigo,
De nuevo el burro al trigal,
Otra vez el campo en vilo,
Por enemistada yunta que aún… no puede gobernar.
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